viernes, 3 de mayo de 2013

El padre de mi hijo me desautoriza frente a él



Si contradices a tu pareja delante del hijo que tienen en común, estás dando herramientas al menor para que pueda manipularlos más adelante, además de que le causas confusión al no saber a quién debe obedecer o a quién debe dar la razón.

Educar a un hijo es tarea de dos. Padre y madre deben participar activamente en la formación de sus hijos y ninguno debe ser más que el otro. Su imagen de autoridad debe ser equitativa y complementaria.

Los hijos deben ver a sus progenitores como una unidad; desautorizarse frente a los pequeños es un mal hábito que puede traer terribles consecuencias a futuro.

Si como padre o madre del menor no estás de acuerdo con lo que el otro ha determinado, lo peor que puedes hacer es decirlo delante del niño. “Debes conversar a solas, plantear tus argumentos y escuchar los del otro progenitor para llegar a los mejores acuerdos”, sugiere el psicólogo Alexis Olivares.

Muchos niños saben bien cómo manipular a los adultos y un ambiente de confusión es perfecto para ello. “Lo importante es conseguir lo que quieren y, si los padres lo facilitan, mejor para ellos”, manifiesta la psicóloga Patricia Tellería.

Según la especialista, entrar en contradicciones tiene que ver muchas veces con la relación de pareja. “Si están molestos el uno con el otro y uno dice que algo es blanco, sólo por contradecir, el otro dirá que es negro. Cada uno buscará tener al hijo a su favor”.

Olivares aconseja que pese a que uno de los padres no esté de acuerdo con cierta orden que se haya dado, debe tratar de aceptarla siempre y cuando ésta no dañe al menor.

La crianza de los hijos es como una ramificación de lo que los dos padres son como pareja. “Su buena educación y disciplina depende de ambos, ninguno puede pretender hacer el papel de bueno sólo por querer ganar puntos con el niño. Si es necesario se debe ser firme, incluso con alguna determinación que ya asumió tu pareja y la dio a conocer frente al pequeño”, subraya Olivares.

Tellería señala que muchas veces, cuando la pareja está molesta entre sí, la mejor forma que encuentra para atacar es contradecir las órdenes del otro, involucrando a los hijos. “La peor forma de actuar es desaprobando lo que dice el otro. Puede llegar a ser un indicador para darse cuenta de que la relación no está yendo bien”.

La imagen de autoridad de los padres está relacionada con el amor que como esposos o pareja se profesan. “Este amor para los hijos es vital, por eso la desautorización no debe darse. La primera consecuencia es que los menores piensen que sus padres no se aman tanto, pues no se apoyan. Se confunden, se les baja la autoestima y su educación se deforma”, explica el psicólogo Rigoberto Bermeo, especialista en asesoramiento educativo familiar, en el portal www.semana.ec.

Acuerdos

Es primordial que se pongan de acuerdo sobre la educación de su hijo para no tener que enfrentar ideas a último momento. Esto evitará generar resentimiento, falta de entendimiento, pérdida de respeto y desunión. Sólo hace falta conversar muy claro.

Ejemplo

Conoce bien a tu hijo para poder ejercer la autoridad eficazmente. Ésta debe estar respaldada con el ejemplo de rectitud y la coherencia que día a día le enseñes.

Desconfianza

Desautorizando consigues que tu niño sea desobediente, generas rebeldía y lo conviertes en manipulador. Así fomentas también la incredulidad. Los hijos necesitan confiar en sus padres para ser educados.

Dime cómo duermes y te diré cómo es tu relación



Puede que para ti la posición en la que duermes con tu pareja sólo sea un asunto de descansar con comodidad y punto. Sin embargo, la hora de Morfeo ofrece elementos reveladores sobre el tipo de relación que tienes con tu media naranja. No es lo mismo recostarse enredados que dándose la espalda, trasladándose a los bordes de la cama o anidando en el centro del lecho junto a él o ella.

Según el psiquiatra y psicoanalista Ricardo Ramos, la forma en la que el hombre y la mujer reposan juntos tiene que ver con sensaciones de apoyo, protección, seguridad o posesión. Además, el tema está asociado con el tiempo que la pareja lleva conviviendo. “Se ha demostrado que el 54% de las parejas que llevan diez o más años en unión tiende a dormir dándose la espalda. No es porque hayan perdido el interés el uno en el otro, sino porque han aprendido a respetar el lugar individual de cada uno”.

