Muchos pueden ser los factores que, en ocasiones, interfieren con nuestras ganas de tener sexo: cansancio, insomnio, estrés, ansiedad, incluso anemia. Todos estos argumentos son válidos para decir que no. Sin embargo, cuando esta situación se vuelve constante quizás afecte nuestra relación de pareja en la cama.
El deseo sexual, según indica la sexóloga Carolina Rivero, es un instinto que todos poseemos y que cada uno de acuerdo a sus circunstancias lo activa o no. Sin embargo, para muchas mujeres el sexo y el placer son restringidos y autocensurados, como indica Alejandro Velarde.
El sexólogo comenta que existe una serie de mitos en torno al sexo. “Por cuestiones sociales y culturales en un alto porcentaje la gente asocia más al hombre que a la mujer con la actividad sexual y esto hace que muchas no se den permiso para el placer”.
Profecía autocumplidora
En el caso de las mujeres, de acuerdo a investigaciones realizadas por la estadounidense Rosemary Basson, se ha determinado que las relaciones sexuales femeninas tienen múltiples factores emocionales.
Rivero así lo explica: “Un encuentro sexual satisfactorio, biológica y emocionalmente va a propiciar en la mujer que la siguiente relación sea positiva y esto entra en un círculo positivo. Por el contrario, si fue negativo o neutral la predispone a que los siguientes encuentros sean similares”.
Cada encuentro sexual cuenta y es así como nace lo que Velarde define como la profecía cumplidora. “Cuando la mujer tiene poca expectativa de la relación sexual hace que el nivel sea bajo, porque ella no se da permiso para el placer. Actúa en función de su pareja, de la manera como él quiere y muchas veces sin disfrutar del encuentro. Es decir, yo tengo una expectativa de lo que va a suceder y hago que suceda de ese modo”, precisa.
La apatía sexual está asociada a múltiples causas. Para Carolina Rivero, una de las principales es la ausencia de vínculos emocionales con la pareja. “La falta de conexión emocional sobre todo de parte de los hombres con ellas hace que se produzcan este tipo de problemas. Ellos creen que su tarea principal es lograr que la mujer tenga un orgasmo y eso lleva a muchas mujeres a fingir para satisfacer al otro. Ella no está satisfecha y no hay un disfrute de la relación sexual. Esta desconexión se da porque la mujer no se siente consentida, ni valorada y es un camino en reversa dentro de lo que es la sexualidad en pareja, porque lleva a un desgaste que puede repercutir en la falta de deseo sexual”, asegura.
La baja autoestima y la rutina, son también factores apagan las ganas.
“Los pensamientos que tiene la mujer durante la relación sexual influyen mucho, como si ella no se encuentra atractiva o si está pensando en su desempeño. Por eso es importante que la relación sea más que solo penetrar, eyacular y ya”, resalta.
Reenamorate
La monotonía sexual lleva a la falta de deseo, coinciden los sexólogos, por lo que recomiendan plantear soluciones en pareja.
“Salgamos, hagamos cosas juntos no solamente en la cama.
Atención hacia el otro. Eso se necesita”, recomienda Rivero.
Si pese a esto la situación no mejora busquen a un profesional porque el éxito en la cama va a repercutir en todo lo demás.
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