Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
lunes, 13 de febrero de 2017
El duelo tras una ruptura
¿Quién no le teme a una ruptura sentimental? Quizá todos, o al menos una gran mayoría. Y es que a la sola idea de pensar en poner fin a una relación, sobre todo cuando se trata del “amor de tu vida” o de un enamoramiento largo y peor aún cuando se trata de terminar con el matrimonio, genera muchos miedos. Por ello, la ruptura de una relación sentimental es, en definitiva, una de las situaciones a las que más temen las mujeres. Sin embargo, inevitablemente, la mayoría de las personas pasa por esto en algún momento de su vida.
Si bien la forma en que se encara tiene mucho que ver con la personalidad de cada uno, para todos es duro ya que supone una pérdida personal que viene acompañada de cambios emocionales fuertes, se da una cierta inestabilidad anímica y surgen algunos sentimientos como tristeza, sensación de vacío, culpa, rabia y hasta miedo.
Sin embargo, superar una ruptura amorosa es sólo cuestión de tiempo, al menos así lo afirma un estudio llevado a cabo en la Universidad de Binghamton en Nueva York y la University College de Londres que ha sido publicado en la revista Evolutionary Behavioural Sciences.
Esta investigación ha revelado que se requiere de un tiempo comprendido entre seis meses y dos años para cerrar la herida de una relación. Dependiendo de ciertos aspectos particulares como cuánto tiempo duró la relación y el nivel de implicación, el proceso de superación será más corto o más largo, pero dos años -en los casos más extremos- debería ser más que suficiente para conseguir pasar página y comenzar de nuevo. En estos tiempos, ello implica dejar de seguir la vida de la ex pareja en las redes sociales.
Cabe mencionar que en el proceso habrán días mejores y peores, y a veces, lo que ya se creía superado, no parece estarlo. Lo importante es que si estás ante esta situación, comprendas que no te sentirás así por siempre y que si quieres recuperarte pronto, debes poner de tu parte; tu recuperación dependerá, en gran medida, de tu actitud y acciones.
¿Un duelo?
Al tiempo que toma superar una ruptura, se lo entiende como un duelo, por supuesto no el peor de todos pero sí lo es y así se lo vive.
“En Psicoanálisis llamamos duelo a la etapa posterior a la pérdida del ser querido, no necesariamente porque esa persona ha muerto, sino porque existe la “muerte” de la relación, la pérdida del ser amado o la pérdida de la relación amorosa, por lo tanto existe un tiempo donde se lleva el recuerdo latente del ser querido”, explica Cristina Rubín de Celis E., psicóloga de Psicoconsultin y docente de la UMSS.
“En esta etapa es importante saber que las amistades, el círculo social y la familia juegan un papel importante ya que de alguna manera contienen a la persona que atraviesa por la ruptura”, dice Rubín de Celis.
En cuanto a las consecuencias, se podría decir que en términos generales son las mismas, pero hay quienes las viven de manera más trágica y se van a extremos que por supuesto no son nada buenos.
Rubín de Celis asegura que depende de la fortaleza de cada uno pero que en general hay un stress post ruptura (ansiedad, depresión y llanto), y en casos extremos la persona puede llegar a padecer anorexia, ingesta compulsiva de alimentos, falta de sueño, mal humor o abulia, que es la falta de voluntad o de energía para hacer algo.
“Cuando hay un exceso de culpa por la ruptura, hay una transición del duelo a la melancolía y se tiende a idealizar a la ex pareja, colocándola en nuestra psiquis como un ser perfecto, incomparable, menospreciándonos al grado de la culpabilización. Ésta etapa es muy peligrosa sobre todo para la mujer porque se vuelve muy vulnerable”, asegura la psicóloga.
Diferencias entre hombres y mujeres
La investigación ha revelado también que, tal y como se sospecha, hay diferencia entre la reacción de hombres y mujeres a la hora de superar una ruptura sentimental.
Según el estudio, para las mujeres la ruptura con su pareja provoca una serie de cambios emocionales y físicos, pero ellas superan más rápido, mientras que para ellos no resulta tan duro, pero tardan mucho más en recuperarse.
“Ambos géneros sufren, cada uno a su manera. El grado de demostración difiere porque socialmente somos estigmatizados, por lo tanto existen “reglas de conducta” ante una ruptura. También es cierto que las mujeres tenemos la capacidad genética de tolerar el dolor y recuperarnos de manera más rápida; contamos con la oxitocina, hormona relacionada con la conducta sexual, con la felicidad y con el sentimiento maternal y paternal, que contribuye a modular el estado de ánimo como a fraguar las relaciones sociales entre las personas en mayor cantidad y está en nuestra naturaleza el superar momentos dolorosos”, asegura la psicóloga.
LO QUE DEBES EVITAR
La psicóloga aconseja evitar ciertas situaciones o acciones ya que lo único que consiguen es retrasar el proceso de sanación.
1. No revises las páginas sociales de la ex pareja (Facebook, Instagram, Twitter, etc.)
2. No preguntes a amigos en común sobre tu ex pareja. No indagues sobre su vida, lo que dice o no de la ruptura, lo que hace y lo que no.