La psicóloga clínica y terapeuta sistémica Marynés Salazar Gutiérrez asegura que la cama es el lugar perfecto para un reencuentro íntimo y diario, que no necesariamente tiene que ver con la relación coital sino con la búsqueda de comunicación. La forma en que cada miembro de la pareja se acomoda puede estar definida por la preferencia y por la comodidad para conseguir un descanso confortable después de un día de trabajo.

A partir del lado que cada uno prefiera para reposar en el lecho, también surgirá la necesidad de buscar una posición según su deseo (comunicarse, mirarse, expresar sentimientos, y otros) antes de quedar dormido. Esta elección puede ser de alguna forma intencional, aunque el resto de las otras posturas que se tienen en la cama hasta el amanecer suelen ser más bien inconscientes.

Los especialistas exploran el patrón de comportamiento que se establece bajo las sábanas y te ayudarán a entender por qué te acurrucas, te alejas o te adueñas del mayor espacio en el lecho.

1. De espaldas. Puede tener varios significados. Si uno o ambos optan por meterse a la cama y ponerse de espaldas al otro, casi al borde de la misma (algo que no solía suceder), puede ser una señal de que estén peleados o se hayan alejado por algún motivo. Pero si se acomodan de cualquier otra forma para después terminar espalda con espalda, evitando miradas pero teniendo contacto corporal, puede que tengan una intimidad relajada y que lo que necesitan es sentirse más. Así ambos están cómodos para conciliar el sueño sin necesidad de tener contacto físico.

2. Cara a Cara. Puede ser que después de no haberse visto todo el día busquen el reencuentro afectivo, que no es necesariamente coital. Ambos pueden preferir ponerse de frente para mirarse, conversar y hasta jugar, creando un círculo cerrado con los cuerpos, lo que indica que se sienten absolutamente cómodos en todos los aspectos. Esto puede durar hasta un par de horas y luego, de todas maneras, terminar en lugares diferentes. No necesariamente deben estar pegados, lo que buscan es sentir que la otra persona está cerca.

3. Acurrucados o empiernados. Es casi parecida a la anterior, pero busca un poco más de calor, pese a la incomodidad. Por este último factor la ubicación dura poco, pero ya es una señal de que la relación anda bien. Hay personas que no pueden dejar de tocarse mientras duermen, incluso involuntariamente. Esto se debe a que tienen la necesidad de contacto, romance, etc. Puede relacionarse con la inseguridad o con no estar dispuesto a perder el contacto durante la noche con su amado(a).

4. Cucharita. Típico comportamiento de recientes enamorados. Por lo general es la mujer la que se encoge en posición embrional y el hombre se coloca detrás en posición protectora, aunque puede ocurrir lo contrario. El “protector” suele meter el brazo por debajo del cuello de su par y con el otro rodear su cintura. Suele ser una de las posturas más cómodas, no sólo en cuanto al cuerpo, sino también por los afectos que se van transmitiendo, pues la sensación de dormir bajo el cuidado del otro es intensa.

5.Dueño de la cama. Al principio, cuando empezamos a acostumbrarnos a la pareja con la que vamos a dormir en adelante, cuesta un poco ceder un espacio que fue sólo nuestro. Poco a poco y con el tiempo vamos aprendiendo y adaptándonos a todo. Sin embargo, hay personas que pese a este periodo continúan ocupando más espacio del que les corresponde, priorizando sus necesidades más que las del otro. Es además una manera de demostrar quién es el que tiene más poder en este espacio íntimo. Muestra también la dominación que tiene, ya sea el hombre o la mujer, en su entorno social y en la vida cotidiana.

6. Sobre el pecho. Ella acostada con la cabeza y el brazo sobre el pecho de él. La postura se siente bien por un tiempo no muy largo, pero es imposible de mantener porque ambos se adormecerían. De todos modos, es una buena forma de demostrarse cariño. Muchas veces se inicia para ver juntos un programa de televisión o después del acto sexual, aunque puede ser la reafirmación de una relación que comienza. Esta forma de reposar por lo general ya no se da en las parejas que llevan mucho tiempo de relación y suele ocurrir más en las uniones que recién empiezan.

7. Boca arriba y distanciado. No es muy común, pero puede deberse a varios factores. Los principales son la indiferencia hacia la otra persona, la preocupación por algún asunto pendiente o simplemente el pretender adoptar una buena postura al menos unos minutos en la cama antes de cerrar los ojos y dormir. Igual que las anteriores, no dura mucho porque inconscientemente el cuerpo busca calor, comodidad y seguridad. Por la pose, las manos están sueltas o sobre el pecho y el cuerpo es más sensible a experimentar movimientos externos o superficiales que interrumpen el sueño.

