La vida de pareja tiene ventajas muy positivas sobre la salud y el bienestar. Según investigaciones científicas, las personas casadas o en pareja padecen menos enfermedades cardiovasculares, cánceres, depresión, neumonía, gripe o afecciones del hígado y de los pulmones. Asimismo, los individuos casados que nunca se han divorciado tienen una mejor salud y poseen un mayor equilibrio mental, mientras que los divorciados son más sujetos a sufrir de enfermedades crónicas o de depresión. Además, vivir en pareja es sinónimo de vejez. De hecho, los solteros tienen una esperanza de vida más corta.
Por otro lado, la vida conyugal permite vivir mejor gracias a que los cónyugues comparten momentos de tristeza y de felicidad, además de las tareas domésticas. En cuanto a la sexualidad, el hecho de tener una vida sexual realizada alivia el insomnio, disminuye los dolores menstruales, aumenta la circulación sanguínea, protege el sistema cardiovascular y refuerza la inmunología del cuerpo.
Sin embargo, es importante destacar que estos beneficios son válidos solamente para las parejas que tienen una relación sana. Para esto, es primordial comunicar, adaptarse uno al otro, tener su intimidad y autonomía, pero también, ser generoso hacia su cónyugue, escucharlo, tener proyectos en común y una sexualidad óptima. De hecho, tener una vida de pareja llena de discusiones y reproches puede provocar el efecto contrario sobre la salud, es decir, aumentar los riesgos de desarrollar una enfermedad cardiovascular, sufrir de depresión, incrementar el estrés, entre otros. Además, si tienen hijos, estos momentos de tensiones recurrentes son nefastos para ellos. En estos casos, se puede intentar mejorar la relación o decidir acabarla.
Finalmente, H. Jackson Brown, publicista, escritor estadounidense y famoso por sus libros sobre motivación personal, nos dice: “Elige a tu pareja con mucho cuidado; de esta decisión dependerá el 90 por ciento de toda tu felicidad o tu tristeza; pero después de elegir cuidadosamente, el trabajo apenas empieza”. Nunca olvides que una vida conyugal necesita trabajo cotidiano para mantenerla saludable y así convivir de la manera más agradable.
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