Las exigencias de los tiempos actuales han generados profundos cambios en la comunicación que sostienen madres e hijos.
La psicóloga terapeuta María Renée Molina afirmó que los casos de problemas entre las madres e hijos aumentan debido a la falta de comunicación interpersonal en la familia o la mala interpretación en ambas partes. “Hay casos en los que la madre se comunica con su hijo sólo por internet o por teléfono. Las conversaciones y reuniones de familia se están perdiendo”.
Una empresaria que es madre de tres hijos, María Luisa Gutiérrez, aseguró que “es indudable que los hijos con quien mejor están es con su madre, pero la vida ha cambiado, las mujeres estudian, se reciben después de no pocos esfuerzos, se casan y cuando obtienen un título, sería frustrante quedarse en casa”.
Según la psicóloga, la madre puede trabajar, pero el rol de madre se pierde por estar demasiado repartido entre varias personas que no son parte de la familia.
“Hay casos en que la madre trabaja más de ocho horas y sólo ve a su niño cuando está dormido, es decir que no hay la comunicación adecuada y suficiente entre ellos. Está ahí el nudo del conflicto y hay que identificarlo en toda la familia”.
USO DE LA TECNOLOGÍA. Las madres que trabajan durante todo el día utilizan los avances de la tecnología para comunicarse con sus hijos.
“Por diversos factores, las madres e hijos han perdido el hábito de reunirse en el almuerzo o la cena. Ahora usan el internet o los mensajes de texto para transmitir ideas, necesidades o conceptos”, puntualiza.
Añadió que en las familias esto provoca, con frecuencia, malos entendidos, errores de interpretación, conversaciones confrontativas, con la consecuente
pérdida de energía, tiempo, oportunidades, y genera conflictos interpersonales.
“Esto trae como consecuencia que el hijo se vaya de la casa, que dejen de hablarse entre los miembros de la familia, entre otros problemas”.
Con el objetivo de superar con éxito las tensiones que surgen entre el trabajo y la familia, la terapeuta recomienda seguir una serie de pautas.
Primero, que las madres deben ser menos exigentes consigo mismas y reconocer que no se puede alcanzar cualquier objetivo. Pensar en lo que es realmente importante y tener siempre tiempo para las cosas primordiales, que para la mayoría de las personas suelen ser la familia y los amigos.
Establecer prioridades. La limpieza de la casa puede esperar, pero nunca se debe dejar “para otro momento” la charla con un hijo cuando requiere la atención de sus padres.
Es necesario prestar total atención a los hijos cuando se habla con ellos. “Hay que escuchar todas las cosas que los hijos tienen que contar”.
Para destacar
Las jefas de hogar, en Bolivia, superan el medio millón, según estadísticas del INE.
Más de 50 por ciento de madres con lactantes o niños preescolares tienen un trabajo informal.
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