Estas son las siete posturas más usadas en pareja antes de iniciarse en un sueño profundo.

Otro dato importante que menciona Ramos y que tiene que ver con la actitud de la pareja cuando se dispone a dormir es que, según estudios, el 90% de éstas no se da alguna muestra de cariño antes de dormir (“te quiero”, “te amo”, “hasta mañana, mi amor”). “El 80% no se da un beso antes de conciliar el sueño profundo y el 10% en cierto momento de sus vidas, por lo general después de los diez años de estar juntos, suele decidir dormir en camas separadas y, finalmente, en habitaciones distintas, a fin de respetar el sueño del otro.









jueves, 2 de mayo de 2013

Corrige los hábitos que te envejecen


¿Cada vez observas más arrugas en tu rostro o te sientes más cansada de lo normal? Sin darte cuenta, tus hábitos pueden ser las causas de un envejecimiento prematuro, así que analiza las siguientes hábitos que te hacen envejecer. ¡Evítalos!

1. Almohada. De acuerdo con información publicada en The Huffington Post, dormir te ayuda a mantener un aspecto jovial. Sin embargo, el uso de almohadas y fundas favorece la aparición de arrugas y líneas finas en el rostro.

2. Movimientos faciales repetitivos. Si eres de las personas que frunce el rostro cada vez que te ríes o entrecierras los ojos, puedes fomentar la aparición de finas líneas de expresión en una zona específica..

3. Aire acondicionado. Los ambientes de baja humedad como los provocados por el uso de aire acondicionado generan resequedad en la piel, lo cual hace que se acentúen las arrugas.

4. Popotes. Beber los líquidos a través de un popote estimula el desarrollo de las líneas de expresión alrededor de la boca.

5. Ver televisión. Un estudio de la Universidad de Queensland en Australia sugiere que por cada hora de televisión se acorta en 21.8 minutos tu vida, es decir, las personas que ven entre seis o más horas de TV viven 4.8 años menos que aquellos que no tienen este hábito.

6. Consumo de azúcar en exceso. Este hábito daña el colágeno y la elastina de la piel. Esta característica se inicia desde los 35 años de edad y aumenta rápidamente con los años, de acuerdo con un estudio publicado en el British Journal of Dermatology.

7. Fumar. Fomenta envejecimiento prematuro de la piel, por lo que aparecen más rápido las arrugas. Especialistas consideran que se debe a los cambios que se generan en el suministro de la sangre en la dermis

Recuerda que una alimentación rica en antioxidantes, una hidratación adecuada y protegerte de los rayos ultravioleta te ayudan a mantener un aspecto sano y joven. Y tú, ¿cómo previenes el envejecimiento prematuro?

LAS HERMANAS NO SÓLO COMPARTEN LAZOS SANGUÍNEOS

Ellas se cuentan todo, se aconsejan, se guían, se inspiran, se riñen, se dicen lo que muchas veces necesitamos oír, sueñan juntas y también se traen de vuelta a la realidad; se llaman infinitas veces al día, intuyen sus sentimientos y se convierten en “mujer maravilla” a la hora de defender a la otra; se dicen todo con una mirada y conocen la reacción de la otra con antelación. Ellas son hermanas y comparten una de las relacionas más intensas y cercanas que la mujer tiene en su vida.



MAGIA: 1 Tres sentimientos entre hermanas

“Siempre fuiste la favorita de mamá” es el último best seller de la profesora de lingüística estadounidense y autora de múltiples libros que analizan las relaciones en familia, Deborah Tannen. En este libro la autora entrevistó a más de cien mujeres con hermanas. Descubrió que este lazo -más intenso, cercano y emotivo que el de hermanos- la mayoría de las veces gira entre tres polos: la comparación, la competencia y la cercanía.

“Es una relación única en términos del lenguaje y la comunicación, algo que no se da entre los hombres. Las hermanas, por ser mujeres, hablan más seguido y de manera más personal, se cuentan todo, qué hicieron en el día, cómo les va en su vida personal. Se trata de una de las relaciones más cercanas que alguien puede tener”, afirma Tannen, que también ha sido colaboradora del Centro de Estudios Avanzados sobre el Comportamiento en Princeton.

