Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, fecha que conmemora el primer beso más largo de la historia, que duró 46 horas 24 minutos y 9 segundos.
Aunque pueda parecer una eternidad, no pasó mucho tiempo para que este récord fuera alcanzado y superado en Tailandia con 58 horas 35 minutos y 58 segundos.
Por suerte, no hace falta llegar a estos extremos. Con tan solo 10 segundos se pueden empezar a notar los efectos ´sanadores´ de este gesto tan natural.
Besar aumenta la autoestima y nos hace sentir bien, plenos y satisfechos. Esto sucede porque al hacerlo nuestro cuerpo libera oxitocina, la famosa hormona que hace que nos sintamos con buen ánimo, por lo que funciona a modo de antidepresivo natural.
Una afirmación respaldada por diversos estudios científicos que aseguran que besar es una forma efectiva de disminuir el estrés, la tensión y la ansiedad.
Por otro lado, besar también genera endorfinas que tienen la propiedad de actuar como reductoras del dolor. Incluso se dice que el beso tiene un efecto similar a una dosis de morfina.
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