Es el típico argumento de película de Hollywood: la protagonista, simpática y dulce, se enamora del chico duro. Mientras su mejor amigo, débil y escuálido –aunque muy bueno–, entierra en timidez el amor que siente por ella. Se trata de un argumento que salta de las pantallas a la vida de muchos jóvenes que se pueden reconocer en el personaje interpretado por Jesse Eisenberg en Adventureland (2009).
Ahora la ciencia da la razón a Hollywood. Un estudio publicado por la revista Personality and Social Psychology Bulletin puso de manifiesto que los hombres se sienten atraídos por las "buenas chicas”. "Pero al revés no ocurre igual, pues ellas no se interesan por los buenos chicos en un primer encuentro”, según ABC.es.
Un grupo de investigadores ha estudiado el mecanismo que explica por qué los intereses sexuales al conocer a una persona del género opuesto difiere entre hombres y mujeres.
El experimento fue el siguiente: se escogió a un grupo de 120 jóvenes voluntarios y se los dividió por sexo. Después se les iba emparejando aleatoriamente entre ellos con la única condición de que no se conocieran. Los investigadores les preguntaron por el interés sexual que les despertaba esa "cita a ciegas”, ante la posibilidad de que se pudiera extender en el tiempo y cómo les gustaba su nueva "pareja” según esa primera impresión.
Los investigadores buscaban características que definieran lo que para ellos era la clave: la "sensibilidad”. Lo explicaron así, según Newsweek: "una característica que las parejas buscan según sus valores y también los apoyos que quieren. También la propia imagen que cada uno tiene de sí mismo y lo dispuesto que está cada uno a cambiar en las relaciones”. Los investigadores pretendían usar la definición para entender lo que hombres y mujeres buscan en sus posibles parejas.
Esa definición de "sensibilidad” es la clave para mantener una relación a largo plazo, según el investigador Gurit Birnbaum. Sin embargo, las respuestas que han encontrado los investigadores son curiosas. La "sensibilidad” no es necesariamente importante en un primer encuentro. Es más, muchas veces es justo lo contrario.
Los investigadores se centraron en si los sujetos encontraban deseables a las parejas que les presentaban, teniendo como parámetro clave esa "sensibilidad”. Así encontraron que las mujeres que los hombres encontraban atractivas eran percibidas como "sensibles” y que eso les hacía parecer a sus ojos más "femeninas y atractivas”.
Las mujeres que participaron en el estudio, sin embargo, no encontraban a los hombres "sensibles” atractivos. Aunque aclaran, no por parecer sensibles son menos masculinos.
El resumen y la conclusión: en un primer encuentro, siempre guiados por las primeras impresiones, los hombres prefieren a las "buenas señoritas”, mientras que las mujeres piensan que los chicos buenos no tienen gracia.
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