Sentimientos perjudiciales los celos destruyen relaciones
Muchas parejas hacen
prevalecer sentimientos dañinos antes que el amor que se tienen.
El amor y los celos no tienen nada que ver. Muchas personas sienten celos de las nuevas parejas de sus ex y eso no significa que sigan enamoradas, lo que significa es que entienden las relaciones desde la posesividad y no llevan bien darse cuenta de que alguien no es suyo aunque no lo quieran.
El amor de verdad parte de la confianza. No hay que olvidar que la otra persona no provoca la sensación de celos, sino que uno mismo se provoca los celos.
Rivalidad dañina
La rivalidad existe en todos los aspectos de nuestra vida y además la educación que recibimos nos alienta a ser los mejores y a competir.
Desde pequeños luchamos por la atención de nuestros padres, rivalizamos con hermanos pero ahora de mayores, somos capaces de darnos cuenta que esos celos no tenían sentido.
Nuestros padres tenían la capacidad de amarnos a nosotros y a nuestros hermanos por igual. Esto podemos extenderlo a otras relaciones; nuestro jefe es capaz de apreciar nuestro trabajo y el de nuestros compañeros y nuestros amigos son capaces de querer a otras personas además de a nosotros.
¿Alguna vez sentiste celos cuando tu pareja pasa tiempo con amigos o, no te gusta el vínculo que tiene con miembros de su familia? Tienes que aprender a gestionar tu rivalidad. Entiende que tu pareja pase tiempo o preste atención a otras personas no significa que no te quiera a ti.
eres la elección de tu pareja
Si tu pareja se ha sentido atraída hacia ti y de forma consciente y libre te ha elegido, no hay por qué preocuparse.
Recuerda que estás con alguien libre, capaz de elegir y descartar.
No importa si no entiendes qué motivos llevaron a tu pareja a elegirte y no a alguna de las numerosas personas con las que tiene contacto cada día, el hecho es que lo hizo. Eso sí, con seguridad los celos no son el motivo de su elección y probablemente es lo que menos le gusta de ti.
Entonces, cuando sientas celos recuerda que estos no son saludables para ti ni para tu pareja, pues estos pueden ser causantes de rompimientos, dejando de lado el cariño y el compromiso que se hicieron cada uno al elegirse como pareja.
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