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sábado, 10 de diciembre de 2016
El piropo en Tarija, entre la adulación y la ofensa
La fama pregona que los tarijeños son bastante conquistadores, que saben qué decir y cómo se deben pronunciar palabras dulces, que sean del agrado de las mujeres, sobre todo de aquellas que inquietan sus deseos.
Empero, sucede que del dicho al hecho puede haber mucho trecho. De esta manera, nos pusimos en la tarea de averiguar si verdaderamente el tarijeño es un hombre que sabe dar piropos sin ofender a la mujer. Veinte de las treinta mujeres consultadas, en un sondeo de opinión, afirman que existe una delgada línea entre el piropo y la ofensa.
Pero en Tarija no hay duda de que a la mayoría de las mujeres chapacas y del mundo les gusta mucho que los hombres sepan decirles cosas bonitas; sin embargo puntualizan que los mejores piropos son los sinceros y “de esos hay escasez”, según aseguran las entrevistadas.
Diez de las 30 consultadas, todas ellas casadas, lamentan que sus esposos ya no les digan cosas bonitas. Por otra parte, al menos una decena de chapacos solícitos estuvieron de acuerdo al afirmar que el piropear a la esposa se hace difícil ya que generalmente son cuestionados en la sinceridad o peor aún “su seriedad se pone en duda”.
Ameritan reflexión los comentarios de las mujeres jóvenes y solteras cuando manifiestan que en Tarija son escasos los hombres imaginativos y educados que sepan brindar un buen piropo, ya que en general el “mamacita” o el famoso silbido son las formas más empleadas.
Los jóvenes varones y solteros añaden que no siempre recurren al piropo anteponiendo razones de timidez o vergüenza, pero además la forma de cortejar ya no requiere de tantas palabras dulces, de ahí la falta de costumbre y entrenamiento, pues además el abordaje romántico es más directo.
Una toma de manos o un beso bien recibidos en el momento y lugar justo es lo que se usa en el nuevo milenio.
Tarijeños encendidos
“Existen tarijeños apagados y tarijeños encendidos en cuestiones del buen piropo a las mujeres”, sostiene el cumpa Mico. “El ondular de sus graciosas caderas hace despertar mis sensaciones adormecidas”, agrega con una sonrisa y añade sentirse enajenado.
El cumpa es muy conocido en Tarija por su actitud galante con las mujeres a las que siempre está adulando de manera tan decidida que se lo vio incluso frenando en seco con su camioneta en mitad de la calle para asomar la cabeza por la ventanilla. “¿Qué hace una estrella volando tan bajito?”, “Soy capaz de tirarme al suelo y besarle los pies”, son algunos de los piropos que emplea.
“Lo consideraría una invitación amorosa el decirle que bella que estás, tierna, dulce, sensual. Hay piropos como coplas que invitan al amor o invitan a la amistad o a la sensualidad, pero también el piropo puede ser solamente un galanteo”, opina el cumpa.
Tiene pretensión amorosa
El piropo siempre fue considerado como parte del inicio de una conquista en Tarija. De acuerdo al cumpa Mico el chapaco es conquistador, es el que más galantea. Según su apreciación, en Santa Cruz el camba es directo, en La Paz también hay un poco de galanteo y de cariño, pero el tarijeño se ha considerado siempre por ser más galante piropeador y amoroso.
Esta pretensión amorosa a través del piropo requiere además una buena selección de palabras, pues no cualquier hombre puede lanzar un piropo y ser bien correspondido. El piropo puede caer bien sólo si es agradable y dependiendo de quién lo diga y en qué momento, pues no se vería igual que un hombre de 64 años diga un piropo a una mujer de 15 años, por ejemplo.
Volviendo a la opinión de las mujeres los piropos que más disfrutan son los que las sorprenden por lo ingeniosos y aún cuando existen piropos construidos como: “Del cielo bajo un pintor para pintar tú figura, pero no encontró color para tanta hermosura”, éstos son gratamente aceptados porque sobre todo los piropos son una caricia al ego.
“A todas las personas les gusta ser elogiadas, sobre todo a las mujeres que se sienten fortalecidas de ánimo cuando reciben una mirada o se les hace un comentario en la calle o más aún cuando la pareja es la que las elogia, haciéndoles saber que la ven hermosa y deseable”, comentó la psicóloga, Margot Zubieta.
Indicó, sin embargo, que para muchas mujeres el piropo puede ser llevado a un puro concepto de adulación, por lo que a algunas personas también puede resultarles totalmente desagradable por considerarlo, compuesto por palabras vacías y llenas de falsedad.
Uno de los comentarios que llamó la atención, corresponde a un tarijeño, quien indicó que encuentra que las mujeres de hoy en día no se sienten muy cómodas con el trato galante y las palabras atentas. Pues según dice, muchas mujeres le dijeron que se sienten incómodas con sus piropos.
“Lo que no deja de ser cierto es que cada vez son menos los galantes caballeros y se pierde la costumbre”, justifica Marisol de 25 años. Pero el cumpa Mico lo explica mejor al asegurar que el piropo es sobre todo saludable.
“Levanta el espíritu, el ánimo, uno se pone mejor, levanta el ego de las personas y de las mujeres en particular, ya que ellas son las que necesitan más motivaciones para ponerse bonitas, por eso se pintan y se perfuman”, comenta.
“En Tarija hay mujeres preciosas pero lo mejor que puede hacer una mujer al recibir un piropo es contestar con buena educación eso define la personalidad y educación de ella y uno se queda quieto”, explica y agrega que si ésta responde atrevidamente se piensa que se trata de una mujer vulgar.
“No tengo novia puedo piropear a cualquiera sin ofender, que es lo importante porque no olvidemos también que la ofensa causa malestar”, afirma el cumpa.
¿El piropo como delito?
Más allá de las adulaciones están aquellos “piropos” que ofenden y que las mujeres toman como agresivos. De esta manera, una diputada opositora de la agrupación Unidad Demócrata presentó en mayo de este año un anteproyecto de ley que sanciona fuertemente diversas manifestaciones de acoso callejero.
El proyecto normativo parte de la premisa de que esta práctica casi siempre se disfraza de “piropo”, y en esa medida es reivindicado por quienes creyendo ser galantes ofenden a las mujeres, víctimas de sus palabras y acciones.
Así, propone que el acoso verbal y no verbal, que consiste en miradas lascivas, comentarios sexuales e insultos sexistas, sea sancionado con una multa de Bs 530 y un arresto de ocho horas; las sanciones propuestas pueden llegar a prisión de uno a tres años en caso de aquellos que capten imágenes y videos del cuerpo de otras personas sin su consentimiento.
A simple vista podría parecer un paso más en la lucha contra la violencia de género, sin embargo, en su diseño, la norma no contempla la enorme dificultad que entraña penalizar actos que difícilmente serán evitados sólo por la amenaza implícita en la ley. Es más probable que rinda mejores frutos destinar más y mejores recursos a la educación de las personas.
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