No es fácil aceptar que una relación de pareja ha terminado, sin embargo, tampoco es saludable mantener una relación romántica cuando ésta solo te hace daño y sufres. ¿Quieres saber algunas maneras de saber si tu relación a llegado a su fin? Presta atención a lo que sigue. Es posible que al comenzar la relación de pareja tu chico te llamaba varias veces al día, te escribiera por WhatsApp a menudo, en definitiva, estaba interesado en ti y lo demostraba. Si ahora tu pareja está demasiado ocupado como para llamarte, enviarte flores, escucharte, acompañarte como hacía antes, cuando pasan tiempo sin verse él no siente que te echa de menos o da mayor prioridad a sus salidas con amigos, es posible que esté perdiendo o haya perdido el interés en ti. En muchas ocasiones nos centramos en los demás para buscar “culpables”, pero no tiene nada que ver con culpables. Es posible que al comienzo de la relación les faltara horas para contarse todo. Cada pareja es un mundo, y por lo tanto, pueden presentarse otras señales que demuestren que la relación a llegó a su fin. Ya mencionamos las pistas más evidentes.
Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
sábado, 9 de mayo de 2015
Ellas y el placer
En el pasado se creía que solo los hombres durante un encuentro íntimo eyaculaban, sin embargo, ahora se sabe a ciencia cierta que las mujeres también lo hacen. Descubre cómo y por qué.
¿Existe sí o no? La sexóloga Liliana Zabala indicó que sí existe y es "conocida como "squirting", la más común es justo la que pasa más desapercibida y no siempre es visible, en el momento del orgasmo, cosa totalmente diferente que implica el placer". El urólogo David Rubin De Celis señaló que "al haber la penetración y demás, la mujer libera cierta sustancia, un líquido que es expulsado por medio de las glándulas", mismo que es conocido como eyaculación femenina, apuntó.
¿Qué se sabe de este líquido? Zabala mencionó que "la mayoría de las mujeres segregan una especie de líquido traslúcido-blanquecino, que a menudo suele quedarse en el interior del canal vaginal y confundirse con la lubricación propia de la excitación genital". Agregó que esta no suele ser muy abundante.
Origen. "Este líquido se segrega en las glándulas de Skene y es expulsado por la uretra, contiene componentes parecidos al semen masculino como el antígeno prostático", puntualizó la especialista.
¿Cómo se logra? Zabala mencionó que la posición para lograrlo es cuando la mujer está arriba del varón durante un encuentro íntimo.
Solo durante la intimidad. Rubin De Celis sostuvo que las mujeres solo eyaculan cuando existe estimulación sexual, no como los varones, que muchas veces eyaculan cuando están durmiendo, es decir inconscientemente.
No obsesionarse. La terapeuta sexual Norma Román remarcó que la satisfacción sexual depende de muchos factores, “el placer no lo dan solo el orgasmo o la eyaculación”. Y advierte que muchas veces la sociedad impone metas sexuales por las que algunas personas se obsesionan perdiéndose lo más importante, que es disfrutar.
¿Existe sí o no? La sexóloga Liliana Zabala indicó que sí existe y es "conocida como "squirting", la más común es justo la que pasa más desapercibida y no siempre es visible, en el momento del orgasmo, cosa totalmente diferente que implica el placer". El urólogo David Rubin De Celis señaló que "al haber la penetración y demás, la mujer libera cierta sustancia, un líquido que es expulsado por medio de las glándulas", mismo que es conocido como eyaculación femenina, apuntó.
¿Qué se sabe de este líquido? Zabala mencionó que "la mayoría de las mujeres segregan una especie de líquido traslúcido-blanquecino, que a menudo suele quedarse en el interior del canal vaginal y confundirse con la lubricación propia de la excitación genital". Agregó que esta no suele ser muy abundante.
Origen. "Este líquido se segrega en las glándulas de Skene y es expulsado por la uretra, contiene componentes parecidos al semen masculino como el antígeno prostático", puntualizó la especialista.
¿Cómo se logra? Zabala mencionó que la posición para lograrlo es cuando la mujer está arriba del varón durante un encuentro íntimo.
Solo durante la intimidad. Rubin De Celis sostuvo que las mujeres solo eyaculan cuando existe estimulación sexual, no como los varones, que muchas veces eyaculan cuando están durmiendo, es decir inconscientemente.
