Cada vez hay más evidencias que confirman que un buen beso es mucho más que una fuente de placer inmenso. Hoy en día, existen poderosos argumentos que hablan de beneficios al besar que pocos hubiesen imaginado.
De hecho, besar es uno de los actos más placenteros para la persona. Esto sucede porque los labios son una de las zonas del cuerpo con más neuronas sensoriales. Por eso captan más sensaciones y pueden generar más placer que otras zonas como los genitales, con menos neuronas de este tipo. Así es. La ciencia lo ha demostrado como señala la sexóloga Helen Fisher.
Según esto, un beso puede desatar una poderosa corriente. Estas neuronas envían información al cerebro, que libera un potente cóctel de hormonas y neurotransmisores: dopamina, adrenalina, noradrenalina, serotonina, testosterona; sustancias muy implicadas en el placer, el deseo, el refuerzo de vínculos emocionales y el deseo de repetir la experiencia una y otra vez.
Estas reacciones en el cerebro son muy similares a las de una droga, pero hay una diferencia. Ésta sí es beneficiosa para el organismo y para la mente.
También se ha demostrado que besar con frecuencia fortalece la relación de pareja.
Especialistas como Helen Fisher señalan que esta costumbre suele disminuir. Poco a poco las parejas dejan de besarse. Según parece no hay dudas. La distancia amorosa empieza por la distancia física.
Besar también ha mostrado ser un método muy eficaz para comunicarse sin palabras.
Según parece, un beso muestra lo que sentimos mejor incluso que un buen discurso.
Fisher demostró que al besar se expresa la intensidad de nuestro afecto y la compatibilidad con la pareja. Es una buena noticia para quienes les cuesta hablar de sentimientos.
Ojo con el mal beso
Pero cuidado. Según G. Gallup, un mal beso puede alejarnos irremediablemente de la pareja: "Hay muchas fuerzas que pueden conectar a dos personas, pero un mal beso, sobre todo si es el primero, puede destruir la relación”. En cerca de un 50% de los casos así sucede.
Pero besar no sólo ayuda a la comunicación en pareja, también con amigos y conocidos. Y algo aún más complicado: con hijos adolescentes.
Otros estudios con adolescentes demostraron que estos entienden que un beso de sus padres significa "te quiero” o "me alegro de que hayas llegado”.
Estudios con adultos demostraron que cuando se recibe un beso o abrazo se siente el deseo de transmitir afecto, respeto, cercanía y aprecio.
"Es fantástico saber que hay un medio eficaz para que puedan recibir ese mensaje”, sostiene Helen Fisher en T he American Journal of Medicine.
También se comprobó que permitir contacto físico a través de un abrazo, un fuerte apretón de manos o un beso, mejora las relaciones, aumenta la sensación de plenitud y felicidad.
Fisher sugiere que las sociedades con más contacto físico, que más se besan, son más felices.
Que se besen
Estudios Gracias a estudios como los realizados por la empresas Greatrex o Valdizán también se sabe que crecer en entornos con mucho afecto y contacto físico contribuye a un mejor desarrollo funcional y estructural de algunas regiones del cerebro, fundamente del cerebro social.
Saludar Los que se despiden diariamente de su pareja con un beso viven hasta cinco años más.
Cariño Otras investigaciones confirman que besar y tener contacto físico es fundamental en niños, enfermos y prematuros que sienten una necesidad especial de afecto.
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