3. Evita ver fotos, regalos, y frecuentar lugares en los que compartieron momentos juntos.
4. Evita una relación de amistad, ya que el hecho de mantener contacto constante no es saludable para ninguno de los dos, por lo tanto se aconseja evitar la comunicación por un tiempo prudente hasta que el dolor se disipe, “hasta que cada uno se auto-valorice”, enfatiza Rubín de Celis.
5. Evita tener comunicación frecuente con familiares de la ex pareja, de alguna manera serán el lazo conector a los recuerdos.
6. No hables de la ex pareja, ya que genera sensaciones negativas como depresión, frustración, sentimiento de fracaso, baja autoestima, etc.
7. No entres en una relación nueva por darle celos a tu ex pareja o para tratar de olvidar. El dicho “un clavo saca a otro clavo” no necesariamente funciona. En primer lugar te forzarás a estar con alguien cuando tu mente y tu corazón están con otra persona; en segundo lugar, estarás utilizando a un ser humano, y por último, es muy importante que te sanes, que reflexiones y te valores para poder iniciar una nueva y sana relación.
8. Evita la sed de venganza, más aun cuando hay hijos de por medio. La venganza es un sentimiento negativo que te atrasará en tu objetivo y del que saldrán ambos más lastimados.
9. No hables mal de la persona. Esa persona para ti murió y de los difuntos no se habla.
10. No hagas el papel de víctima. Terminó porque no funcionaba, aquí no hay víctimas y sí las hay, ya no sirve de nada.
11. Nada de vida loca. No te refugies en la bebida ni en ningún otro vicio. Recuerda que tu norte debe ir dirigido a ser un mejor ser humano.
LAS FASES
El estudio revela que este proceso tiene hasta cuatro fases
1. Desorientación
En primer lugar el fin de una relación provoca un estado de desorientación que girará en torno al miedo y al desconcierto, pudiendo provocar problemas para conciliar el sueño y falta de apetito.
2. Dolor
La segunda fase es la del dolor. Es el momento en el que llega el sentimiento de tristeza profunda porque recién asumes realmente que no volverás a estar junto a esa persona.
3. Reflexión
A la fase del dolor le sigue la etapa de reflexión. Se trata de una época en la que la pones en una balanza las cosas mal hechas por cada uno con el objetivo de entender por qué ha fallado la relación y que servirá para que en el futuro no cometas los mismos errores.
4. Asimilación
Posteriormente viene la fase de asimilación, tal vez la más importante, en la que empezarás a comprender que hay vida más allá de tu ex pareja. Esto deriva en ganas de conocer a gente nueva y, finalmente, sentir que puedes continuar y rehacer tu vida. No obstante, como ya se explicó, cada persona es diferente, por lo que la forma de encarar una ruptura depende de cada uno.
¡AYÚDATE!: PASOS PARA SUPERAR SANAMENTE
Recuerda que adoptar una posición positiva, ayuda bastante.
“Se debe adoptar una posición asertiva donde se priorice la autoestima, donde estés consciente y racionalices que si la relación sufrió una ruptura es porque ambos dejaron de admirarse, de valorarse, de respetarse y hasta de quererse. Lo que queda es recuperar la autovaloración y para ello puedes acudir a frases de auto-consuelo como: “así estoy mejor y de hecho me siento mejor”, son parte de una postura optimista. Asimismo, se debe olvidar el “sin él”, ya que al mencionarlo lo incorporamos a nuestras vidas en una postura co-dependiente negativa”, explica la psicóloga que brinda las siguientes pautas para sanarte.
1. Analiza racionalmente, ya que la decisión de “romper una relación” no sucedió por un pequeño desperfecto si no por situaciones continuas de insatisfacción en la relación.
2. Para ayudarte, los expertos recomiendan hacer un análisis y ello se puede lograr escribiendo en una hoja los pros y contras de la relación, los defectos y virtudes de la ex pareja; ahí podrás saber si romper fue la mejor y única opción que pudiste haber tomado.
3. Canaliza la costumbre de la relación en actividades de distracción, esparcimiento, actividades que no tengan semejanzas a las actividades con tu ex pareja. Cambia y amplía tu círculo social para evitar encuentros que generen situaciones incómodas y dolorosas para ambos.
La vida después de la ruptura
Una vez que hayas superado una ruptura, podrás entender que el final de una relación es también un nuevo comienzo. Sin la influencia de tu pareja, podrás concentrarte en tus propias necesidades y habrás aprendido mucho ya que, como se dice, de los errores se aprende. Es el momento para ser capaz de construir una mejor vida para ti misma, independientemente de quien esté a tu lado. Recuerda que detrás de un gran sufrimiento reside el mayor bien ó que de las grandes crisis nacen las grandes oportunidades, y así es. El sufrimiento te hace crecer, te transforma y te lleva a la mayor y más honesta de las reflexiones, ya dependerá de cuánta valentía tengas para hacer frente y no repetir muchas cosas y fortalecer tus debilidades.
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