No obsesionarse. La terapeuta sexual Norma Román remarcó que la satisfacción sexual depende de muchos factores, “el placer no lo dan solo el orgasmo o la eyaculación”. Y advierte que muchas veces la sociedad impone metas sexuales por las que algunas personas se obsesionan perdiéndose lo más importante, que es disfrutar.
Sexo La primera experiencia
La mujer durante milenios vivió una serie de conflictos a consecuencia de la virginidad, sin embargo, pese a ese tabú, no se pudieron evitar los embarazos. El proceso de la liberación femenina modificó sustancialmente la actitud de la mujer frente a su primera experiencia sexual. Buscó una circunstancia que le permita, no solo hacer menos traumática su iniciación sexual, sino vivir con mayor plenitud toda su relación amorosa.
La decisión más trascendental de la mujer en el siglo XX significaba el matrimonio, como la entrega sublime de convertirse en el derecho natural del hombre. La virginidad es asociada al hecho muy estrechamente con la integridad del himen, membrana que cierra parcialmente el orificio vaginal.
Actualmente ya no hay una abstención en relación a un contacto prematrimonial. Sin embargo, hay mujeres que temen la reacción del futuro esposo, pensando que van desde el alivio hasta la indignación, lo que equivale a una complicación desde la primera experiencia sexual.
Hay dos aspectos que se pueden percibir con la pérdida de la virginidad, uno de ellos es el temor y la otra está asociada a la sensibilidad de la mujer. Presiente el modo de cómo ingresará en el mundo del sexo y su repercusión, esta puede ser amplia o profunda sobre su vida sexual ulterior.
En muchos de los casos, el destino de toda una vida sexual define la primera experiencia. Una mujer normal logra superar las consecuencias negativas de una iniciación desafortunada y encausar satisfactoriamente su vida afectiva.
Los jóvenes no deben creer, que esto ocurre solo con las mujeres, ya que los varones también tienen problemas parecidos. La primera experiencia sexual de un adolescente suele ser habitualmente tan traumática con elementos conflictivos como de cualquier persona.
Lo que sí deberá preocuparse es en resolverlos, si realmente aspira a alcanzar una madurez sexual y psicológica.
Es bueno tomar en cuenta no enfrentar una relación total, permitiéndose con su pareja un juego sexual que excluya el coito con la prudencia de conservar la virginidad.
La decisión más trascendental de la mujer en el siglo XX significaba el matrimonio, como la entrega sublime de convertirse en el derecho natural del hombre. La virginidad es asociada al hecho muy estrechamente con la integridad del himen, membrana que cierra parcialmente el orificio vaginal.
Actualmente ya no hay una abstención en relación a un contacto prematrimonial. Sin embargo, hay mujeres que temen la reacción del futuro esposo, pensando que van desde el alivio hasta la indignación, lo que equivale a una complicación desde la primera experiencia sexual.
Hay dos aspectos que se pueden percibir con la pérdida de la virginidad, uno de ellos es el temor y la otra está asociada a la sensibilidad de la mujer. Presiente el modo de cómo ingresará en el mundo del sexo y su repercusión, esta puede ser amplia o profunda sobre su vida sexual ulterior.
En muchos de los casos, el destino de toda una vida sexual define la primera experiencia. Una mujer normal logra superar las consecuencias negativas de una iniciación desafortunada y encausar satisfactoriamente su vida afectiva.
Los jóvenes no deben creer, que esto ocurre solo con las mujeres, ya que los varones también tienen problemas parecidos. La primera experiencia sexual de un adolescente suele ser habitualmente tan traumática con elementos conflictivos como de cualquier persona.
Lo que sí deberá preocuparse es en resolverlos, si realmente aspira a alcanzar una madurez sexual y psicológica.
Es bueno tomar en cuenta no enfrentar una relación total, permitiéndose con su pareja un juego sexual que excluya el coito con la prudencia de conservar la virginidad.
viernes, 8 de mayo de 2015
Más abiertos, pero con menos relaciones sexuales
Estamos más abiertos a las relaciones sexuales prematrimoniales y a las relaciones entre parejas del mismo sexo, aunque seamos menos promiscuos que la generación anterior, según un estudio de la Universidad de San Diego, California.
