miércoles, 17 de mayo de 2017

Decepciones amorosas llevan a 19 estudiantes a practicar el cutting

“Mi chica me dejó y quiero aplacar el dolor que siento por esa pérdida”, dijo uno de los estudiantes que fue encontrado con cutting en sus brazos. Es uno de los 19 casos detectados en un solo colegio de la zona urbana de Quillacollo. La jefa de la Defensoría Municipal de la Niñez y Adolescencia de ese municipio, Ursula Canedo, informó que el hallazgo se produjo el viernes pasado en un operativo de rutina del programa Mochila Segura.

Al preguntarles sobre las razones que los lleva a autoherirse, los alumnos, hombres y mujeres, que tienen entre 14 y 17 años, dijeron que lo hacen por “razones amorosas”.

El común denominador es la pérdida de su pareja. En algunos casos, se trata del “primer amor” de los estudiantes que tienen 14 y 15 años, quienes no pueden superar el “dolor que les causa ese abandono” y han encontrado en el cutting una salida.

No tienen un líder que los obligue a hacer eso, sino que cada uno asumió la decisión de cortarse.

Para ocultar lo que hacían, los estudiantes todo el tiempo, dentro y fuera del colegio, usaban poleras y chompas manga larga, de esa forma nadie se dio cuenta de lo que pasaba.

El cutting es el hábito de autolesionar. Las personas se lastiman porque no saben otra forma de expresar sus sentimientos. Se trata de adolescentes que liberan sus angustias emocionales cortándose los brazos, los muslos o el abdomen con cuchillos, tijeras u otros. No buscan llamar la atención, ni suicidarse, sino aliviarse del dolor que los aqueja.

NO SABÍAN La jefa de la Defensoría dijo que, tras conocer los casos, junto a las autoridades del colegio, convocaron a los padres de los escolares para conocer su versión sobre ese hecho, pero llamó la atención que solo 2 de los 19 tenían información del tema.

Un par de estudiantes está recibiendo apoyo sicológico desde el año pasado, pero, pese a ese abordaje, continúan con ese tipo de práctica. Los otros progenitores se enteraron del problema de sus hijos, debido a que salió a la luz el caso, cuando los policías y personal de esa repartición municipal ejecutaron el plan Mochila Segura.

“Los estudiantes tienen en sus brazos heridas frescas y cicatrices de algunas lesiones pasadas”, manifestó Canedo.

APOYO La Defensoría, que tiene un equipo de sicólogos y trabajadoras sociales están dando apoyo profesional a los estudiantes y los padres de familia.

Reciben terapia, pero no fueron aislados ni separados de su colegio, porque “deben llevar una vida normal, pero sin descuidar el trabajo sistemático con los especialistas”.

DEBEN REVISAR Canedo pidió a los padres de familia que se preocupen más de sus hijos. Que se involucren en sus actividades, que les hagan seguimiento de los amigos que tienen y, principalmente, que les revisen su cuerpo.

“Si detectan cambios en su comportamiento deben acudir a la Defensoría y a las autoridades del colegio para ver qué pasa y apoyar a los alumnos”.

Cercado

La Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Cercado registró seis casos de cutting en dos establecimientos educativos de la zona sur.


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