L as relaciones conflictivas o disfuncionales están sostenidas por un eje central, que en psicología se denomina dependencia emocional. Uno de los miembros de la pareja se vuelve totalmente dependiente del otro hasta el punto de soportar algún tipo de abuso ya sea psicológico o físico dentro de la relación sentimental.
También puede suceder que exista una co-dependencia, en el caso de que ambos miembros se vuelvan dependientes el uno del otro, y además de aquello se presente también una dependencia a otro agente externo como el alcohol o las drogas que empeoran la relación. Pero al igual que en cualquier tipo de relación disfuncional, uno de los miembros asume el papel de mayor jerarquía, que es quien termina abusando psicológicamente del otro.
Es importante tener en cuenta que muchas mujeres se enfrascan en relaciones que les aportan poca satisfacción emocional por el miedo a estar solas, por el miedo irracional de no poder vivir sin el otro, o por no poder asumir un proceso de duelo de forma independiente, por lo que cuando salen de una relación destructiva, inmediatamente se enfrascan en otra igual, repitiendo el patrón de conflicto una y otra vez.
Las causas para que se desarrolle este tipo de dependencias pueden estar asociadas a factores de autoestima que generalmente se distorsionan por, y dentro de la misma relación en la que nuestra pareja ha hecho juegos psicológicos con nosotros, logrando que creamos que ésa es su forma de amarnos, y acostumbrándonos a periodos de tensión y perdón, que duran muy poco tiempo, pero que nos hacen sentir que la relación es apasionante y subsanable.
Por eso se dice que en este tipo de relaciones no hay víctimas ni victimarios, puesto que ambos juegan el juego, y evidentemente ambos sufren las consecuencias del juego: mucho dolor, inestabilidad emocional, estrés, tensión, ansiedad y miedos que nos pueden conducir a una depresión, y sensaciones de vacío emocional que debemos llenar como sea, con quien sea y recibiendo lo que sea.
Otra causa para el desarrollo de estas dependencias son las relaciones sentimentales en espacios cortos de tiempo, sin intervalos significativos que hayan ayudado a sanar bien el corazón y, por lo tanto, estar listos para enfrentar una nueva. Esto genera a la vez muchas pérdidas emocionales -se ha roto con varios novios o novias- aumentando la importancia de mantener una relación estable a cualquier precio. "Me han roto mucho el corazón pero ésta es la vencida, haré que funcione esto porque no quiero mas inestabilidad en mi vida”.
Es decir, mientras más relaciones conflictivas se hayan mantenido y por lo tanto se han terminado, más es la necesidad de sentirse amado a costa de cualquier cosa, más es la necesidad de estar en compañía, y es más fácil soportar los factores destructivos.
Se debe hacer una autoevaluación de nuestra relación si ésta está siendo dañina y si sólo nos hace sentir mal, tristes, vigilados o víctimas de celos sin razón, y si en nosotros juega un papel fundamental el miedo a terminar con esta relación, el miedo a no poder enfrentar la vida sin el otro, o el miedo a nuestra pareja debido a sus reacciones.
Para ello es de vital importancia romper el patrón disfuncional si hemos tenido el valor de salir de una relación así, dándonos el tiempo suficiente para resolver el duelo por la ruptura y aceptar la soledad, sentirnos a gusto solos, es una manera de curar el corazón.
Por otro lado, es importante que para que haya un cambio en la relación sentimental, lo aconsejable es buscar ayuda terapéutica, cuya finalidad es ampliar nuestra visión de relacionamiento con nuestra pareja, para ver cómo se dan las causas que generan el conflicto y el poco entendimiento en nuestra relación.
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