Hoy se celebra el Día Internacional del Orgasmo, festividad que tiene su origen en la localidad brasileña de Esperantina donde, en 2006, las lugareñas decidieron hacer una peculiar petición a sus parejas: «Queremos un orgasmo al día». Desde entonces, el orgasmo es vanagloriado mundialmente, y con honores como se merece, cada 8 de agosto.
Teniendo en cuenta que el orgasmo es la quintaesencia del sexo, y por lo tanto el más distinguido de entre los placeres terrenales, llama la atención que esta festividad se venga celebrando desde hace tan poco tiempo. Echando la vista unos cuantos siglos atrás, rechina que a un gran aficionado al sexo -por el sexo- como el emperador Calígula, no se le ocurriese instaurar como fiesta imperial el homenaje al orgasmo.
El orgasmo es algo espectacular y que todos el mundo debería conocer, pero para los poco versados en la materia, Almudena Herranz, sexóloga del centro Sexorum, nos explica en qué consiste exactamente: «Es un tema curioso porque la mayoría relacionamos el orgasmo con el placer, y sin embargo, el orgasmo en sí mismo es sólo un nivel de excitación muy alto, el máximo que se puede experimentar en una ocasión concreta, y nunca hay un orgasmo igual que otro».
Aunque generalmente el orgasmo produce placer, hay personas que no lo experimentan como tal ya que verse sometidas a tan elevado nivel de excitación les resulta desagradable. Esto puede explicarse por la sensación de descontrol que produce el orgasmo, llegando a ser tan intensa que las reacciones fisiológicas que desencadena pueden llegar a incomodar a los desafortunados orgásmicos.
Cómo llegar al orgasmo
Si esperabas descubrir en estas líneas la llave maestra para convertirte en gurú del placer sexual, deja de leer. No existe. No es tu reponsabilidad. De hecho, tu empeño en convertir el «ya llega, ya llega...» de tu pareja en un orgasmo es de lo más contraproducente que existe en la búsqueda del momento perfecto. El orgasmo es algo muy personal y, además de físico, muy emocional. No hay un manual para llegar a conseguirlo. Sin embargo, si hay una máxima: «carpe diem».
Disfrutar del momento, las caricias, los juegos, los mordisquitos... y olvidarte de cualquier otra cosa que pueda distraerte, es la única manera de llegar a la cúspide del placer y la excitación: el orgasmo. Además, generalmente, cuanto más disfrutes tú más lo hará tu pareja, y si conseguís centraros en disfrutar del sexo y de la situación, será mucho más probable que ambos consigais en algún momento llegar al olimpo del acto sexual.
Almudena Herranz cuenta para ABC que la mejor manera para lograr un orgasmo «es conocerse a uno mismo y saber qué es lo que quieres en cada momento y qué es lo que te gusta. Obsesionarse con llegar al orgasmo lo único que hace es descentrarte y rebajar tu nivel de excitación». Una buena comunicación con tu pareja, y dar rienda suelta a las fantasías de cada uno, es una de las mejores maneras para llegar al orgasmo. Mantener la excitación en todo momento es clave, además de tener la suficiente confianza en la pareja, o compañero de aventuras sexuales, para expresar tus deseos es el camino para llegar a tener más orgasmos.
Buceando en el orgasmo
Entre las curiosidades sobre el orgasmo y el sexo en general, la más destacable es que gracias a las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, ellas pueden disfrutar de orgasmos más duraderos y más seguidos. En concreto, un estudio realizado en el Centro de Estudios Sexuales y Maritales de Long Beach, California, en EE.UU., estableció el récord de 134 orgasmos femeninos en el transcurso de una hora, mientras que el más potente de los varones no pasó de 16 orgasmos.
La mujer para llegar a tener un orgasmo necesita, por lo general, unos 15 minutos, a diferencia del hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos. Además, ellos necesitan más tiempo para reponerse de la pérdida de energía que implica el orgasmo, ya que el estado de relajación al que transporta el orgasmo hace que la sangre vuelva a sus cauces naturales, y ellas pueden experimentar con más facilidad y frecuencia réplicas como las de un terremoto, fenómeno que experimentan las afortunadas «multiorgásmicas».
Con todo lo bueno que tiene el sexo y los orgasmos, existe un 10% de la población que se declara asexual, es decir, que no se sienten atraídos ni por hombres ni mujeres. Estas son algunas curiosidades del maravilloso mundo del sexo, en el que llegar al orgasmo depende sobre todo de tu capacidad para mantener un elevado nivel de excitación. Si tienes problemas para alcanzarlos puedes acudir a un experto sexual, o concentrarte únicamente en disfrutar de la relación sexual.
Cuanto más pienses en el orgasmo, más difícil te será alcanzarlo; asúmelo, así de quisquilloso es él, el más codiciado objeto de deseo, la más implorada experiencia por el ser humano, el éxtasis del frenesí sexual: el orgasmo.
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