No existe universidad que nos enseñe cómo ser pareja o cómo comportarse frente a ciertas situaciones. Eso se aprende con la experiencia y el flujo de la vida. Pero el problema radica en que los hábitos que parecen comunes pueden llegar a aniquilar una relación. Partamos de la premisa: lo saludable y “normal” es lo que no daña a ninguno de los miembros de la pareja.
Un artículo del diario El Nacional indica que nos encanta el amor romántico, el amor imposible y mientras más se sufre, mejor.
Como una extraña especie de masoquismo colectivo.
Hay tendencias comunes en las relaciones que muchas parejas piensan que son sanas y normales, pero que en realidad son tóxicas.
Restando lo bueno
Este fenómeno, que se debe evitar, sucede cuando la persona con quien estás culpa a tu pasado de los errores que cometes en la relación. La persona saca en cara las malas acciones para justificar una injusticia actual como arma de manipulación. Esto provoca que cada uno en la relación se pase la mayor parte del tiempo buscando probar que es menos culpable que el otro. Si algo te molesta, soluciónalo en el minuto y no guardes la rabia, después puede ser peor.
Las indirectas
En lugar de pedir o decirte algo abiertamente, tu pareja da señales para que averigües lo que quiere decir. Las indirectas demuestran que no hay una buena comunicación. En estos casos se debe tratar de expresar los sentimientos y deseos abiertamente, es parte de la buena comunicación, confianza y apoyo mutuo.
No permitas que tu relación se convierta en rehén de tu pareja. Puede llegar a suceder que uno de los miembros de la pareja tiene una crítica o queja y chantajea a su pareja al amenazar su compromiso. Por ejemplo, si sientes que tu relación es fría, no debes decir “no puedo salir con alguien que es frío todo el tiempo”. Esta actitud se considera tóxica pues el chantaje emocional crea dramas innecesarios.
La culpa
¿Te ha pasado que has tenido un mal día y tu pareja no está siendo un apoyo en ese momento? Arremeter contra ellos por ser tan insensibles y crueles es lo más fácil para descargarse. Culpar a la pareja por las emociones es una sutil forma de egoísmo.
Es comprensible que a veces se tiene un mal día o se está molesto porque sí, pero tu vida no puede girar alrededor de su bienestar emocional. Asume la responsabilidad de tus emociones. Lo mismo sucede con los celos. Hacer una escena de celos en cualquier parte y por cualquier razón aparente, no es un buen augurio. Esta conducta a menudo acarrea comportamientos insanos que pueden producir una psicosis extrema. Además, no son una verdadera demostración de afecto.
¿Premios de reconciliación?
Cada vez que un conflicto mayor o problema surge en la relación, en lugar de resolverlo, se lo cubre con la emoción que viene con la compra de algo. No hay nada malo en hacer cosas buenas para una pareja después de una pelea pero nunca se debe utilizar regalos o cosas de lujo para reemplazar el enfrentar problemas emocionales. /
Lo que más nos molesta
Un sondeo realizado por M descubrió los hábitos que más nos molesta de ellos.
• “¡La impuntualidad me mata de estrés!”. Carla.
• “Que haga todo con mucha calma cuando estamos atrasados para ir a algún lugar”. María.
• “Que no levante la tapa del inodoro para hacer pis”. Isabel.
• “Que me haga seguimiento cuando me encarga cosas”. Mariel.
• “Que me pida que haga algo que yo le había pedido primero”. Cecilia.
• “Que si suena el teléfono o la caldera me grite para que yo vaya a atender o apagarla”. Rosa.
• “Que me ande fiscalizando mis compras personales como si las hiciera con su dinero”. Charo.
• “Que cuando le pida algo no me responda o que no me preste atención cuando ve algún partido por televisión”. Verónica.
Los EX
La psicóloga alemana Eleonore Höfner asegura en su libro ‘Instrucciones para estropear el matrimonio’ que el tener contacto o hablar de las exparejas es una de las situaciones más incómodas dentro de un matrimonio. Nada peor que conversarle de lo bueno que fue su ex o confundirle de nombre.
Varones y mujeres prestan mucha atención a la forma en que su pareja trata a sus amigos. Hay que evitar hablar de alguien en particular y las salidas de trabajo excesivas. Evite mencionar con insistencia a alguien con nombre y apellido, converse de personas en general.
QUICKIE
Hombres y mujeres se comunican de una forma diferente. De acuerdo con una guía escrita por la especialista en parejas, Jane Torres, para las féminas una relación funciona si ambas partes hablan de lo que les pasa. Sin embargo, dice la experta, los hombres pueden saturarse con tanto diálogo, por eso lo importante es buscar un balance.
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