Cada miembro de la pareja duerme en uno de los lados de la cama; la mayoría mira hacia la pared. Uno de los dos suele dormirse justo en el borde de la cama con al menos una parte del cuerpo colgando. A continuación, algunos ejemplos.
1. El cangrejo. Esta postura tienen muchas versiones, pero ninguna implica contacto físico. Las personas que se acuestan de esta forma necesitan más espacio y libertad. Sus parejas, sin embargo, prefieren los mimos.
2. El techo. Ambos compañeros se acuestan sobre la espalda y ella se acurruca sobre la zona de la axila de él. Con frecuencia, esto solo sucede mientras se quedan dormidos. Es una clara indicación de predominio masculino y entrega femenina.
3. Charla de almohadas. La pareja se acuesta cara a cara sin tener contacto físico. Esto suele suceder en las primeras etapas de la relación. Estas parejas tienen mucho que decirse y les gusta mirarse a los ojos.
4. El nudo del amor. Ambos se acuestan mirándose de frente, mientras que sus piernas forman un nudo. Una vez que han alcanzado el sueño profundo, el nudo tiende a deshacerse. Esta postura revela una relación amorosa entre iguales y que existe un latente deseo erótico.
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