Jean M. Twenge, directora del equipo de investigadores de la Universidad de San Diego, explica que, después de las personas nacidas en los años del «Baby Boom»(1940-1950 en EE.UU.), la generación de los «Millenials» (nacidos en las décadas de los 80 y los 90) es la que mayor cambio de mentalidad ha experimentado en cuanto a la aceptación de las relaciones sexualesprematrimoniales.
La aceptación de este tipo de relaciones subió desde el 42% en el año 2000 hasta un 58% en el año 2012. Además, según la misma publicación, la aceptación de las parejas del mismo sexo ha aumentado desde un 13% en 1990 a un 44% en el último año del estudio.
Según Twenge, «la generación "Millenial" es más receptiva ante la idea de las relaciones sexuales prematrimoniales que cualquier generación anterior, y sin embargo han tenido menos relaciones sexuales que los miembros de la generación X (entre los 60 y los 80)».
La directora del estudio ha explicado que para los nacidos en los años del «Baby Boom» la media de parejas sexuales es de 11,68, mientras que para los que ahora son menores de 35 años el número desciende hasta las 8,26.
El artículo pone en relación el cambio de mentalidad con el creciente individualismo cultural en los Estados Unidos. La investigadora californiana señala además que «cuando la cultura pone más énfasis en las necesidades del "sí mismo” (self) y menos en las reglas sociales, que se relajen las actitudes hacia la sexualidad es casi inevitable».
Jean M. Twenge, directora del equipo de investigadores de la Universidad de San Diego, explica que, después de las personas nacidas en los años del «Baby Boom»(1940-1950 en EE.UU.), la generación de los «Millenials» (nacidos en las décadas de los 80 y los 90) es la que mayor cambio de mentalidad ha experimentado en cuanto a la aceptación de las relaciones sexualesprematrimoniales.
La aceptación de este tipo de relaciones subió desde el 42% en el año 2000 hasta un 58% en el año 2012. Además, según la misma publicación, la aceptación de las parejas del mismo sexo ha aumentado desde un 13% en 1990 a un 44% en el último año del estudio.
Según Twenge, «la generación "Millenial" es más receptiva ante la idea de las relaciones sexuales prematrimoniales que cualquier generación anterior, y sin embargo han tenido menos relaciones sexuales que los miembros de la generación X (entre los 60 y los 80)».
La directora del estudio ha explicado que para los nacidos en los años del «Baby Boom» la media de parejas sexuales es de 11,68, mientras que para los que ahora son menores de 35 años el número desciende hasta las 8,26.
El artículo pone en relación el cambio de mentalidad con el creciente individualismo cultural en los Estados Unidos. La investigadora californiana señala además que «cuando la cultura pone más énfasis en las necesidades del "sí mismo” (self) y menos en las reglas sociales, que se relajen las actitudes hacia la sexualidad es casi inevitable».
jueves, 7 de mayo de 2015
Cómo excitar a una mujer
Recientemente en mi programa de radio hablé del tema que más le interesa escuchar a un hombre: “Cómo excitar sexualmente a una mujer”. Antes de profundizar en el tópico advertí: “El programa de hoy es para adultos, así que si su niño está presente, envíelo a jugar o tápele los oídos porque hoy les voy a revelar lo que realmente hay que hacer para erotizar a una mujer.” Sin duda, los rating masculinos rompieron record de audiencia ese día.
La mayoría de los caballeros se quejan de que su mujer nunca tiene deseos de hacer el amor y siempre tiene una excusa para evitar la intimidad: “Estoy cansada”, “Tengo que levantarme temprano” “Me duele la cabeza”, “Estoy en mi periodo”, y mil excusas más para no tener relaciones íntimas. Cuando esto sucede, el hombre trata de seducir a su pareja, abrazándola, besándola o acariciándola en sus partes íntimas. Después de todo, él sabe que cualquier acercamiento que ella haga, le ocasionaría una erección, así que deduce que ella es igual a él. Los hombres pueden excitarse sin ningún esfuerzo, ellos puede hacer el amor aún cuando no tienen deseos de hacerlo. Inclusive un hombre puede tener relaciones sexuales con alguien que no necesariamente le guste. Sin embargo, excitar a una mujer es más complicado, o por lo menos, más elaborado que excitar a un hombre, con ellas hay que ir un paso más allá. El cuerpo del hombre responde automáticamente al toque físico, pero las mujeres no son así. Las féminas a diferencia de ellos, tienen que primero ser estimuladas emocionalmente para que sientan deseos de hacer el amor.
