Las relaciones tóxicas son aquellas en las que de una manera u otra, una o ambas personas involucradas terminan lastimadas física, emocional o psíquicamente.
Cómo saber si estás en una relación tóxica.
Te da miedo o preocupación expresarte libremente.
Si lo pudieras poner en una balanza, pasas más tiempo sintiendo ansiedad o tristeza que felicidad y paz.
¿DESCONFÍAS DE TU PAREJA?
Tus estados de ánimo dependen de cómo esté tu relación. Tienes momentos de inmensa rabia o desesperación. Eres abusado(a) verbal, sexual o físicamente. Sientes que das más de lo que recibes.
¿COMÓ SON LAS RELACIONES TÓXICAS?
Primero que nada, a ningún nivel y bajo ninguna circunstancia es sano quedarse en una relación tóxica. Si eres infeliz, debes tomar acción.
Por otro lado, es importante entender el por qué nos encontramos con este tipo de relaciones, especialmente si tendemos a repetir el patrón.
Como todo lo que vivimos, nuestras relaciones tienen un propósito superior. Este propósito incluye afectar a otro ser, ser afectados por ese otro ser y aprender lecciones sobre nosotros mismos y lo que vinimos a hacer en este plano. En este sentido, las relaciones pasan de ser una interacción entre dos personas, a ser un instrumento para el autoconocimiento y la superación espiritual.
Existen varias versiones de por qué caemos en relaciones tóxicas. Algunos creen que son almas gemelas o contratos kármicos que tenemos con otras almas y que venimos a sellar o cancelar. Hay quienes piensan que antes de encarnar en estos cuerpos, nosotros mismos (o nuestra alma) escoge vivir ciertas situaciones difíciles para aprender las lecciones que nos van a impulsar en el proceso espiritual que todos debemos recorrer. Y otros creen que dependiendo de nuestra evolución espiritual, se nos presentan más o menos oportunidades de superar obstáculos. Si ganamos la prueba, avanzamos y si no, nos estancamos. Las relaciones con los demás son una de las pruebas más efectivas.
APRENDE DE LAS RELACIONES TÓXICAS
Lo primero es observar nuestra relación honestamente y ser sinceros sobre la calidad de ésta y lo que nos aporta.
Si vemos la vida en perspectiva –no desde el dolor o ansiedad que sentimos en este instante, sino desde una escalera donde avanzamos paso a paso– cualquier cosa que estemos viviendo en este momento tiene una razón de ser superior a nuestra experiencia terrenal.
¿Si estuviéramos completamente seguros de lograr superar lo que estamos viviendo nos llevaría a momentos y lugares mejores?, ¿Cómo viviríamos el presente? ¿Si entendiéramos que el dolor o problema que enfrentamos hoy es sólo un punto diminuto en un Universo de posibilidades, le otorgaríamos la misma importancia? ¿Nos aferraríamos a él?
El dolor es parte de nuestro camino. Es inevitable. Es parte de la experiencia humana. Sin embargo, viene y va. Pasa. Y esa es la primera cosa que debemos recordar cuando nos enfrentamos a una situación dolorosa. Esto también pasará.
Segundo, el control es nuestro. Imaginemos ese poder: ¡Todo lo que queremos lo podemos tener! Pero tenemos que explorar a fondo primero nuestras opciones y no dejarnos llevar por caprichos del corazón o de la mente. Si ya estamos en una relación tóxica, es nuestra decisión aprender de ella y superarla.
¿Qué podemos aprender de una relación tóxica? Depende de nuestro camino y propósito. Puede ser el amarnos a nosotros mismos, el perdonar, el manejar la rabia y la frustración, el evitar la tentación, el encontrar la conexión cósmica en toda relación terrenal… En fin, muchísimas cosas! Pero sólo nosotros podemos encontrar la respuesta a nuestra situación.
Sin embargo, lo importante es entender que no tenemos por qué quedarnos en este tipo de relación y que estaremos bien cuando la terminemos. Siempre y cuando veamos las cosas desde la perspectiva espiritual –como prueba y aprendizaje– el dolor momentáneo de la separación pasará a un segundo plano, y la fuerza y sabiduría que ganaremos será lo principal.
HERRAMIENTAS PARA SUPERAR LA SEPARACIÓN
Identificar las razones concretas por las cuales esta relación no debe seguir.
Identificar y reafirmar las razones concretas por las que nos merecemos una mejor y más armoniosa relación.
Identificar las lecciones sobre nuestro propósito de vida y sobre nosotros mismos que debemos aprender a partir de esta relación.
Visualizaciones de separación física y energética para disipar energías negativas y dañinas.
Purificación de nuestro cuerpo y energía para reducir la ansiedad, el estrés y la enfermedad que viene a partir de las relaciones tóxicas.
Construir afirmaciones que ratifi quen nuestro amor propio, que nos merecemos amor verdadero y que la relación perfecta para nosotros ya existe –sólo tenemos que limpiar el camino para que llegue a nosotros.
Mapa de tesoro para trazar el camino hacia nuestras nuevas metas. Plan de acción.
Sanación espiritual y física que nos ayude a conservar y aumentar el ki (En la cultura china tradicional el kì es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como “flujo vital de energía”.
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