¿Con quiénes nunca se debe estar?

"La carne es débil" es la excusa más escuchada al momento de justificar estos deslices políticamente incorrectos. Te contamos por qué te conviene evitar la tentación. La pareja de tu amiga/o. ¡Prohibidísimo! Sea novia/o, esposo/a, o, incluso, un/a ex, no importa: lo único que se gana es un problema y lo mucho que se pierde es una amistad. Algo extremadamente más importante que un buen rato en un hotel. Tu jefe/a. El poder atrae y seduce, es verdad. Lo que también es verdad es que te vas a sentir incómoda al día siguiente cuando, a las 8 de la mañana, le tengas que llevar el café. Tu ex. ¡¿Para qué?! Muchas veces, el lema “más vale malo conocido que bueno por conocer” guía nuestros instintos y nos lleva a la cama equivocada. También, puede suceder que el “enganche sexual” haya sido muy intenso. Sin embargo, volver a tropezar con la misma piedra es malo. Alguien que está casado/a. Ser la segunda opción nunca es agradable. Además, los riesgos de enamorarse son altos y las probabilidades de que termine bien, son demasiado bajas.