La primera impresión que otra persona nos causa es trascendental a la hora de formarnos una opinión sobre ella. Durante los minutos iniciales de una relación tendemos a identificar y 'clasificar' a quien acabamos de conocer; y esas conclusiones, por precipitadas que puedan resultar, asientan en nuestra mente cimientos muy difíciles de cambiar a corto plazo. Sin embargo, a la vista de las revelaciones de un estudio sobre citas desarrollado en Reino Unido, quizá deberíamos ser algo más escépticos con estos primeros contactos.
En la web Chillisauce decidieron ponerse manos a la obra y analizar el comportamiento y las costumbres de hombres y mujeres en esta clase de situaciones. Para ello, realizaron una encuesta a más de 8.000 personas, trabajo de campo del que han logrado extraer algunos datos realmente asombrosos. Por ejemplo: ellas son más proclives a cancelar la primera cita. Tan sólo un 30% mantendría sí o sí un compromiso fijado, mientras que un 68% lo cambiaría por una noche en compañía de sus amistades. Un 51% de varones, en cambio, prefiere asistir al encuentro romántico.
Sin duda, una de las partes más interesantes del estudio son las mentiras más frecuentes en ese día en que deseamos causar una fantástica impresión. Y es que un 61% de las personas que se sometieron a la encuesta confiesa no decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad en su primera cita. Así es: apenas un 39% presume de sinceridad absoluta desde el primer apretón de manos. Ahora bien, hombres y mujeres no mienten sobre los mismas cosas: en cada grupo hay tendencia a maquillar temas muy distintos.
Para ellos, lo más habitual es contar mentiras que tengan que ver con su ocupación profesional. El 25% se decanta por «cambiar de trabajo» para la ocasión, escogiendo uno que consideren más atractivo. Hasta un 29% dejará caer detalles que hagan pensar a quien tienen enfrente que ganan más dinero del que en realidad entra en su cuenta al final de cada mes. También superan el 15% los engaños sobre relaciones anteriores y lugar de procedencia; son muchos menos los que falsean su nombre o su año de nacimiento.
¿Y las mujeres? La edad es la mentira más recurrida entre ellas: un 37% admite quitarse años en las primeras citas, normalmente entre tres y cinco. El resto de las «trolas» son muy variadas, si bien llama la atención que un 14% se atreva a no decir la verdad sobre su nombre. Es posible que tenga que ver con las costumbres de nuestra época, ya que lo de investigar la vida de los demás a través de Google o Facebook es un hábito bastante arraigado. Un 19% tiende a mentir sobre su empleo, otro 15% sobre su lugar de procedencia y sólo un 8% sobre relaciones anteriores.
Otra de las partes llamativas del estudio profundiza en los motivos por los que suele fracasar una cita. Los varones no soportan un uso exagerado del teléfono móvil: el 37% puede considerar que el encuentro no ha valido la pena por esta razón. Lo común es que crean que ella se está aburriendo, chateando con otros chicos o, aún peor, comentando la cita por WhatsApp con sus amigas. A las mujeres, en cambio, les repele la arrogancia. Un 27% volvería a casa decepcionada si piensa que han conocido a alguien que exagera la confianza que tiene en sí mismo.
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