on un: "Cuídese mucho”?. La artista francesa Sophie Calle decidió trasladar el mensaje a 100 mujeres para que lo analizaran y compuso, así, una muestra que actualmente se exhibe en Buenos Aires con la incorporación, por primera vez, de hombres.
"Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo. Cuídese mucho”. Así terminaba el correo electrónico que recibió hace ya 11 años Sophie Calle de su entonces pareja, una ruptura que le sirvió para poner en marcha una exposición en la que un centenar de mujeres dan su particular visión sobre la pérdida amorosa.
Periodistas, escritoras, actrices, cantantes, bailarinas, filósofas y psicólogas reconocidas de todo el mundo recurrieron a su cuerpo y su imaginación para examinar los elementos que componen un mensaje de despedida, así como sus vinculaciones con el dolor, la pérdida, el sexo, el amor y, en esencia, la vida.
El resultado fue la exhibición Prenez soin de vous (Cuídese mucho) que Calle realizó por primera vez en Venecia en 2007 y que ahora, en el marco de la Bienal de Performance de Buenos Aires, ha llegado al recién inaugurado Centro Cultural Néstor Kirchner de la capital argentina con una gran novedad: la presencia de una mirada desde lo masculino.
La actriz y directora francesa convocó esta semana a siete artistas e intelectuales argentinos destacados como el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky, el compositor Marcelo Delgado o el poeta Hugo Mujica para que tomando como punto de partida el emblemático correo, desgranaran los secretos de las relaciones humanas.
Maricel Álvarez, la comisaria, asegura en que la visión de los hombres no es tan distinta de la de las mujeres, sino que las diferencias tienen más que ver con "el universo” desde el que mira cada ser humano, que es mucho más amplio que el género.
"Hay algo que nos unifica a todos y que no distingue de géneros, que tiene que ver con el dolor, la pérdida, la ausencia, la falta del otro”, apunta antes de insistir en que todo eso se trata de una experiencia colectiva porque "tarde o temprano” todas las personas han sido "abandonadas”.
Así, en una sala del antiguo edificio del Correo argentino, los murmullos de estos incesantes espectadores se mezclan con las voces de las artistas, cuyas interpretaciones se muestran en decenas de pantallas para que la audiencia sea testigo de cómo leen, cantan, bailan, miran, sienten y hasta mastican la carta, como se atreve a hacer la escritora francesa Chloé Delaume.
De métodos poco ortodoxos también sabe la exactriz porno Ovidie, quien utiliza muñecas inflables y penes de goma en su particular interpretación de la pérdida amorosa, algo más radical que la de la española Victoria Abril, que comenta el correo desde la cama y se dirige a la misma Calle. "Aquí hace falta un rendez-vous, déjale ser tu amigo”, le aconseja Abril antes de apuntar que espera que se le haya "roto el amor de tanto usarlo”.
Además, la exposición cuenta con fotografías y relatos de las protagonistas, así como un espacio con sillones y una televisión en la que se reproduce la performance masculina, parte esencial de esta exhibición.
Carga efectiva
Afectos Maricel Álvarez, amiga de Sophie Calle desde 2008, considera que el trabajo de la artista conceptual de 61 años está plagado de una importante carga afectiva y emocional que genera una gran empatía en el público, con quien establece un vínculo "muy directo y franco”, al interpelarlo directamente en un sentido "lúdico”. Todo ello contribuye a conformar una obra con una "grave complejidad intelectual”.
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