Para excitar a las mujeres tienes que alimentar sus emociones. Si una mujer está hambrienta emocionalmente, no esperes que te desee sexualmente. ¿Cómo alimentar el corazón de una mujer? Tres palabras que comienzan con la letra “A”, Atención,
Afecto y Apreciación.
La seducción comienza mucho antes de entrar en la habitación.
Conclusión: Si quiere erotizar a una mujer, antes de tocar nuestro cuerpo, tienes que tocar nuestro corazón.
Para más motivación visita: www.MariaMarin.com
Síguela en twitter: @maria_marin
La mayoría de los caballeros se quejan de que su mujer nunca tiene deseos de hacer el amor y siempre tiene una excusa para evitar la intimidad: “Estoy cansada”, “Tengo que levantarme temprano” “Me duele la cabeza”, “Estoy en mi periodo”, y mil excusas más para no tener relaciones íntimas. Cuando esto sucede, el hombre trata de seducir a su pareja, abrazándola, besándola o acariciándola en sus partes íntimas. Después de todo, él sabe que cualquier acercamiento que ella haga, le ocasionaría una erección, así que deduce que ella es igual a él. Los hombres pueden excitarse sin ningún esfuerzo, ellos puede hacer el amor aún cuando no tienen deseos de hacerlo. Inclusive un hombre puede tener relaciones sexuales con alguien que no necesariamente le guste. Sin embargo, excitar a una mujer es más complicado, o por lo menos, más elaborado que excitar a un hombre, con ellas hay que ir un paso más allá. El cuerpo del hombre responde automáticamente al toque físico, pero las mujeres no son así. Las féminas a diferencia de ellos, tienen que primero ser estimuladas emocionalmente para que sientan deseos de hacer el amor.
Para excitar a las mujeres tienes que alimentar sus emociones. Si una mujer está hambrienta emocionalmente, no esperes que te desee sexualmente. ¿Cómo alimentar el corazón de una mujer? Tres palabras que comienzan con la letra “A”, Atención,
Afecto y Apreciación.
La seducción comienza mucho antes de entrar en la habitación.
Conclusión: Si quiere erotizar a una mujer, antes de tocar nuestro cuerpo, tienes que tocar nuestro corazón.
Para más motivación visita: www.MariaMarin.com
Síguela en twitter: @maria_marin
¿Por qué no llegas al orgasmo?
No es la primera vez que ocurre. María, nuevamente, se ha quedado sin experimentar un orgasmo. Carlos no sabe nada, ya que a ella le da vergüenza decirle que no la hace llegar. “No quiero herirlo”, cuenta ella.
Como ella, hay miles de mujeres. Los últimos datos del Kinsey Institute indican que un 20 a 30% de las mujeres no llega al orgasmo durante el coito. Pero, de acuerdo a Carol Queen, sexóloga e investigadora en Good Vibrations, una tienda de juguetes adultos y centro educativo, este número es más alto. “Creo que muchas personas no tienen idea de la cantidad de mujeres que no alcanzan el orgasmo”, explica. Y es que hablar sobre ello (incluso con las amigas) sigue siendo un tabú, además que muchas lo ven como una ‘falla’ que tienen. La pregunta es, ¿por qué son tantas las mujeres que no pueden alcanzar el clímax?
Máquinas diferentes
Lo primero que se debe saber es que la respuesta sexual humana es distinta para hombres y mujeres. Los hombres, por lo general, alcanzan el orgasmo en menos tiempo que las mujeres. Esta es la razón del desencuentro: en un coito de duración promedio, el hombre eyacula y experimenta un orgasmo a los cinco o diez minutos.
La mayoría de mujeres, en cambio, recién está “calentando motores” en ese lapso. Para colmo, de acuerdo con la sexóloga Alessandra Rampolla, solo tres de cada diez mujeres llegan al orgasmo mediante la penetración vaginal. La mayoría –tomen nota– requieren la estimulación del clítoris.
