El abrazo es una de las necesidades humanas más importantes en nuestra interacción con los demás. Es de tal importancia que si un bebé no es abrazado podría morir. Pero no solo los bebés, los niños, los jóvenes y las personas adultas necesitan también de este contacto físico, sin el cual se genera una sensación de estar desconectados o aislados del mundo, que puede dar origen a estados depresivos u otras enfermedades.
Al ser abrazados tenemos la sensación de pertenecer a algo más grande y esto genera confianza, amor y armonía interior. Su práctica continua permite establecer vínculos permanentes entre los seres humanos. Un abrazo a tus hijos es de tal importancia en su desarrollo, que será recordado y vale mucho más que cualquier cosa material que puedas darles.
El abrazo tiene un sinnúmero de efectos positivos sobre el organismo, destacando los siguientes:
1.- Reduce el estrés y la ansiedad
Los abrazos y el contacto físico en general, disminuyen la producción de cortisol, que es responsable del estrés y favorecen la producción de serotonina y dopamina, responsables de la sensación de bienestar y tranquilidad.
2.- Reduce la presión arterial.
El abrazo provoca la liberación de oxitocina que activa un tipo de receptores de la piel llamados Corpúsculos de Pacini, encargados de reducir la presión arterial.
3.- Mejora el sistema inmunológico.
Al recibir o dar un abrazo nuestro sistema inmunológico se activa y favorece la producción de glóbulos blancos, responsables de combatir enfermedades.
4.- Reduce el riesgo de padecer demencia.
Los abrazos nos estimulan, nos dan tranquilidad y equilibran nuestro sistema nervioso; por esta razón, los abrazos desde temprana edad reducen el riesgo de padecer demencia.
5.- Rejuvenece el cuerpo.
Cuando abrazamos se estimula el proceso de transportación del oxígeno a los tejidos y gracias a esto, nuestro cuerpo prolonga la vida plena de las células retardando el envejecimiento.
Desarrollo Personal
Pero si el abrazo es tan importante y genera tantos efectos positivos, ¿porque no es una práctica habitual y generalizada? Por increíble que parezca un alto porcentaje de la población teme ser abrazada o no puede abrazar, debido a una serie de creencias erróneas y obsoletas, arraigadas en el inconsciente colectivo, como las siguientes:
• Mis padres nunca me abrazaron lo que significa que así deben ser las cosas.
• Abrazar a una persona es muestra de interés sexual.
• Está mal visto que los hombres se abracen.
• Necesitar un abrazo es muestra de debilidad.
Vale decir que estas y otras creencias en contra del abrazo no tienen sustento y al contrario, el abrazo y el contacto físico en general, son una necesidad biológica de todo ser humano. Ignorar esta necesidad, puede traernos graves consecuencias.
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