Muchos hablan sobre seducción, pero son muy pocos los hombres que en realidad saben usarla y sobre todo obtener un buen resultado de ella. Si bien no existen técnicas o métodos específicos para conquistar a una mujer o a un hombre, la sexóloga Carolina Rivero Elder, señala que la clave está en hacer las cosas con calma, siempre ir dando pequeños pasos, desde la manera de hablar, hay que hacerlo sin prisas, se debe mirar a los ojos a quien se pretende conquistar, los ademanes que se realicen tienen que ser suaves. “Estas son las características de una persona que se siente segura de sí misma, que tiene claro lo que quiere”, indica Rivero.
Al respecto, la escuela de seducción LevantArt de Buenos Aires, maneja la premisa de que los hombres tímidos, en el juego de la seducción, aprenden más rápido porque no poseen ningún conocimiento sobre cómo seducir, mientras que a los hombres que tienen experiencia se les dificulta más porque ya tienen un conocimiento propio posicionado en su cabeza.
Etapas, según la relación
Rivero explica que la seducción varía según la relación que se tenga. Seducir a un desconocido es más o menos como lanzarse al vacío, porque no se sabe muy bien con qué seducir. En este caso se usan trucos generales, al no saber la clase de persona que se tiene en frente no se puede predecir los resultados, esta situación se determina más por la suerte, según la sexóloga.
En el caso de los novios es donde más se nota el arte de la seducción, porque tienen más atenciones uno con el otro, y como se están conociendo, a diferencia del anterior caso, ambos saben con qué conquistar. Con respecto a los esposos, la experta señala que muchas veces la seducción se pasa por alto, como si ya no fuera necesaria, y es más bien en esta etapa donde puede darle ‘sabor’ a la relación.
Errores de ellos
Rivero señala que uno de los errores que cometen los hombres es creerse el mejor al saberse un seductor innato que solo le interesa seducir a como dé lugar y que sabe que no lo van a rechazar. Las mujeres son para él un trofeo, pero el sexo femenino es inteligente y se da cuenta de eso y los rechazan. Por otro lado, están los cargosos, que creen que aparentar ser un fiel perrito faldero, lo va a convertir en un Don juan. Si bien a las mujeres les gusta que las halaguen y las atiendan, necesitan una pareja y no un esclavo porque eso a la larga las agobia.
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