jueves, 4 de junio de 2015

Cómo ganar la batalla a la rutina sexual

El sexo es salud, y hay que saber disfrutarlo en todas las etapas de nuestra vida.

La rutina sexual, el aburrimiento y la pérdida de la pasión hacia el otro son algunos de los problemas a los que se enfrentan las parejas y que a veces pone en la cuerda floja una relación.

Vicente Briet, psicólogo clínico, especialista en sexología y miembro de la junta directiva de la Federación Española de Sociedades de Sexología, apunta que además de las disfunciones sexuales como la eyaculación precoz o la impotencia, el tema del deseo es uno de los más frecuentes.

Pese a que puedan influir aspectos como el carácter biológico, factores psicológicos, fármacos, etc. que a veces se disfrazan como rutina, “hay elementos en la pérdida del deseo que simplemente tienen que ver con el desgaste o con el tiempo que llevamos en pareja”, señala.

Pero, ¿cuándo aparece la rutina sexual? El experto apunta que no hay estudios definitivos, pero “parece que biológicamente la pasión tiene fecha de caducidad”; al investigar sobre parejas es al “tercer o cuarto año cuando suelen aparecer los primeros síntomas”.

Las 7 claves para combatir la rutina sexual

Comunicación. Hablar, hablar y hablar las cosas. Briet explica que lo más importante es “tomar conciencia” y ser capaces de “comunicar con claridad pero sin adoptar actitudes sincericidas” para poder empezar a emprender acciones. A veces somos demasiado sinceros y podemos expresarnos con vehemencia o acritud, causando daño a la otra persona. Para evitarlo, el doctor insiste en que la clave es no hablar acusando y recriminando, sino de cómo las cosas del otro nos hacen sentir. Es decir, “hablar desde el punto de vista de los sentimientos y acabar formulando propuestas de cambio”.

Espacios de individualidad. Lo que muchas veces llamamos burbuja personal resulta fundamental para la salud de la pareja.

El sexólogo señala que “hay parejas que se convierten en parejas fusión”, un caldo de cultivo ideal para la rutina.

Para evitar el desgaste “hay que quedarse siempre con un poco de apetito”, subraya.

La receta para recuperar la pasión y la ilusión “es que tengamos un espacio personal donde podamos cultivar nuestra individualidad y permita la posibilidad de echarnos de menos”. Y es que, como dicen, se necesita ausencia para valorar la presencia.

No hacer comparaciones con estudios o el entorno. Tendemos a intentar seguir la línea de lo que entendemos o lo que socialmente se nos establece como normal. El especialista destaca que esto es un error que además puede provocar “una presión bárbara”. Lo que hay que hacer es “marcar nuestros propios estándares porque es el criterio de pareja el que tiene que triunfar, y la calidad es lo que ha de primar” dentro de la frecuencia que nos marquemos nosotros mismos. Si no el sexo se convierte en una obligación “y es cuando pierde el interés”, apunta.

Cultivar el interés y la pasión por el otro. La clave está en entender a la pareja “como si fuera una especie en peligro de extinción, una persona que podemos perder porque sigue siendo digna de admiración”. Para hacerlo, es importante “que hablemos con cierta regularidad de sexo, que hagamos planes eróticos aunque no se lleven luego a la práctica, que nos toquemos, nos acariciemos de manera insinuante, y al margen de la propia relación sexual”. Tenemos que aprender a “descoitar la relación y no estar siempre a la búsqueda del orgasmo”.

“Hay que actuar continuamente como si estuviéramos excitados sexualmente”, señala Vicente. “El deseo, si no tiene un soporte y un alimento para la acción, es como la llama de una leña que no acaba de arrancar”.

Sorprender y usar la imaginación. Tenemos que huir de la rutina para fomentar un clima que favorezca el reencuentro. El psicólogo señala que “hay que romper con la inercia que nos lleva a buscarnos o a hacerlo en el mismo sitio”. Algo interesante puede ser “recuperar actividades que nos han podido resultar excitantes en el pasado”. Si queremos que el deseo aparezca “debemos concederle el valor y protagonismo que merece”.

Experimentar. Es algo fundamental. Juguetes sexuales, posturas, juegos, cambios de rol, fantasías… debemos saber pedir a nuestra pareja las cosas que nos gustaría hacer sin tener miedo a expresarnos y a partir de ahí “generar espacios de encuentro”.

Cultivar el propio atractivo personal. Muchas veces pensamos que cuando tenemos pareja ya está todo conseguido y conquistado. El psicólogo señala que es fundamental “cuidar la higiene, atuendo, alimentación, lenguaje, el mimo al otro, es algo continuo” porque no podemos abandonarnos ni tomar el camino de la dejadez. Es importante “tener interés, cuidado y atracción por el otro y tomarlo como una responsabilidad”. El amor y el deseo son una conquista continua.

Vicente Briet subraya que para que se de una buena relación tiene que haber cuatro ejes que la sustenten: compatibilidad de valores, compatibilidad de caracteres, la parte de la pasión y el tema del compromiso “que se define cuando los tres anteriores están claros”.

4 EXPERIENCIAS SEXUALES TODA PAREJA DEBE TENER

Estas misiones harán maravillas con tu vida sexual (y tu relación). Saca tu lápiz y empieza a tacharlas de tu lista.

Inventen su propia posición

“Mejorar nuevas posturas sexuales demuestra que tienen la confianza suficiente para experimentar”, asegura Susan Crain Bakos, autora de The Orgasm Bible. Ambos se sentirán como pioneros sexuales, lo que creará intimidad (y confianza) que liberará sus libidos. TIP: Mejora las posturas que más disfrutan, aumentando pequeños cambios hasta que encuentren lo que funciona para ambos.

Designen un día para el amor

Elegir un día para la actividad erótica es esencial en una relación. “Aunque muchas personas se quejan y no les gusta ‘planear’ la actividad sexual, reservar un día cada mes creará anticipación”, dice la terapeuta Michele Weiner-Davis.

Así que elijan un día para llenarse de atenciones y hacer cosas diferentes: tomen un baño juntos, vayan a un hotel, dense masajes, jueguen strip poker, cocínense sin ropa…

Dense un ‘break’ sexual

El sexo puede convertirse en algo rutinario y aburrido. “Es necesario reconstruir la tensión sexual”, asegura Weiner-Davis. Planea una semana ‘libre de sexo’ (nada de acción oral y tampoco toqueteos). Luego de 7 días de agonía, ambos libidos estarán que arden. Cuando (finalmente) comiences la actividad sexual, extiende el tiempo de ‘juego previo’.

Un ‘quickie’ en una fiesta

Escabullirte en una fiesta o reunión social para tener 20 minutos a solas le da un golpe de excitación a una vida sexual rutinaria, asegura Gloria Brame, Ph.D., autora de Different Loving. Y tiene repercusiones a largo plazo: recordar estos momentos activa el deseo años después.

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