jueves, 17 de julio de 2014

Olvida los cuentos de hadas

¿Te has imaginado qué sucede después del “Y… vivieron felices para siempre”? Evidentemente convivieron, se aburrieron, después de tanta emoción matando dragones y persiguiendo brujas, las parejas llegan a la inevitable cotidianeidad. De lo contrario serían amores apasionados y fugaces como el de Romeo y Julieta, y no olvidemos que ese terminó en tragedia.

Al analizar esta expectativa, de vivir un amor de fantasía durante todo el matrimonio o noviazgo, que además es una de las razones de divorcio según estadísticas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, llegamos hasta la ambigamia, un término que puede abrirnos los ojos y salvar nuestra relación.

La cosa es así: Quienes se unen a esta corriente aseguran que el amor debe entenderse desde la libertad y la mutabilidad. Es decir, un amor libre, pero con reglas, según se explica en un artículo de la revista Fucsia.

Sin embargo, justo cuando creíamos que el apartado de cómo vivir el amor no podía albergar más representaciones, Jeremy E. Sherman, un especialista en teoría evolutiva, agrega un nuevo término a la ecuación, la ambigamia, que combina una relación abierta en la que, previamente, se han estipulado las reglas del juego; lo que se puede hacer y no.

Para el profesor, esta nueva filosofía relacional, “está ligada a la psicología, la filosofía, la espiritualidad, las ciencias sociales e incluso la ciencia”, y NADA tiene que ver con la bigamia. En su opinión los bígamos son hípocritas que “se casan en estéreo”; gente que se compromete doblemente, lo que resulta una ambigüedad pues se garantiza a dos personas al mismo tiempo que son igual de importantes.

Sherman va desgranando poco a poco su lógica emocional cuestionando ciertas consideraciones sobre el amor, como la incondicionalidad del mismo, algo que él considera irreal e imposible de experimentar, de la forma romántica en la que se imagina. “La gente cambia, la gente se muere, la gente supera muertes ajenas. La gente sigue adelante. […] Todos vivimos en un área gris entre el compromiso y la estabilidad y la apertura al cambio”, asegura.



El miedo

según escribe el blogger español Rodrigo Taramona en la revista Glamour, cualquier soldado, luchador o bombero que sepa lo que es jugarse la vida a diario te dirá lo mismo sobre el miedo: todo el mundo lo tiene, el truco está en saber controlarlo.

El valor consiste precisamente en eso, no en ser ajeno al miedo sino en ser capaz de superarlo. El miedo, al fin y al cabo, es un sistema de defensa, una herramienta para la supervivencia sin la cual el propio valor no significaría nada. Sin miedo solo hay insensatez y temeridad. Esta actitud, más propia de la infancia y la adolescencia, nos lleva a cometer actos imprudentes porque no somos conscientes de la amenaza pero no porque decidamos desafiarnos a nosotros mismos. Sin miedo no hay superación. Sin miedo, saltar en paracaídas sería tan excitante como salir a cenar un viernes sin haber reservado mesa. En el amor, el equivalente al miedo son las dudas.

“A día de hoy, muchas relaciones adultas siguen basándose en la idea romántica de un amor mágico. Un amor ‘disneylandoso’, muy poco humano, grandilocuente y dramático según el cual una persona busca a otra que se entregue a ella en cuerpo y alma, eliminando a su vez la posibilidad de que ésta vuelva a desear a nadie nunca jamás. Alguien que despeje de una vez y para siempre las dudas que uno pueda tener a la hora de comprometerse. En muchos aspectos, esto es como intentar sacar un clavo a martillazos”, dice Taramona.

¿El príncipe?

¿Realmente crees que existe un príncipe azul? ¿No será más bien que las relaciones amorosas se construyen entre seres humanos, llenos de defectos y que el amor y la tolerancia no son sinónimos obligados de la pasión irreal? El amor ‘Made in Disney’ hace que nos aferremos a conductas infantiles, dice Taramona, porque las legitimamos como puras, verdaderas (a pesar de su irrealismo) e ideales, llevándonos a relaciones frustrantes que se chocan continuamente con los muros de la realidad.

Una realidad con muy mala fama pero en la que se puede vivir felizmente si se conocen bien sus recovecos y se evitan sus callejones sin salida.



Fotos/ Álvaro Gumucio Li.

Maquillaje/Álvaro Eid//

Modelo/Lorena Rollano//

Vestuario/Edita Vojtkova//

La responsabilidad delegada

El blogger Rodrigo Taramona, muy crítico sobre el amor de fantasía, escribió para la revista Glamour que dejar tu estabilidad emocional en manos del otro no es la manera más fiable de alcanzar la felicidad. Hay un montón de parejas rotas y personas frustradas porque su pareja se siente atraída por otras o, rizando el rizo, porque al final no ha resultado ser la persona que consiguiera que no le atraiga nadie más. Cada persona es como es y nadie existe para satisfacer a otro. Alguien que no puede tolerar que su pareja sienta deseo por otros o responsabilice a ésta de que ella siga sintiéndolo es como un mal conductor que le echa la culpa al examinador por no aprobar el carnet. En este caso, el problema no es de quien no da lo que se le exige sino de quien exige algo que nadie está obligado a dar.



¿Dudas?

Según Tamorano, las dudas, al igual que el miedo, son parte de la esencia misma del ser humano. Sin dudas no nos haríamos preguntas, ni buscaríamos respuestas. Si no dudáramos seguiríamos pensando que la tierra es plana. Según Jeremy E. Sherman, divulgador de la ambigamia, hay que abrazar las dudas con la misma intensidad con la que se abraza la fidelidad. Uno es fiel y se entrega a su pareja pero eso no significa que deba dar la espalda a sus propios deseos, a las inquietudes que albergue o que puedan surgir a lo largo de la relación, ni al hecho de que una relación no está escrita en piedra.

1 comentario:

  1. Hay muchos tipos de noviazgo, muchas veces creemos que vivimos en un "cuento de hadas", pero en realidad hay que valorar y darnos cuenta si nuestra relación es violenta, ya que a veces el abuso y la violencia se presentan de forma discreta. Aunque si bien el maltrato solo en pocas ocasiones pueda llegar a ser físico, pero el más fuerte y dañino es el psicológico.

    Les comparto un artículo en donde hablan de ¿Cómo detectar si tu noviazgo es violento?

    http://goo.gl/FwH8cc

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