No te obsesiones con tu gran ‘O’
Muchas mujeres sienten presión por llegar al orgasmo, convirtiéndose en su única meta del encuentro sexual, lo que tiene el efecto contrario. “La mejor manera de tener un orgasmo es que no te importe tu orgasmo. Si tu mente esta distraída, y obsesionada con el orgasmo, será muy difícil tener uno”, dice Xanet Pailet, ‘sex coach’, a la revista Cosmopolitan. La clave reside en desasociar el buen sexo con el orgasmo. Si cambias esto en tu mente, y tienes como meta disfrutar el sexo, entonces no estarás pendiente del orgasmo y disfrutarás más el encuentro sexual: te liberarás y explorarás otras maneras de sentirte bien.
El sexo casual, gran culpable
El sexo casual es común hoy en día, lo que afecta al orgasmo femenino. Dos estudios del 2013 encontraron que es menos probable que una mujer ‘llegue’ en una relación ‘casual’ que en una relación seria. Y es que, cuando una mujer no esta cómoda con una pareja en particular o no tiene mucha confianza o ‘práctica’ con él, no se relaja ni disfruta. Piensa en ello: una mujer que tiene relaciones con una persona que recién conoció estará preocupada sobre su apariencia y su performance en la cama. En cambio, en una relación más seria, la mujer tiene la confianza para pedirle a su pareja que haga cierta cosa que la ayude a alcanzar el orgasmo.
“Para alcanzar el orgasmo hay que dejarnos llevar por las sensaciones y el placer. No puedes hacer esto si estas en un estado de ansiedad y tensión. Los hombres quieren que las mujeres lleguen al orgasmo, pero para nosotras no es como ‘toca el clítoris y terminamos’. Somos muy, muy diferentes a los hombres”, explica Pailet.
Demasiada conexión virtual
Un estudio global realizado por Durex encontró que muchas personas no pueden desconectarse el tiempo suficiente para tener una buena relación sexual. El estudio encontró que al menos 5% chequeó su Facebook durante una relación sexual y 10% leyó un texto en pleno encuentro. Esta estimulación visual y tecnológica elimina o restringe toda estimulación física. La solución, según expertos, está en masturbarnos, conocer nuestro cuerpo, meditar, o hacer cualquier actividad que se centre en nuestro cuerpo, no nuestros celulares.
Pensar en otras cosas
Según Rebeca Podestá, psicóloga y especialista en sexualidad, la parte mental puede interferir con el placer. Y es que el cerebro ejerce un papel fundamental durante el sexo: registra sensaciones y libera sustancias químicas que provocan buenas vibraciones por todo el cuerpo. Cualquier distracción altera el proceso de excitación, reduce los impulsos sexuales en el cerebro y baja la sensación de placer a cero. Puesto que controlar los pensamientos es algo muy complicado, lo único que puedes hacer es centrarte en lo que sientes y en cómo respondes a los estímulos y, si lo necesitas, tocarte a ti misma. Otro buen recurso es concentrarte en la respiración. Respira lentamente e intenta sincronizar tu respiración con la de tu pareja.
Este tipo de respiración yóguica ayuda a potenciar las sensaciones, además de conectarte a un nivel más profundo con tu amante.
Saltarse los juegos sexuales previos
Se ha comprobado que se necesitan unos veinte minutos de excitación para que el cuerpo femenino esté preparado para el orgasmo. Es entonces cuando el clítoris y otras partes del cuerpo están más sensibles a cualquier estímulo. Y, según indican los sexólogos, si te saltas esta fase previa te resultará más difícil llegar al orgasmo. Con un buen juego previo tendrás el mejor orgasmo de tu vida.
5 SECRETOS PARA ALCANZAR EL ORGASMO
Si quieres tener orgasmos regularmente y no sólo en ocasiones especiales, comienza a practicar estos cinco sencillos pasos, sugeridos por la sexóloga Alessandra Rampolla, que te irán convirtiendo con el tiempo en la dueña de tu placer.
Practica a solas. “Piensa en algo que te excite y empieza a explorar tu cuerpo. ¡anímate a más!”. Son las palabras de la experta quien, una vez más confirma que la masturbación es fundamental para gozar de una placentera vida sexual.
Contrae tus músculos. “Durante la excitación sexual, contrae deliberadamente los músculos de tus piernas, brazos, abdomen y pies. El aumento voluntario de la contracción a menudo facilita el orgasmo”. Trata de imitar las contracciones que tu cuerpo realiza involuntariamente cuando te estás excitando, sea viendo una escena sexual o al dejar volar tu imaginación. Si lo aprietas rodeándolo con tus piernas y tus brazos, prepararás tu cuerpo para el orgasmo.