En su investigación Tannen descubrió que incluso las conversaciones más triviales entre hermanas revelan una intensidad sentimental enorme, demostrando así que se trata de uno de los vínculos más apasionados en la vida de los seres humanos. Uno donde la conexión más profunda convive con la competencia, pues según explica es una relación que también se caracteriza por las comparaciones y contrastes.

MAGIA: 2 Identidades opuestas

La experta encontró historias similares que reproduce en el libro, y plantea que las hermanas construyen su identidad a través de la comparación y el contraste entre ellas.

“Las hermanas que entrevisté siempre intentaban diferenciarse la una de la otra, a pesar de su evidente cercanía. Lo interesante es que aunque esperen ser iguales o distintas, en ambos casos no se pensaban la una sin la otra”, explica la autora.

Por eso, la mayoría de las hermanas se encasillan en los opuestos. “Pocas dijeron cuán parecidas eran con su hermana. Preferían definirse como personas muy disímiles. Una hermosa, la otra inteligente; una responsable, la otra desordenada. Por esa misma comparación, dada por la cercanía, puede suceder que una de las hermanas, quizás la más tímida, siempre se sienta invisible al lado de la que tiene más personalidad. O que sean tan cercanas, que lleguen a vivir como propias las penas de la otra”.

Y es evidente. Mariana y Alejandra Laserna se describen como opuestas, y por eso se complementan. “Ella es más sería, callada, enfocada y lógica. Yo soy más emocional, impulsiva y habladora. A veces confío más en sus decisiones que en las mías. Por eso consulto casi todo con ella”, afirma Alejandra, cuatro años mayor que Mariana.

Por su parte, las hermanas Mónica, Isabel y Jimena Bakir, también admiten tener personalidades diferentes. Mónica, la mayor, admite ser la más conservadora y responsable, mientras que Isabel es la “más aventurera y detallista” y Jime es “la más tranquila, tierna y chistosa”. A pesar de las diferencias, ellas afirman que “se complementan muy bien”.

Por su parte, Mariana Paccieri se describe como la más extrovertida, alegre, divertida y sincera, mientras que su hermana menor, Paula, es más responsable, ordenada y carismática.

La cercanía y el contraste, dice Tannen, pueden tener efectos positivos o negativos en la relación. “Así como compartir habitación: hay hermanas que lo aprovechan para hacer cosas juntas y otras, que dividen el territorio como si fueran países limítrofes, con frontera incluida”.

Y es que este intento de diferenciación es natural, y ocurre desde la adolescencia: las hermanas comparten un mismo tronco familiar, la misma biografía e historia. Cuando son pequeñas, compiten por la atención de los padres, pero de adolescentes, por ser distintas.

MAGIA: 3 ¿Quién es la mejor?

“La competencia es más fuerte entre hermanas que entre hermanos. Compiten primero por la atención de los padres, por ser la favorita y después por quién es la más bonita, a quién le va mejor en el mundo laboral, en el dinero y también en el amor”, explica Tannen. La rivalidad entre hermanas es más feroz que entre hermanos, porque las mujeres nos relacionamos con intensidad y desde la emoción. Por eso los conflictos entre hermanas pueden ser más fuertes, explica la experta.

Sin embargo, como señala la autora, la competencia se resuelve con amor y sabiduría y cuenta su propia experiencia. Una de sus hermanas le confesó que cuando ella empezó a tener éxito, sintió envidia. “Algunas veces contarle a tu hermana que has estado celosa de ella, puede ser bueno. No es algo terrible. Es sacar una espina que trababa la comunicación”, afirma la académica. Eso fue lo que pasó cuando su hermana mayor le dijo que había estado celosa de su éxito: ambas se rieron de la anécdota. La tensión del celo desapareció rápidamente para dar paso a la complicidad.

MAGIA: 4 Comparten todo…

hasta la ropa

Las hermanas son unidas… tan unidas que se cuentan todo, son cómplices de bochornos, anécdotas, llantos y alegrías.

“La cercanía entre hermanas se produce porque cómo comparten una misma historia y una misma familia, tienden a usar el mismo lenguaje, tienen el mismo sentido del humor, las mismas palabras”, cuenta Tannen.

“Nos contamos y compartimos absolutamente todo”, dice Isabel. “Somos confidentes en todo, compartimos desde ropa hasta alegrías, llantos, secretos”, asegura Mónica, que afirma que hablan todos los días, a pesar que ella vive en La Paz. “No pasa ni un día sin que hablemos y saber cómo estamos”, afirma la hermana mayor.

