Jenni Goodchild, una estudiante británica de 21 años, afirma que no experimenta deseos sexuales. Es lo que se considera una asexual. Aunque es difícil concebir la idea de una persona sana, cien por cien indiferente al sexo, cada vez va surgiendo con más fuerza un nuevo movimiento sexual que se desmarca de lo tradicional para gritar que ‘se puede ser feliz sin sexo’.
El 1,05% de la población es asexual, es decir 70 millones de personas en el mundo. El porcentaje lo desveló Anthony Bogaert en su artículo The Journal of Sex Research (2004), tras investigar el comportamiento de 18.000 británicos.
La asexualidad es descrita como una orientación y se diferencia del celibato porque éste último es una elección.
Tal como señala la Red de Visibilidad y Educación de la Asexualidad (AVEN), la principal comunidad virtual de las personas asexuales, las necesidades emocionales varían ampliamente en estas personas, igual que ocurre en una comunidad “sexual”.
Hay diferencias, dice Mark Carrigan, experto de la Universidad de Warwick, por ejemplo entre los asexuales románticos y los asexuales no románticos.
En pareja, enamorados y felices
Prescindir del coito no significa renunciar a la pareja. Sí, los asexuales también se pueden enamorar. Según AVEN, la gente asexual tiene las mismas necesidades emocionales que el resto de los humanos y es capaz de formar relaciones. Y es que el enamoramiento no tiene por qué conllevar el contacto físico. ¿Por qué renunciar a compartir la vida con alguien, por el simple hecho de carecer de impulso sexual? Se puede demostrar el afecto de otras maneras que no incluyan el contacto genital ni el sexo. Este lazo afectivo sin sexo puede resultar ambiguo para la mayoría de nosotros, un sentimiento más cercano a la amistad que al amor.
Pero el no tener actividad bajo las sábanas no es un concepto nuevo. Matrimonios sin sexo siempre han existido y existirán. Una forma de convivencia diferente, pero en muchos casos muy eficaz.
“Los no románticos no tienen ninguna atracción romántica, así que en muchos casos no desean ser tocados ni tener ningún tipo de intimidad física”, dice Carrigan. “Los asexuales románticos no experimentan atracción sexual pero sí experimentan atracción romántica. Es decir, buscan a una pareja y aunque no le responden sexualmente, sí desean sentirse más cercanos a esa persona, saber más de ella, compartir cosas con ella”.
Tipos de relaciones
jenni se describe como heteroromántica. Y aunque no tiene interés en el sexo, sí se siente atraída a la gente y mantiene una relación con Tim, que no es asexual y expresa estar feliz con Jenni y en los aspectos románticos de su relación. Jenni y Tim no están totalmente exentos de contacto físico porque se abrazan y besan para expresar el afecto que se tienen.
Sin embargo, no es fácil. Según AVEN, uno de los mayores problemas de los asexuales es encontrar pareja porque, aunque prescindan del sexo, sí necesitan afecto o la necesidad de compartir la vida con alguien y no es fácil acceder al amor sin estar dispuesto a tener relaciones sexuales. El premio gordo sería encontrar una media naranja también asexual, aunque para los menos afortunados la solución pasa por tener relaciones (como quien va al dentista) para satisfacer al otro. Otras opciones son encontrar una pareja altamente comprensiva y tolerante o aceptar que tu pareja tengo sexo con otras personas.
Los asexuales se subdividen en heterorrománticos, homorrománticos y birrománticos, y tienen sus propias webs para encontrar pareja. “Es un mito que no tengamos relaciones sexuales, eso sí, en algunos casos son de muy baja frecuencia y en otros es nula. A los que sí sienten algo de atracción sexual se les denomina demisexuales, quienes tienen relaciones de baja frecuencia solo con las personas de las que se enamoran”, comenta Johanna Villamil, coordinadora de prensa e investigación de AVEN.
Atracción y sexo
“Siempre creímos que la atracción romántica y sexual suceden al mismo tiempo. Lo que estamos aprendiendo de los asexuales es que parecen ser dos procesos diferentes”, dice Lori Brotto, directora del laboratorio sexual de la Universidad de British Columbia. Pues resulta que el romance puede florecer incluso cuando el sexo no es parte de la ecuación.
La pregunta que surge es: ¿qué resulta atractivo a una persona sin deseo sexual? Muchas de las mismas cosas que nos encienden al resto de los mortales: intelecto, sentido del humor o una cara bonita.
¿Condición o elección?
El profesor Carrigan subraya que no debe confundirse a la asexualidad con un trastorno que provoca una falta de deseo sexual en la gente.
“No se conocen las causas de la asexualidad, ya que los niveles de hormonas son normales. En los pocos estudios que hay, y que se han realizado con animales, se descubrieron alteraciones en el hipotálamo con deficiencias en los receptores para la testosterona. Pero hay que entenderla como una característica más, como a las personas a las que no les gusta el chocolate. No por ello vamos a suponer que tengan una alteración en el cerebro”, dice el doctor Raúl Paredes Guerrero, director del Instituto de Neurocirugía de la UNAM, México.
Pero también hay expertos que son escépticos al hablar del tema. Ana Márquez, psicóloga, sexóloga y presidenta de la Sociedad Sexológica de Madrid y de la Fundación Sexpol, ve en el término asexual un cajón de sastre que englobaría a personas con diversos desordenes. “He leído que mucha gente que se define como asexual reconoce que se excita y se masturba. ¿Qué es eso entonces, sino sexo? Otros evitan el acto sexual, pero disfrutan con las caricias, besos, tocamientos… en todo caso sería una sexualidad no coital, pero sexualidad al fin de al cabo. Siempre que no hay deseo existe una disfunción, no una enfermedad, pero sí una causa, ya sea psicológica o física –el cuerpo puede no producir determinadas hormonas–, sin contar que el ser humano pasa por fases de mayor o menor deseo debido a la edad, causas externas, estrés… Uno puede llevar mejor o peor esta situación, incluso acostumbrarse a ella, pero la sexualidad es salud y placer y no deberíamos renunciar a ella”.
Elige cómo vivir el romance
La asexualidad levanta una lista de preguntas para todos: ¿Qué significa la atracción? ¿Cómo se definen las relaciones? ¿Qué conexiones necesitas para ser feliz?
“El estudio de la asexualidad nos permite comprender la sexualidad aun más. Hay una distinción importante entre la excitación y lo que le atrae”, nota el psicólogo Anthony Bogaert, autor de Understanding Asexuality.
Alguien puede tener una respuesta primaria de excitación (erección o lubricación) sin experimentar atracción. Pensando desde una perspectiva asexual, esto también nos ayuda a comprender “la locura del sexo”, dice este experto.
Cuando el sexo es un factor en una relación, otras convenciones se eliminan, y eso puede ser liberador.
Cada uno escribe su propia aventura y cómo quiere vivir el romance y la sexualidad en pareja o solo.
QUICKIE
Después del orgasmo las personas son más propensas a tener conversaciones importantes y positivas. La hormona oxitocina, segregada en el orgasmo, está asociada a mayor confianza y niveles bajos de estrés.
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