Las mejores posturas. “Ponte arriba de él de manera que la parte superior de tu clítoris roce directamente con su hueso púbico”.
Controla el movimiento. “Toma la iniciativa e impón tu propio ritmo, durante un momento. Cierra los ojos como si estuvieses a solas, muévete de la manera que te dé más placer”.
Fortalece. “Debes ejercitar tus músculos vaginales para lograr el orgasmo. Se trata simplemente de contraer y relajar los músculos pubocoxígeos. Comienza haciendo 100 repeticiones diarias…todos los días, todos los días, todos los días”.
Los ejercicios Kegel son indicados para que las mujeres fortalezcan los músculos pélvicos con el fin de obtener mejores resultados en cuanto a placer sexual.
Como ella, hay miles de mujeres. Los últimos datos del Kinsey Institute indican que un 20 a 30% de las mujeres no llega al orgasmo durante el coito. Pero, de acuerdo a Carol Queen, sexóloga e investigadora en Good Vibrations, una tienda de juguetes adultos y centro educativo, este número es más alto. “Creo que muchas personas no tienen idea de la cantidad de mujeres que no alcanzan el orgasmo”, explica. Y es que hablar sobre ello (incluso con las amigas) sigue siendo un tabú, además que muchas lo ven como una ‘falla’ que tienen. La pregunta es, ¿por qué son tantas las mujeres que no pueden alcanzar el clímax?
Máquinas diferentes
Lo primero que se debe saber es que la respuesta sexual humana es distinta para hombres y mujeres. Los hombres, por lo general, alcanzan el orgasmo en menos tiempo que las mujeres. Esta es la razón del desencuentro: en un coito de duración promedio, el hombre eyacula y experimenta un orgasmo a los cinco o diez minutos.
La mayoría de mujeres, en cambio, recién está “calentando motores” en ese lapso. Para colmo, de acuerdo con la sexóloga Alessandra Rampolla, solo tres de cada diez mujeres llegan al orgasmo mediante la penetración vaginal. La mayoría –tomen nota– requieren la estimulación del clítoris.
No te obsesiones con tu gran ‘O’
Muchas mujeres sienten presión por llegar al orgasmo, convirtiéndose en su única meta del encuentro sexual, lo que tiene el efecto contrario. “La mejor manera de tener un orgasmo es que no te importe tu orgasmo. Si tu mente esta distraída, y obsesionada con el orgasmo, será muy difícil tener uno”, dice Xanet Pailet, ‘sex coach’, a la revista Cosmopolitan. La clave reside en desasociar el buen sexo con el orgasmo. Si cambias esto en tu mente, y tienes como meta disfrutar el sexo, entonces no estarás pendiente del orgasmo y disfrutarás más el encuentro sexual: te liberarás y explorarás otras maneras de sentirte bien.
El sexo casual, gran culpable
El sexo casual es común hoy en día, lo que afecta al orgasmo femenino. Dos estudios del 2013 encontraron que es menos probable que una mujer ‘llegue’ en una relación ‘casual’ que en una relación seria. Y es que, cuando una mujer no esta cómoda con una pareja en particular o no tiene mucha confianza o ‘práctica’ con él, no se relaja ni disfruta. Piensa en ello: una mujer que tiene relaciones con una persona que recién conoció estará preocupada sobre su apariencia y su performance en la cama. En cambio, en una relación más seria, la mujer tiene la confianza para pedirle a su pareja que haga cierta cosa que la ayude a alcanzar el orgasmo.
“Para alcanzar el orgasmo hay que dejarnos llevar por las sensaciones y el placer. No puedes hacer esto si estas en un estado de ansiedad y tensión. Los hombres quieren que las mujeres lleguen al orgasmo, pero para nosotras no es como ‘toca el clítoris y terminamos’. Somos muy, muy diferentes a los hombres”, explica Pailet.
Demasiada conexión virtual
Un estudio global realizado por Durex encontró que muchas personas no pueden desconectarse el tiempo suficiente para tener una buena relación sexual. El estudio encontró que al menos 5% chequeó su Facebook durante una relación sexual y 10% leyó un texto en pleno encuentro. Esta estimulación visual y tecnológica elimina o restringe toda estimulación física. La solución, según expertos, está en masturbarnos, conocer nuestro cuerpo, meditar, o hacer cualquier actividad que se centre en nuestro cuerpo, no nuestros celulares.
