Si bien es cierto que después de tener relaciones sexuales es agradable y cómodo pasar un momento de intimidad con la pareja, también es un momento que debe ser aprovechado para cuidar la salud sexual.
Ir al baño
Orinar después del sexo ayuda a evitar las infecciones del tracto urinario, porque permite “enjuagar” las bacterias que pueden haber llegado hasta la uretra durante el acto sexual. Si bien no hay grandes estudios que lo demuestren, es una práctica recomendable. Lauren Streicher, destacada obstetra y ginecóloga estadounidense, explica que no es necesario ir al baño inmediatamente después de la relación sexual, puedes esperar unos 20 minutos.
Recapitular los hechos
Después de un episodio sexual está bien pensar si fue bueno o malo. Quienes la practicaran conocerán mejor cómo son en el aspecto sexual y en el futuro se lograrán relaciones más placenteras. Si el sexo fue bueno, cuéntaselo a tu pareja mientras el recuerdo está fresco. “Ahora es el mejor momento para hablar de ello, ya que puedes sentirte incómoda al tocar el tema de la nada después”, recomienda la doctora en psicología y psiquiatría Kristen Carpenter.
Malestares
Puede ser normal sentir un pequeño dolor durante o después de las relaciones sexuales. Puede ocurrir por falta de lubricación, por un espasmo muscular o porque tu pareja fue algo brusca. Sin embargo, si el malestar se torna recurrente y surge cada vez que tienes relaciones sexuales, podría tratarse de vaginismo o de otras dolencias.
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