Sobre la base de un amor existente hay que tomar en cuenta que la pareja puede atravesar momentos de estancamiento, debido a la cotidianidad que puede llegar a desgastar.
Si realmente queremos llevar una vida de pareja es menester que primero nos preguntemos —y nos respondamos con total sinceridad— si realmente sabemos qué es, qué significa la pareja en el sentido que aquí nos ocupa y, por esta vía, llegamos a una conclusión: vivir en pareja es desarrollar un proyecto de vida en común, con sus pros y sus contras.
Tener un proyecto de vida personal y profesional da sentido a nuestras vidas, es lo que hace que nos levantemos de la cama todos los días con ganas de vivir y disfrutar. En una relación de pareja el proyecto común reactiva permanentemente el amor y el deseo. Si este desaparece la relación se aboca al estancamiento y puede llegar a desgastarse.
Si consideramos que la vida en pareja es un viaje debemos dar por sentado que pasará por diversas fases de momentos buenos y menos buenos, que van a depender, y mucho, de los proyectos que se tengan, porque son estos los que dan sentido a la relación.
El plantearse proyectos puede renovar el deseo y de alguna forma reactivar el amor, que subyace en una pareja. Los proyectos pueden ser diversos, ya sean a corto o a largo plazo.
Se trata además, no solamente de plantearse un proyecto sino que habría que formularlo, es decir, que ese proyecto se convierta en un espacio de comunicación de la pareja en el que se planteen los objetivos de ese proyecto y una forma de lograrlo. Por ejemplo:
Un viaje,
una casa nueva,
reparar la casa donde se vive,
tener hijos o más hijos,
un emprendimiento empresarial, etc.
Son varios los proyectos que pueden renovar la vida de la pareja, por ejemplo, un negocio casero
Los proyectos de microempresas en el hogar no son una idea mala bajo ninguna circunstancia. En estos tiempos de crisis, montar una empresa hogareña puede ser una interesante salida para aparcar las dificultades económicas y generar ingresos extra. Aquí te damos algunas ideas que quizás puedan ser útiles.
Los microemprendimientos siempre pueden llegar a resultar una interesante idea como para intentar salir un poco a flote, en estos momentos en donde la crisis arrecia y donde muchos necesitan una entrada de dinero extra. Así es como debes poner en marcha tu imaginación y pensar qué es lo que te gustaría hacer como proyecto y que, a su vez, sea redituable.
Tal vez te convenga leer nuestro artículo de Cómo se crea una empresa casera para reforzar algunos conceptos. Pero lo cierto es que la idea y, sobre todo, el trabajo que se hace sobre él es el punto de partida fundamental.
Aún así, las opciones son muchas. Y las hay en todas las gamas. Por ejemplo, si eres de los que gustan de trabajar en el campo gastronómico, las opciones sobran. Algunos optan por hacer conservas caseras, otros se vuelcan por los embutidos, los hay quienes intentan con los dulces artesanales... Ideal para aquellas personas que tienen habilidades específicas. ¿Te destacas en la pastelería? Pues entonces es momento de empezar a ofrecer tus creaciones a los demás. Es fundamental tomar la iniciativa.
¿Te gustaría trabajar en el campo de las bebidas? ¿Entonces por qué no ponerse a fabricar cerveza artesanal o licores caseros? Ambas cosas están al alcance de la mano sin inversiones fastuosas y con buenas posibilidades de redituar si concibes un producto interesante.
También aquellos que tengan habilidades con las manualidades pueden tener un campo de trabajo más que interesante y amplio. Jabones, velas y perfumes caseros pueden estar dentro de tus opciones, incluso fabricar disfraces para alquilar... Como verás, lo principal es tener voluntad de progreso y ganas de trabajar. Ideas para tu proyecto, quédate tranquilo/a, no te han de faltar.
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