Sin embargo, a veces compartir todo puede ser motivo de pelea. “Compartimos todo, cada minuto del día. Muy rara vez peleamos, excepto cuándo se metía con mi closet sin mi permiso”, cuenta Alejandra. “Las peleas más comunes son de ropa, utilizamos casi las mismas tallas de ropa y zapatos”, dice Paulita Paccieri, mientras que las hermanas Bakir dicen entre carcajadas que si pelean por algo es por “ropa prestada”.

MAGIA: 5 Hermanas en la vida

Algunas mujeres con las que conversó la experta durante su investigación revelaron su conexión profunda cuando definían qué representaba su hermana en sus vidas. Las entrevistadas por M, confirmaron el poder de este poderoso vínculo.

“Es más que una amistad, es mi mejor amiga, mi paño de lágrimas, mi socia, mi cómplice”, expresa Alejandra, mientras que su hermana, Mariana dice: “La relación con mi hermana tiene muchos matices. Compartimos en el día a día no sólo las responsabilidades y frustraciones del trabajo, sino también de la vida. Ambas pasamos por la misma etapa de madres… es una relación llena de variedad”, dice Mariana.

Isabel, la hermana del medio, explica que su relación con sus hermanas le da equilibrio a su vida. “Son mis mejores amigas, las personas que mejor me entienden, que saben exactamente cómo soy, qué siento y dónde quiero llegar. Son las que a ciegas quieren lo mejor para mí en todo momento, que me inspiran a ser cada día mejor”, afirma. Por su parte Mónica, cuatro años mayor que Isa, afirma que “es una relación única que complementa mi vida en todo sentido. Sin mis hermanas no sé qué haría, no hay nadie que me conozca y entienda más que ellas”.

Las hermanas se mantienen unidas toda la vida y no se imaginan una vida sin la otra. “No me imagino vivir lejos de mi hermana y no poder hablar con ella todos los días (o diez veces al día)”, expresa Mariana.

MAGIA: 6 Mayor o menor

La hermana mayor se siente responsable de ser un ejemplo a seguir para la menor, que por lo general, sienten admiración por su hermana mayor. “Siento que como hermana mayor debo ser el ejemplo de mi hermana, de cuidarla y guiarla por buen camino”, dice Mariana Paccieri. Por su parte, Alejandra afirma que al ser la mayor siempre se ha sentido muy “responsable”, mientras que su hermani, Mariana, admite que “de niña solo quería ser como ella”.

Isabel, la hermana del medio explica que, al ser la hermana del medio, se siento doblemente inspirada de ser cada día mejor. “Mi hermana mayor por la admiración que le tengo y mi hermanita menor por la responsabilidad de ser su guía y ejemplo a seguir, asegurándome que sea feliz”.

Mientras que Mónica explica que siente “la responsabilidad de ser un gran ejemplo en todo sentido, además de estar cerca de ellas para que sientan que siempre estaré a su lado no para juzgarlas sino para apoyarlas y ayudarlas”.

La clave

“Estar siempre pendiente una de la otra y sobre todas las cosas, querer lo mejor para la otra. ¡Ser incondicionales y estar unidas sobre todo”, aconseja Isabel.

“La confianza, la comunicación y la tolerancia. Creo que aceptar nuestras diferencias también es clave para llevarnos bien”, dice Mariana Laserna.


QUICKIE

De acuerdo a una investigación de la Brigham Young University. Se encontró que tener una hermana ayuda a las preadolescentes a sentirse menos solas, menos inseguras, menos temerosas y más amadas.

Pasar tiempo con tu hermana te hace sentir más feliz, de acuerdo a un estudio. Las mujeres con hermanas tienen mejor comunicación en general, y la expresión emocional es fundamental para la buena salud psicológica.


Píldora del día después

La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) anunció ayer que ha dado autorización para vender, sin necesidad de receta, la píldora del día después a las adolescentes a partir de los 15 años.

Esta autorización revisa una decisión de la FDA que en 2011 había prohibido la venta libre de esta píldora a las jóvenes, sin límite de edad, una prohibición que el 5 de abril pasado fue anulada por un juez de una corte de Nueva York.

La FDA empero precisó en un comunicado que su decisión no está relacionada con la determinación del juez, sino que responde a una solicitud para reglamentar la venta de la píldora del día después, presentada por una filial del fabricante Teva Pharmaceuticals Industries. La compañía había pedido inicialmente que se permitiera la venta libre de la píldora a todas las mujeres en edad reproductiva sin importar su edad./EFE

Las nalgadas, ¿educan?

