EXPERIENCIAS DE AMOR VIVIR UNA EXPERIENCIA
El miedo a enamorarse es algo
normal, sobretodo cuando has
sufrido desengaños amorosos.
En un artículo publicado en la revista on linePsychology Today, escrito por la psicóloga Lisa Firestone -especialista en relaciones de pareja y familia-, la experta responde a este contradictorio sentimiento, que florece en algunas personas, cada vez que inician una nueva relación.
“Lo que sucede es que nos da miedo vivir realmente el amor. A veces somos más conscientes de este miedo, otras, no tanto”, afirma.
En ese sentido, asegura que “todos” albergamos defensas que creemos que nos protegerán de ser lastimado y que éstas se puede manifestar a través de los miedos, tanto al inicio como en etapas posteriores de la relación.
“Hay que tener cuidado porque estas defensas y miedos pueden ofrecer una falsa ilusión de seguridad, y lo más dañino es que también son las mismas que nos impiden alcanzar la cercanía que deseamos tener con el otro amado”, explica Firestone.
Para Ana Garrido Cruz, psicóloga
del Centro Médico Misalud Mental
este miedo aparece con mayor realce, cuando la persona tiene una sensación de fracaso, inseguridad y con una autoestima debilitada, ligada a una relación anterior.
“Existe un recuerdo de dolor o frustración que puede producir una especie de desconfianza acerca de uno mismo, tanto en la capacidad de amar, como en la posesión de atributos que lo hagan a uno digno de ser amado”, indica la profesional chilena.
Pero también cuestionarse en forma constante sobre ¿para qué volver a vivirlo si está destinado al fracaso?, y afirmar reiteradamente: “ya no creo en el amor” o definitivamente, “no me quiero volver a enamorar”.
Ahora, la psicóloga explica que estos son miedos que tienen su origen en experiencias tempranas, que acontecen durante la niñez y que están relacionadas con la dificultad de amar o el sentirse amado dentro del entorno socio-afectivo en que la persona vivió, y no tanto a experiencias de enamoramiento posteriores.
De todas maneras, destaca que no hay que olvidarse que las relaciones amorosas representan una avalancha de desafíos. Y, por lo tanto, la recomendación de las especialistas es aprender a reconocer nuestros miedos, descubrir de dónde nacen y qué hacer para tratarlos, y lograr tener una relación satisfactoria a largo plazo.
Además, lo más sabio será comenzar a tomar estos miedos como estrategias personales de auto-boicot y entender que la capacidad de amar a otros, “se relaciona con la armonía consigo mismo, con el ser capaz o el estar habilitado para el buen contacto con uno mismo”, subraya la psicóloga de Misalud Mental.
LAS SIETE RAZONES
Para entender el miedo que causa el amor, la psicóloga Ana Garrido Cruz entrega una lista con las principales
siete razones y creencias que ocasionan pánico y ganas de salir corriendo del amor.
1. El verdadero amor nos hace sentir vulnerable: amar de verdad implica estar constantemente frente a otro, el cual nos reflejará tal como somos, y estaremos expuestos y sin máscaras. Esto da miedo, pero al aceptarlo disminuye su intensidad.
2. Un nuevo amor resucita las heridas del pasado: puede ser que pase en algunos casos. No obstante, también hay que darse la oportunidad de vivir el amor de una manera distinta y hasta reparadora de esos dolores. Todo depende del grado de evolución que se tenga y el cómo se hayan elaborado las experiencias pasadas.
3. El amor desafía una antigua identidad: si sientes esto es porque tu actual “identidad” es frágil, y en tal caso, el nuevo amor lo estás tomando como un “desafío” relacionado con tus carencias, más que con lo que te sucede realmente con la actual pareja. Es decir, es un miedo personal.
4. Con la verdadera alegría viene el dolor real: esta razón se da cuando existe una tendencia a polarizar las experiencias, lo cual no ayuda para nada. Para salir de esta creencia, debes aprender a equilibrar y armonizar la co-existencia de las experiencias y sentimientos positivos y negativos a la vez.
5. El amor es a menudo desigual: para traspasar este temor, hay que entender que el “ritmo” en que evolucionan los afectos es algo muy personal y subjetivo. Pero no impide que dos personas en una relación puedan tender a trabajar en la búsqueda de la vivencia de estar “igualados”.
Ahora, es poco aconsejable andar midiendo y comparando porque eso causa inseguridad en ambos lados.
6. Las relaciones pueden romper la conexión familiar: una relación afectiva y un enamoramiento intenso pueden incitar un cambio importante en la forma de vida, creencias, hábitos, etc. Y tal vez, este cambio sea poco compatible con el estilo y el aprendizaje que se trae desde el ambiente familiar. Es una disyuntiva que se tiene que resolver para que no se convierta en un miedo paralizante.
7. El amor suscita temores existenciales: cuando el amor es genuino, honesto y verdadero te hace enfrentar abiertamente el dilema de la existencia y te preguntarás: quién soy, qué puedo dar en la vida, qué quiero, qué merezco recibir, etc.
Es decir, cuál es el sentido de tu vida y qué significa para ti estar con esa pareja. Pero no hay por qué temerle a esas preguntas; un verdadero enamoramiento implicará un crecimiento “obligado” como persona, y el afrontar este tipo de temores, te hará tener una existencia plena y diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario