sábado, 29 de noviembre de 2014

El hielo podría ser un elemento más ardiente de lo que se piensa. Conoce cómo.

Si pensabas que solo los pingüinos se divertían con el hielo, pues es hora de que te des cuenta que no, porque este elemento lejos de enfriar la pasión, la aviva aún más. Un par de expertos aconsejan cómo utilizarlo a su favor, empieza a tomar nota.

Argumento. Para la sexóloga Roxana Ribera, la sensación de frío no solo resulta refrescante durante el verano, también brinda una sensación más helada entre las sábanas. "La idea es hacer del cuerpo una fuente de calor".

Opción uno. Para la especialista, primero se debe preparar la habitación para que esté un poco templada. "Alista a un lado de la cama una cubeta de hielo y si quieres puedes ponerle sabor a esos cubos con tu bebida favorita", aseveró Ribera.

Opción dos. Según Marcela Espinoza, terapeuta de pareja, enfriar un poco la boca antes de acariciar con ella el cuerpo de tu pareja "ayuda de buena manera a comenzar, dando pequeños besos helados despacio y en todo su cuerpo".

Opción tres. A decir de las especialistas, el hielo sirve para darle maravillosos besos helados a cada lado del cuello, frótale la piel sensible de la espalda, trazando círculos y zigzagueando. "Se debe aclarar que esto se tiene que realizar de forma lenta, sin apuros", apuntaron.

Opción cuatro. Otra manera de derretirse con hielo, es ir despacio desde el nacimiento del pelo en la nuca, pasando por la columna vertebral hasta la parte de atrás de las piernas.

Opción cinco. Una propuesta, aún más sugerente y deliciosa, podría ser un helado. "Del sabor que más les guste a cualquiera de los dos, lo importante es que ambos estén de acuerdo y disfruten el momento", apuntó la terapeuta.

Prohibido. El hielo solo sirve para recorrer el cuerpo, "pero esa magia se rompe cuando este por equivocación o voluntariamente, pasa por la entrepierna o intentan otra acción fuera de lo permitido y consensuado entre ambos", advirtió Ribera.

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