El fenómeno de los híper-padres o padres “helicóptero” está en expansión. Tanto nos hemos preocupado por apoyar a nuestros hijos, que podemos estar saboteando su crecimiento.
Los papás helicópteros permanecen inmóviles en el aire alrededor de sus hijos, evitando que pase cualquier influencia externa y previendo todo peligro; los sobreprotegen y se sienten orgullosos de su nivel de compromiso.
Por instinto maternal y paternal, los padres nos programamos a anticipar todas las necesidades y deseos de nuestros hijos. Padecemos el síndrome del “antes de”: “Antes de que se caiga; antes de que se lastime; antes de que repruebe”, etc.
Sin embargo, a veces exageramos. Con el afán de proteger a los hijos de todo, les privamos de la valiosa experiencia de equivocarse. Ser buen padre no es evitar todo posible fracaso o sufrimiento para nuestros niños, sino apoyarlos para que enfrenten retos y los conquisten.
En tu vida de papá o mamá, para dejar crecer a tu hijo, practica el auto control de la siguiente manera.
CONOCE LAS LIMITACIONES
Tuyas, de tu hijo y del ambiente.
En primer lugar, no puedes controlar todo. Tienes que darte cuenta que habrá ocasiones en que tú no estarás presente para proteger a tu hijo, y por lo tanto es necesario enseñarle a cuidarse a sí mismo.
Luego, tienes que conocer a tu hijo y saber de qué pie cojea. Respeta sus talentos y sus debilidades. Por ejemplo, si a tu hijo le cuesta trabajo orientarse no lo vas a dejar solo en un lugar desconocido porque se puede perder.
También debes conocer los ambientes en donde se desenvuelve tu hijo.
Aunque tú no puedes ir a la escuela con él, debes estar familiarizado con los maestros y las reglas para saber que es un lugar seguro, aunque no perfecto. Puedes esperar que haya supervisión, al mismo tiempo que sepas que tendrá que defenderse de vez en cuando.
Controla las siguientes obsesiones.
LA LIMPIEZA
Ningún niño se muere por ensuciarse. Al contrario. En edad preescolar, por ejemplo, los niños conocen el mundo por medio de sus sentidos, y el poder tocar y manipular diferentes texturas (pintura, gelatina, aceite, espuma de rasurar) les ayuda a aprender, si los padres se lo permiten.
Como papá o mamá también es importante liberarte de tus altos estándares de limpieza para permitir a los hijos ayudar con los quehaceres de la casa. Aunque no quede igual la recámara que cuando tú la hagas, deja que tu hijo limpie su propio espacio, para que aprenda a ser responsable.
La ropa perfecta. Si tú tienes un gusto exquisito para combinar colores y estilos en tu propia ropa, tendrás que frenarte las ganas de vestir a tu hijo como si fuera tu maniquí.
Desde edad temprana, es muy importante permitir que él tome algunas decisiones propias y escoger sus prendas (entre dos o tres opciones controladas por ti, si quieres) es una forma de practicar la autonomía y desarrollar sus propios gustos.
LA PROEZA FÍSICA
No puedes someter a tu hijo a un estándar de proeza física que está hecha para adultos. Puede participar en muchos deportes sin ser campeón olímpico. Ni siquiera debe importar si gana o pierde.
Los niños desarrollan su cuerpo y sus habilidades físicas por medio de la práctica, por ensayo y error. No puedes meterte a sus juegos o competencias exigiendo el éxito, sin permitir que se diviertan y aprendan.
LA PERFECCIÓN ACADÉMICA
Para que tu hijo aprenda a ser buen estudiante, hace falta la paciencia. Es importante gozar el proceso de descubrir conocimientos nuevos. Es valioso probar, equivocarse y volver a tratar.
Por lo tanto, los papás tienen prohibido arrancar hojas del cuaderno de la tarea o (¡Dios me libre!) volver a hacer lo que el niño hizo mal.
LA COMPETENCIA
Tal vez los papás estemos acostumbrados a competir en el mundo de los negocios, donde nuestra supervivencia puede depender de la capacidad que tenemos para ganar a los demás.
Sin embargo, nuestros hijos están en una etapa de desarrollo en la que la cooperación y la colaboración son su reto.
Sobre todo en casa, tu hijo debe sentirse cómodo con la seguridad que es aceptado incondicionalmente. No tiene que ganar ninguna carrera ni competencia para tener tu apoyo, cariño y ayuda inmediata.
RELÁJATE
Si tu hijo llora, no te alarmes. Es normal que a veces lloren los niños. Si se cae, se equivoca, pierde o hace el ridículo, ¿qué puede pasar? Es un niño que tiene el derecho de esperar paciencia y aceptación de parte de los adultos más importantes en su vida.
Entonces, con tu actitud tranquila enséñale a levantarse, a volver a tratar y a esforzarse aun más para alcanzar sus sueños. Hay tiempo.
También hay tiempo para ti. No eres perfecto, y puedes aprender a ser mejor papá o mamá, siempre y cuando hayas establecido la regla de la tolerancia en casa. Aprender a aceptar a los demás con sus cualidades, defectos y propias etapas de desarrollo es una lección valiosa.
DISFRUTA
Acepta a tu hijo como es, en este momento de su desarrollo y goza tu tiempo con él. Permite que cometa sus propios errores, que sufra sus propios desengaños y que descubra y escoja sus propios gustos y amigos.
Deja un poco de distancia entre tú y tu hijo para que los dos puedan respirar a gusto. Si tú confías en él y no te metes a corregir todo lo que hace, tendrá la confianza de acercarse a ti por voluntadasu propia.
Regala autonomía a tu hijo
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