Los seres humanos duermen y despiertan siguiendo un ritmo de 24 horas, este se conoce como Ritmo Circadiano.
Se entiende como “sueño” un estado reversible de alteración de la conciencia o pérdida de esta, de la cual se despierta.
A pesar de ser esencial, las funciones exactas del sueño son desconocidas. Si bien el periodo de descanso es de ocho horas, algunas personas necesitan dormir más en tanto que otras un poco menos.
El exceso de sueño agota, investigaciones recientes muestran que dormir más de 10 horas o menos de cinco horas por noche aumentará el riesgo de enfermedades neurológicas.
Una noche de sueño “normal” tiene dos componentes muy diferenciados: Sueño No-MOR y Sueño MOR.
El Sueño No-MOR (Sin movimientos oculares rápidos) presenta cuatro estadios progresivo: el Estadio 1, transi- ción entre la vigilia y el sueño, con una duración de 1 a 7 minutos, es muy fácil despertar, la persona en este estadio niega estar durmiendo. El estadio 2 o sueño liviano, es la primera etapa de sueño verdadero, es más difícil despertar, se presentan sueños fragmentados.
En el estadio 3, sueño moderadamente profundo, la temperatura corporal y la presión arterial bajan; es difícil despertar, se llega a este estadio 20 minutos después de quedarse dormido. En el estadio 4, de sueño profundo, el metabolismo cerebral y la temperatura corporal bajan mucho, se mantienen los reflejos y el tono muscular disminuye muy poco, en esta fase suele ocurrir el sonambulismo.
Del estadio 1 al 4, se llega en menos de una hora. En el Sueño MOR, se observa carencia de tono muscular y el cerebro se “desconecta” del cuerpo, de hecho los únicos músculos activos son los de la respiración y los músculos de los ojos. Esta fase se llama también “sueño paradójico” pues se observa actividad neuronal muy alta, el flujo sanguíneo cerebral y el consumo de oxígeno son mayores que en la actividad física o mental intensas de la vigilia. En un periodo de 7 a 8 horas de sueño hay entre 3 y 5 episodios de sueño MOR. Normalmente un episodio MOR durará de 10 a 20 minutos.
Los episodios MOR, No-MOR se alternan toda la noche, el sueño profundo y reparador se presenta en los estadios 3 y 4 y en el sueño MOR. Las “pastillas para dormir” (Benzodiacepinas) alargan los estadios 1 y 2 del sueño pero reducen los estadios 3 y 4 y el episodio de sueño MOR; es decir, aumentan la cantidad pero reducen notablemente la calidad del sueño.
Durante la noche puede ocurrir que despertemos de forma natural, muy suavemente; posiblemente hayamos despertado en el estadio 1 o 2 del sueño No REM, y fácilmente también volvemos a dormirnos. Pero puede suceder que suene la alarma y despertemos sobresaltados y confundidos, probablemente hayamos estado en el estadio 4, y si suena el reloj y despertamos pero no podemos movernos por algunos instantes, pues estábamos en pleno episodio de sueño MOR. Nos despierta casi todo; luz brillante, sonidos, dolor, frío, calor, movimientos de los brazos y piernas, hambre, sed, deseos de ir al baño, tacto y presión en la piel; sin embargo los olores, aún los más fuertes, no nos despertarán.
Se estima que todas las personas pasan alguna vez por un periodo de insomnio, pero si este se prolonga puede tener consecuencias muy nocivas. Dormir poco afecta severamente las funciones mentales, provoca ansiedad, irritabilidad, dificultades con la memoria; la privación de sueño deteriora la capacidad de atención, el aprendizaje y el desempeño.
El sueño es una conducta, si bien no se caracteriza por el movimiento, muestra un necesidad imperiosa que obliga a buscar un lugar cómodo y tranquilo donde acostarse y permanecer así por varias horas, sin responder a lo que ocurre alrededor. El tiempo adecuado de sueño y su calidad son esenciales para la conservación de la salud del cuerpo, pero sobre todo para el bienestar y la salud mental.
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