miércoles, 12 de febrero de 2014

Diferencias odiosas que caen lentamente frente a la modernidad

La película es de la época de oro del cine mexicano. Años 50 más o menos. Se ven parejas bailando. La protagonista, con cintura de avispa, luce como de 16 y el galán da un paso más y se cae en los 60. ¿Qué nos enseña esto? Que el tema es cultural. Viejo, viejísimo. Como una mancha amarilla e imposible, hasta para Vanish.
A juicio de la socióloga Maria Luisa Santiesteban, las mujeres estamos aprendiendo a botar la prenda. A no perder la piel restregándola para sacar el percudido, con ese terco afán de conservarla. Nos estamos dando cuenta que podemos conseguirnos otra.

Realidad
Por el momento, las canas seguirán preocupando a las mujeres. ¡Imagínense! ni a Facebook le gustan las arrugas, descubrieron que la edad de los usuarios subió de 36 a 40 en dos años y estan buscando cómo remozarlo.
Los signos de vejez no gustan en general, dice Santiesteban, porque en ‘idioma animal’ dicen: ‘ya cumplió’. Aunque está comprobado que, por un tema cultural, antiguo como la humanidad, las mujeres damos más importancia que los hombres a la celulitis, canitas y a los michelines.
Si Gerard Butler se ve sexi a pesar de haber perdido los abdominales que lo hicieron famoso en la película 300, sepamos que no los quiere de vuelta, porque rechazó hacer la saga. Esos cuerpazos, casi arrancados de un comic, fueron motivo de duras críticas, risas y muchos adjetivos. No nos preocupemos tanto, el equilibrio natural de las cosas es la nueva moda

¡NO ES JUSTO!
Boogle - Columnista Anónimo
No es justo que Willem Dafoe, el artista más arrugado y feo de Hollywood haya sido considerado en algún momento “sexy” por el simple hecho de sus arrugas. No es justo que el Marlboro Man, a la hora de prender su cigarro en la propaganda, haya levantado suspiros por sus patas de gallo.

Es decir, resulta que a ustedes los hombres no solo se les perdonó sus arrugas, la barriga y las canas, sino que también, de paso, se los encuentra sexis. Esto, amigas y amigos es un despropósito de la moda y, siento decirlo, se está acabando. Se está acabando porque, en primer lugar, con esto de hombres metrosexuales y otras vainas, esas arruguitas dizque sexis están desapareciendo, gracias a Biotherm y otras marcas de cremas masculinas. Esas llantas alrededor de las cinturas se están esfumando gracias al gym. Y las canas simplemente ya no existen, con tanto champú y colorantes de mala calidad a mano.

Y en segundo lugar, nosotras, mujeres maduras, por no decir arrugaditas, rellenitas y canositas, ya hemos superado esos paradigmas odiosos y hasta insultantemente misóginos. ¿Y qué es lo que está pasando? Pues existimos mujeres que sudamos la gota gorda en el gimnasio también, que apelamos a toda clase de cremas, bisturí y/o botox para eliminar arrugas, y que cada vez nuestros tintes para pelos vienen de mejor calidad y más cremosos, para resistir el teñido.

En definitiva, señoras y señores, nos estamos emparejando en esta lucha de sexos por no solo ‘ser’, sino también ‘parecer’ más lindas, jóvenes y sexis. Con una gran diferencia, sustancial y de peso. Que ahora nuestros cortejos, amantes, y hasta futuros maridos, pueden bien ser cinco y hasta diez años más jóvenes que nosotras. Eso, amigas mías es una ventaja, no solo más divertida, sino también competitivamente incomparable…

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