primeros consejos
Para seducir, no escatimes hablar, es lo más importante para cualquier seductor. Sobre todo, y al principio no hables de cosas profundas, ni difíciles, excepto que compruebes que la otra persona es una intelectual sin remedio. No hables de ti, o hazlo con mucha moderación y sentido del humor.
1. Que no sepa nada de ti
Nos da igual que sea él quien llame, después de haberle hecho sufrir, o que seas tú, pero sólo y estrictamente cuando quieras verlo. Nunca llames o le escribas inmediatamente después de la primera cita. Recuerda, es él quien no debe saber nada de ti. Aguanta, espera y pronto verás la recompensa, el interés de los hombres aumenta exponencialmente cuando se sienten ignorados.
2. Es solo sexo
¿Es la primera cita? ¿Es un hombre con mucho ego? ¿No estás enamorada de él? Déjalo en claro. Eso sí, muy amablemente, que no se note que te quieres hacer la dura. Todo lo contrario, cuéntale el rollo de que no estás preparada para nada más, que no quieres tener nada serio, que prefieres no atarte a nadie y, para el final, que te cuesta mucho enamorarte. Para él será como un resorte que actúa directamente sobre su ego, querrá ser ese hombre que consiguió que cayeras a sus pies.
3. Me quedo con mis amigas
¿Por qué no aprovechas para salir con tus amigos? Esta debe ser una de las frases más frecuentes en las conversaciones. Por mucho que te guste, no dejes de hacer ni un solo plan por él, todo lo contrario, aunque te cueste, organiza más planes con tus amigas en los que él no esté incluido.
Déjale claro que necesitas tu propio espacio y entiendes perfectamente que él salga con sus amigos y también haga planes sin ti.
4. Estás loca...
Cuanto más te diga esta frase, más loco estará él por ti... Una mujer seductora es una mujer que hace locuras, pero no necesariamente por amor. Sorpréndelo con una escapada inesperada, baila en la calle... Rompe con todo lo que sea convencional, aléjate de la idea de novia formal y mujer demasiado tímida.
5. Muy sexy
Para seducir tienes que sentirte sexy, por dentro y por fuera. Y no solo nos referimos a tu look y a tu lencería, que por supuesto deben serlo, sino a cómo te sientes tú como mujer, a la confianza que tienes en tus armas de seducción. Sedúcete. Si superas esta prueba, podrás conquistar a cualquier hombre.
6. Míralo a los ojos
Y camina con paso firme, mirando al frente y, si es posible, haciendo ruido con tus tacones. Nada impresiona más a un hombre ni le resulta más seductor que una mujer poderosa y segura de sí misma.
7. Coquetea
Si entras a un sitio, si estás en una cena, si viste a alguien que te interesa, intenta cruzar las miradas y, cuando esto ocurra, sonríele y vuelve a mirar a otro lado. Le estarás lanzando el poderoso mensaje de que te interesa y darás comienzo al juego de la seducción.
Y ten mucho autocontrol pues eso es ¡importantísimo! Para ser un buen seductor, mantén la cabeza fría.
8. No tengas prisa
Disfruta del juego de la seducción, no te adelantes ni le des pistas de que va a conseguirte, que no lo tenga claro hasta el final y además seas tú quien lo decida.
Aunque te mueras por él, que no se dé cuenta, no muestres demasiado tus emociones para despistarle, los hombres son cazadores natos, cuando saben que su presa está en sus manos, pierden el interés.
Muéstrate sexy pero algo fría y distante, incluso puedes despistarle comentando que esa noche estás cansada y te irás pronto, o echándole una discreta pero obvia mirada a otro hombre... no soportará que no estés totalmente entregada.
9. Potencia tus curvas
Es un clásico que nunca falla: a la mayoría de los hombres les gustan las mujeres voluptuosas. No enseñes nada, pero procura resaltar tus puntos fuertes. En cuanto a la lencería, el rojo y el negro son los colores que más les seducen.
10.- Romper el ritmo
Utiliza la técnica del estímulo intermitente: un día dale cuerda y toda la atención del mundo y al siguiente ninguna, así en forma alterna: atención-indiferencia. No lleves ritmo en nada de esto.
Finalmente debes recordar que eres libre y que deseas disfrutar de la vida. Te sientes sexy, hermosa y seductora, ¿qué hay de malo con probar?
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