Sonrojarse es un estímulo que no controla y que le ocurre, generalmente, en situaciones en las que no se encuentra cómoda o en las que siente vergüenza por alguna razón. ¿Sabe cuál es el mecanismo físico que se esconde tras este hecho? Al estar en una situación de alerta, su cuerpo suelta al torrente sanguíneo una hormona llamada adrenalina, que tiene la función de incrementar su atención para que reaccione rápidamente. Como consecuencia, aumenta el latido del corazón, la presión sanguínea y la temperatura corporal. Al mismo tiempo, se desacelera la actividad digestiva. A partir de ahí, se da la situación ideal para que se sonroje. La propia adrenalina que produce todo lo anterior, también tiene otros efectos en su cuerpo. Uno de los que provoca que se ponga colorada es el de dilatar los vasos sanguíneos. Cuando esto ocurre, se concentra una mayor cantidad de sangre y, por consiguiente pueden aparecer las mejillas coloradas. Pero no todos se sonrojan, por un lado está el hecho psicológico de lo que a cada cual le hace sentir vergüenza. Y por otro, no todos los cuerpos reaccionan de la misma manera.
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