Quien no ha recibido una nalgada cuando era niño o cuando estaba en plena etapa de la adolescencia, con la excusa de “la corrección” se valía. Pero, ¿realmente corrige?, ¿ayuda en la disciplina?, ¿educa?, como todos dicen.

Es un medio, no la solución. De acuerdo a la versión del psicólogo Óscar Urzagasti, “las nalgadas” son un medio de jerarquización, "algo que sirve para demostrar que yo soy autoridad y tú me debes respeto y obediencia", dijo y añadió que "no educan".

Diferencia con el maltrato. El profesional afirmó que hay una gran diferencia entre “una palmada” y la reconocida “tunda”. “Si le das un barillazo, es para corregir, si es más de uno, solo estás descargando tu rabia", recordó el psicólogo.

El ejemplo de Estados Unidos. La semana pasada, el condado de Marion en Estados Unidos aprobó “las nalgadas” como medida correctiva para los menores que demuestren indisciplina. Esta acción ha tenido reacciones en la capital cruceña, la mayoría a favor.

Realidades diferentes. Para el psicólogo Urzagasti, existe una diferencia abismal entre la realidad de Estados Unidos y Bolivia. "Desde el punto de vista social, la intromisión de un tercero (fuera del seno familiar) es normal. Mientras que en Bolivia no", remarcó Urzagasti. Por su parte, el psicoterapeuta Román Taborga aseguró que en Bolivia, “las nalgadas” hacen parte de la cultura, que se practicaba en el colegio, "ahora no porque hay más prevalencia de los derechos del niño y la Ley Avelino Siñani, que los protege ante este tipo de acciones", remarcó a tiempo de indicar que aún así, en los hogares se lo hace, como medida correctiva.

¿A quién se somete su hijo?. El hecho de dar una “nalgada”, debería ser último recurso al que se debe recurrir puesto que "el primero debería ser el diálogo, el segundo apelar a la información sobre la discusión que se tenga y si aún así, el menor continúa incidiendo en el mismo error, entonces sí recurrir a las palmadas como correctivo", aconsejó Taborga.

Según los padres y maestros. Para Raúl Espinoza, maestro de 1er. curso de secundaria de un colegio fiscal, “las nalgadas” son de hace unos 10 años, "ahora no podemos hacer eso, porque va contra las leyes vigentes que protegen al menor, por lo menos no en Bolivia". Mientras que, Natalia Rivero, asegura que cuando entran a cada nueva gestión escolar, todavía le encarga "nalgas y todo a su hijo de 12 años".

Los problemas de las parejas de hoy

El alcohol y la inestabilidad emocional son los principales problemas de las parejas jóvenes en la actualidad. Así lo afirma la psicóloga especialista en terapia de parejas Ana Calvo Rivadeo. La experta indica que la mayor parte de los problemas que se viven en las parejas son situaciones que se acarrean desde la matriz del hogar. "Por ello es común ver parejas que tengan problemas como la infidelidad, falta de comunicación, incomprensión, celos", señala.

Traumas. "Como son problemas que se acarrean, el miedo es uno de los sentimientos que dificultan las relaciones interpersonales, más aún si se trata de la pareja, ya que el resultado de las experiencias pasadas influirá en las que se tiene ahora", explica la profesional.

Por ejemplo, dice que las personas que sufrieron agresiones sexuales o de violencia son a las que más les cuesta tener relaciones estables. Estas personas en el momento que tienen relaciones emocionales reviven los que les pasó antes y se manifiesta esa persona "fría", como lo identifica la otra persona.

De esta manera, la infidelidad es otro problema, siendo una las principales causas de rupturas de las relaciones.

La falta de comunicación y comprensión. Las causas más importantes en la generación de problemas de una pareja, dice la profesional, son la falta de comunicación y la falta de compresión. Ante ello, deben adaptar posturas flexibles y con el sentimiento de que ha servido para acercar y comprender mejor. Se sugiere combatir la irritación, los malos entendidos, las incomprensiones, etc. Todas estas cosas de no resolverse acentuarán la incomunicación.

Del alcohol y las agresiones. Calvo menciona preocupada que otro de los problemas y el más alarmante es el consumo de alcohol y droga. Enfatiza que esto a su vez lleva a problemas más graves, como la agresión física. "Hasta puede ocasionar un suicidio", advierte la profesional.