Quien no ha recibido una nalgada cuando era niño o cuando estaba en plena etapa de la adolescencia, con la excusa de “la corrección” se valía. Pero, ¿realmente corrige?, ¿ayuda en la disciplina?, ¿educa?, como todos dicen.
Es un medio, no la solución. De acuerdo a la versión del psicólogo Óscar Urzagasti, “las nalgadas” son un medio de jerarquización, "algo que sirve para demostrar que yo soy autoridad y tú me debes respeto y obediencia", dijo y añadió que "no educan".
Diferencia con el maltrato. El profesional afirmó que hay una gran diferencia entre “una palmada” y la reconocida “tunda”. “Si le das un barillazo, es para corregir, si es más de uno, solo estás descargando tu rabia", recordó el psicólogo.
El ejemplo de Estados Unidos. La semana pasada, el condado de Marion en Estados Unidos aprobó “las nalgadas” como medida correctiva para los menores que demuestren indisciplina. Esta acción ha tenido reacciones en la capital cruceña, la mayoría a favor.
Realidades diferentes. Para el psicólogo Urzagasti, existe una diferencia abismal entre la realidad de Estados Unidos y Bolivia. "Desde el punto de vista social, la intromisión de un tercero (fuera del seno familiar) es normal. Mientras que en Bolivia no", remarcó Urzagasti. Por su parte, el psicoterapeuta Román Taborga aseguró que en Bolivia, “las nalgadas” hacen parte de la cultura, que se practicaba en el colegio, "ahora no porque hay más prevalencia de los derechos del niño y la Ley Avelino Siñani, que los protege ante este tipo de acciones", remarcó a tiempo de indicar que aún así, en los hogares se lo hace, como medida correctiva.
¿A quién se somete su hijo?. El hecho de dar una “nalgada”, debería ser último recurso al que se debe recurrir puesto que "el primero debería ser el diálogo, el segundo apelar a la información sobre la discusión que se tenga y si aún así, el menor continúa incidiendo en el mismo error, entonces sí recurrir a las palmadas como correctivo", aconsejó Taborga.
Según los padres y maestros. Para Raúl Espinoza, maestro de 1er. curso de secundaria de un colegio fiscal, “las nalgadas” son de hace unos 10 años, "ahora no podemos hacer eso, porque va contra las leyes vigentes que protegen al menor, por lo menos no en Bolivia". Mientras que, Natalia Rivero, asegura que cuando entran a cada nueva gestión escolar, todavía le encarga "nalgas y todo a su hijo de 12 años".
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