Pensar en otras cosas
Según Rebeca Podestá, psicóloga y especialista en sexualidad, la parte mental puede interferir con el placer. Y es que el cerebro ejerce un papel fundamental durante el sexo: registra sensaciones y libera sustancias químicas que provocan buenas vibraciones por todo el cuerpo. Cualquier distracción altera el proceso de excitación, reduce los impulsos sexuales en el cerebro y baja la sensación de placer a cero. Puesto que controlar los pensamientos es algo muy complicado, lo único que puedes hacer es centrarte en lo que sientes y en cómo respondes a los estímulos y, si lo necesitas, tocarte a ti misma. Otro buen recurso es concentrarte en la respiración. Respira lentamente e intenta sincronizar tu respiración con la de tu pareja.
Este tipo de respiración yóguica ayuda a potenciar las sensaciones, además de conectarte a un nivel más profundo con tu amante.
Saltarse los juegos sexuales previos
Se ha comprobado que se necesitan unos veinte minutos de excitación para que el cuerpo femenino esté preparado para el orgasmo. Es entonces cuando el clítoris y otras partes del cuerpo están más sensibles a cualquier estímulo. Y, según indican los sexólogos, si te saltas esta fase previa te resultará más difícil llegar al orgasmo. Con un buen juego previo tendrás el mejor orgasmo de tu vida.
5 SECRETOS PARA ALCANZAR EL ORGASMO
Si quieres tener orgasmos regularmente y no sólo en ocasiones especiales, comienza a practicar estos cinco sencillos pasos, sugeridos por la sexóloga Alessandra Rampolla, que te irán convirtiendo con el tiempo en la dueña de tu placer.
Practica a solas. “Piensa en algo que te excite y empieza a explorar tu cuerpo. ¡anímate a más!”. Son las palabras de la experta quien, una vez más confirma que la masturbación es fundamental para gozar de una placentera vida sexual.
Contrae tus músculos. “Durante la excitación sexual, contrae deliberadamente los músculos de tus piernas, brazos, abdomen y pies. El aumento voluntario de la contracción a menudo facilita el orgasmo”. Trata de imitar las contracciones que tu cuerpo realiza involuntariamente cuando te estás excitando, sea viendo una escena sexual o al dejar volar tu imaginación. Si lo aprietas rodeándolo con tus piernas y tus brazos, prepararás tu cuerpo para el orgasmo.
Las mejores posturas. “Ponte arriba de él de manera que la parte superior de tu clítoris roce directamente con su hueso púbico”.
Controla el movimiento. “Toma la iniciativa e impón tu propio ritmo, durante un momento. Cierra los ojos como si estuvieses a solas, muévete de la manera que te dé más placer”.
Fortalece. “Debes ejercitar tus músculos vaginales para lograr el orgasmo. Se trata simplemente de contraer y relajar los músculos pubocoxígeos. Comienza haciendo 100 repeticiones diarias…todos los días, todos los días, todos los días”.
Los ejercicios Kegel son indicados para que las mujeres fortalezcan los músculos pélvicos con el fin de obtener mejores resultados en cuanto a placer sexual.
¿Miedo a la primera vez?
Existe una variedad de fobias, pero más allá de las más comunes, como la claustrofobia o xenofobia, hay otros miedos que están relacionados con el género de la persona y su sexualidad, si quieres conocer más, sigue leyendo.
miedo al embarazo. Existen hombres y mujeres, que entre sus peores miedos barajan el primer encuentro íntimo. La sexóloga Carolina Rivero explicó que por lo general la mujer es la que teme quedar embarazada. Acotó que existe un mito que los adultos les dicen a las jóvenes que la primera relación sexual embaraza.
Intimidad. Rivero mencionó que la primera vez en cualquier situación ya sea realizar un trabajo o un deporte genera un poco de miedo, lo mismo ocurre en la primera relación sexual. A pesar de que ambos tienen deseo, ganas de aventura, de conocer algo nuevo y hasta ansiedad, temen la penetración, se preguntan ¿me va a doler? ¿voy a salir lastimada? ¿voy a sangrar? "este miedo tiene más sentido en las mujeres porque va a entrar una cosa en su cuerpo que ella no sabe". Asimismo, agregó que en realidad el hombre está más pendiente a su rendimiento, se pregunta ¿será que tengo capacidad suficiente para satisfacer a una mujer?
