LOS CASOS CRECEN ALARMANTEMENTE | EL CUTTING CONSISTE EN CORTARSE LA PIEL CON EL FIN DE SUFRIR FÍSICAMENTE PARA ALIVIAR UN DOLOR EMOCIONAL, ENTRE OTRAS COSAS. SI NO ES DETECTADO Y TRATADO, ES PELIGROSO.
Es una de las adicciones que está creciendo entre los adolescentes y consiste en el autoflagelo bajo el argumento de no poder afrontar sentimientos. Al respecto el psicólogo Germán Burgoa de SEDEA (Servicios de diagnóstico y Estimulación del Aprendizaje), asegura que se puede considerar el Cutting como un trastorno emocional dirigido a liberar tención por medio de cortes, como un intento de bajar los montos de ansiedad, debido a conflictos que las personas, sobre todo los pre-adolescentes y adolescentes, no pueden manejar de manera efectiva mediante mecanismos adecuados de adaptación y solución de problemas.
“Se considera un acto compulsivo teñido de fuertes montos de agresividad y frustración contenida que encuentran una forma de escape mediante la sensación y percepción de dolor, así como la necesidad encubierta de rebelarse contra modelos rígidos establecidos en su entorno inmediato generalmente familia y colegio”, explica el especialista.
Se ha tratado de relacionar el cutting como una moda entre jóvenes de 12 años adelante siendo esta concepción un peligro, ya que este trastorno está asociado a otras patologías emocionales que a la larga pueden derivar en un deterioro progresivo de sus potencialidades y expectativas de desarrollo personal, por lo que jamás se debe minimizar la importancia de una intervención temprana y su resolución desde un enfoque terapéutico integral y multidisciplinario.
“En la mayoría de los casos se pueden encontrar rasgos o tendencia depresivas, estados profundos de tristeza y melancolía, deterioro de la autoestima, sin embargo cada una de estas patologías deben ser debidamente diagnosticadas y diferenciadas unas de otras hasta coincidir con el diagnóstico para el diseño de un tratamiento adecuado”, dice Burgoa.
CAUSAS Y DESENCADENANTES
Burgoa asegura que se debe diferenciar entre las causas del trastorno y los desencadenantes. Las causas están enmarcadas en una perspectiva histórica en la que se debe tomar en cuenta las relaciones socio afectivas sobre todo al interior del núcleo familiar que van perfilando a la persona desde su más tierna infancia al desarrollo de diferentes patologías entre las cuales se pueden mencionar al Cutting.
“Desde esta perspectiva se toma en cuenta el ambiente donde el niño se desarrolla como el principal agente para la manifestación de este trastorno entre los que se encuentran: sistemas familiares disfuncionales, modelos educativos extremadamente rígidos en los que predominan los extremos, exceso de sobreprotección, descalificación y deterioro de la autoestima mediante el uso de adjetivos calificativos negativos, modelos de alta exigencia en las que perspectivas de rendimiento son inalcanzables para los niños y adolescentes, agresividad, castigo físico y/o emocional, etc.”, explica.
En cambio los desencadenantes son, generalmente, situaciones vivenciales actuales que de alguna manera propician la emergencia de los síntomas y que están relacionadas con el entorno social y las actividades que los preadolescentes y adolescentes desarrollan cotidianamente, tales como: los conflictos con los compañeros, decepciones amorosas, malas relaciones con las figuras parentales o las que ejercen autoridad, bajo rendimiento escolar, modelos a seguir, etc.
Es importante recalcar que el tratamiento no debe atacar simplemente a los desencadenantes o a los síntomas sino a las causas que como ya se indicaron anteriormente se encuentran enmarcadas en la historia afectiva de la persona, dice Burgoa.
¿UN FENÓMENO ACTUAL?
Una de las características de este trastorno es que los chicos y chicas comprometidas no hablan del problema con sus padres, siendo esta la mayor dificultad para detectar este trastorno. Por el contrario suelen agotar todos los recursos para que nadie se percate del problema que padecen.
Sin embargo así como otras alteraciones como el TDA-H, los trastornos específicos de aprendizaje (dislexias, digrafías) existen y han existido siempre.
“Hoy en día el conocimiento de estas patologías y los medios de comunicación masiva como el internet y las redes sociales han puesto en evidencia una problemática a la que se puede identificar con nombre y apellido, dando más oportunidades de detectar y tratar de manera precoz con mejores resultados”, asegura.
Según el reportaje de EFE “Cutting: heridas que no cierran”, los casos alrededor del mundo, han crecido de forma alarmante en los últimos años. Por ello es un asunto que merece mucha atención no sólo a nivel de detección sino de prevención.
En cuanto al género, el especialista asegura que existe una tendencia a ser más frecuente en mujeres en el rango de los 12 a los 25 años, sin embargo en la actualidad el reporte de Cutting en varones ha aumentado considerablemente, aunque en Bolivia no se cuenta con datos estadísticos.
SÍNTOMAS PARA ESTAR ALERTA
Los síntomas más comunes son:
Cambios espectaculares de conducta
Estados emocionales alterados, pasan de la alegría a la tristeza con mucha facilidad
Agresividad y conductas de enfrentamiento
Aislamiento, tanto en el ámbito familiar como escolar (social)
Perdida de intereses: deportivos, culturales, artísticos, etc. o a los que antes estaban acostumbrados a practicar.
Interés por los temas relacionados al cutting ya sea mediante redes sociales, internet o grupo de pares.
Bajo rendimiento escolar
Baja autoestima, autoconcepto y autopercepción
Intento de cubrir las lesiones mediante el uso de adornos y/o ropa
Asociación a otras patologías como; anorexia, bulimia, bullyng, etc.
Aparición de tendencias o síntomas propios de depresión.
“Toda esta sintomatología debe ser evaluada y corroborada por un especialista en el ámbito de salud mental”, asegura el psicólogo.
PELIGROS DE NO TRATAR
“El peligro mayor es que como este tipo de patología aparece en una edad muy temprana y determinante en la formación de la estructura de personalidad, ésta se puede ver seriamente comprometida, dando lugar a la emergencia de patologías graves que deterioren o incluso anulen las habilidades y capacidades determinando de esta manera un fracaso en los diferentes ámbitos de relación tales como: el ámbito escolar, la relaciones afectivas y de pareja, la formación de una propia familia, problemas en el ámbito laboral, la asociación con el consumo de drogas, alcohol y relaciones sexuales precoces e irresponsables, hasta el riesgo y compromiso de la salud, la vida y la muerte.
“Toda tendencia a la autodestrucción sumada a depresión o estados de ansiedad o angustia severos pueden terminar comprometiendo la vida de la persona, sin embargo en principio el Cutting no tiene como intención fundamental el suicidio por lo que las posibilidades de que esto ocurra son menores, siempre y cuando se realice un abordaje temprano de detección y terapia”, dice.
Especialistas en el tema coinciden en que esta forma de autoagresión es un intento desesperado por mostrar a los demás como se sienten, un grito silencioso de ayuda.
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