Violación. La especialista señaló que hay personas que han sufrido un trauma no solamente violación, tal vez cuando era niño o niña vio cuando dos personas estaban teniendo una relación sexual, eso se le quedó en su mente y se convirtió en un hecho traumático porque a su corta edad no entiende qué es. También puede ser que tenía hermanos mayores que le mostraban pornografía, eso le da como cierta aversión, "porque no es lo mismo que un adulto mire pornografía a que un niño lo haga", acotó.
Ignorancia. Cuanto más ignorancia sexual tenga una persona, va a tener más miedo. Mientras más informada esté, no quiere decir que va a perder el miedo, pero no va a ser tan marcado como una persona que no tiene ni idea, sostuvo la profesional. La sexóloga Liliana Zabala señaló que las personas que tienen miedo a hablar de temas relacionados con la sexualidad es porque aún existen prejuicios, "por milenios nos han mentido diciendo que el sexo y la sexualidad son un pecado".
¿Qué puede hacer la pareja? Ambas expertas coincidieron al recomendar que si existe miedo no es obligatorio que tengan un encuentro sexual, pueden posponerlo o tener algo más tranquilo con caricias y nada más. "Muchas hombres para tranquilizarlas les dicen que no les va a pasar nada, que él lo tiene todo bajo control, esto no funciona, porque el miedo sigue ahí en el cuerpo". Zabala, puntualizó que la pareja debe crear un clima de confianza e ir paso a paso y sin prisas, nunca se tiene que obligar a tener un encuentro íntimo, así mismo agregó que deben esperar a que ambos estén preparados.
miedo al embarazo. Existen hombres y mujeres, que entre sus peores miedos barajan el primer encuentro íntimo. La sexóloga Carolina Rivero explicó que por lo general la mujer es la que teme quedar embarazada. Acotó que existe un mito que los adultos les dicen a las jóvenes que la primera relación sexual embaraza.
Intimidad. Rivero mencionó que la primera vez en cualquier situación ya sea realizar un trabajo o un deporte genera un poco de miedo, lo mismo ocurre en la primera relación sexual. A pesar de que ambos tienen deseo, ganas de aventura, de conocer algo nuevo y hasta ansiedad, temen la penetración, se preguntan ¿me va a doler? ¿voy a salir lastimada? ¿voy a sangrar? "este miedo tiene más sentido en las mujeres porque va a entrar una cosa en su cuerpo que ella no sabe". Asimismo, agregó que en realidad el hombre está más pendiente a su rendimiento, se pregunta ¿será que tengo capacidad suficiente para satisfacer a una mujer?
Violación. La especialista señaló que hay personas que han sufrido un trauma no solamente violación, tal vez cuando era niño o niña vio cuando dos personas estaban teniendo una relación sexual, eso se le quedó en su mente y se convirtió en un hecho traumático porque a su corta edad no entiende qué es. También puede ser que tenía hermanos mayores que le mostraban pornografía, eso le da como cierta aversión, "porque no es lo mismo que un adulto mire pornografía a que un niño lo haga", acotó.
Ignorancia. Cuanto más ignorancia sexual tenga una persona, va a tener más miedo. Mientras más informada esté, no quiere decir que va a perder el miedo, pero no va a ser tan marcado como una persona que no tiene ni idea, sostuvo la profesional. La sexóloga Liliana Zabala señaló que las personas que tienen miedo a hablar de temas relacionados con la sexualidad es porque aún existen prejuicios, "por milenios nos han mentido diciendo que el sexo y la sexualidad son un pecado".
¿Qué puede hacer la pareja? Ambas expertas coincidieron al recomendar que si existe miedo no es obligatorio que tengan un encuentro sexual, pueden posponerlo o tener algo más tranquilo con caricias y nada más. "Muchas hombres para tranquilizarlas les dicen que no les va a pasar nada, que él lo tiene todo bajo control, esto no funciona, porque el miedo sigue ahí en el cuerpo". Zabala, puntualizó que la pareja debe crear un clima de confianza e ir paso a paso y sin prisas, nunca se tiene que obligar a tener un encuentro íntimo, así mismo agregó que deben esperar a que ambos estén preparados.
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