Hábitos post-coitales. Darle enseguida la espalda a la pareja y echarse a dormir; tomar el celular para ver quién lo llamó o ponerse a chatear, son hábitos que pueden arruinan el momento de pasión.
Comunicación corporal cambio de rutinas
Uno de los momentos más íntimos y de mayor valor sexual y emocional que puede vivir una pareja es el coito; y es después del sexo cuando las mujeres buscan entablar mayor acercamiento a través de caricias, abrazos y besos.
Además, se pueden hacer muchas cosas más después de un momento tan íntimo, que podrían ayudar a la pareja.
1. DULCES SUEÑOS
No hay una actitud más común y que moleste tanto, que una vez concluya el coito, la pareja –especialmente el hombre—se apresure a dar la espalda y se entregue a los brazos, no de su amada, sino de Morfeo.
De acuerdo con los especialistas hay que darse unos minutos para que
cada cuerpo, después de semejante faena, vuelva a su condición natural
y en función de eso pueda surgir el deseo de comer, hablar, dormir, de estar en silencio o bañarse juntos.
Lo ideal es continuar abrazado a la pareja, decirles palabras románticas, porque la mujer es un ser muy auditivo y en ese momento quiere escuchar palabras cariñosas, que le lleguen al alma, que la hagan valer como persona, como mujer y como amante.
2. ¡A LA DUCHA!
Que la pareja corra despavorida a la ducha a asearse una vez tiene el clímax es una conducta que irrita, porque a algunos les hace pensar que su cónyuge les tiene “asco”, que “quisiera escapar” o que “padeciera algún trauma sicológico”.
La higiene íntima es importante pero no hay que obsesionarse con ella al extremo de ducharse enseguida o tomar el spray de fragancia rosa y rociar el cuarto para evitar un olor delator.
3. SIN AFANES
La relación íntima más maravillosa puede quedar proscrita al libro del olvido y sin asomo alguno de un próximo encuentro, cuando la pareja vuela a vestirse, a pedir la cuenta o se atreve a decirle: ¿te pido ya el taxi?
En general, esas conductas son usuales en relaciones donde uno de los dos ha puesto el corazón, a éste le queda una sensación de vacío, pero al otro realmente le importa poco, la considera un “affaire”, algo meramente sexual e informal.
4. EXIJO REPETICIÓN
Insistirle a la pareja para que tengan un nuevo encuentro sexual cuando ésta ya se siente saciada o cansada es una conducta que debe evitar.
Lo mejor, mientras descansan es masajearse, acariciarse, hablar de algo que les interese y si se da un nuevo encuentro, pues mucho mejor.
5. VETAR FRASES
Expresiones que buscan aprobación como “¿te gustó?” o “¿de verdad me quieres?” denotan inseguridad de la pareja, necesidad de aprobación y eso molesta. Son frases que no tienen mucha credibilidad porque con el tiempo se han convertido en un cliché.
6. HACER OTRAS COSAS
Prender la televisión, ver el celular, ponerse a trabajar, leer un libro, hojear una revista o fumar un cigarrillo son “pecados” en la intimidad. Tampoco se queje de situaciones vividas hace poco.
7. ADULACIÓN
No hay nada más molesto que frases aduladoras luego de intimar como “esto es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida”, “eres todo un volcán”, “nadie te supera”.
8. DEMUESTRE AFECTO
De la forma como termine una relación sexual depende una próxima.
Al terminar, por tanto, no se quede mirando para el techo. Es apropiado hacerle una manifestación de gratitud o afecto a la otra persona.
Basta con acariciarle el cabello, masajear su espalda, mirarla fijamente
a los ojos o darle un abrazo largo y sostenido.
Que la pareja sienta su presencia, su atención por unos minutos después de la relación sexual. Esa es una forma de gratitud, de manifestarle al otro el placer, la gratitud de haber compartido a través de su cuerpo ese nivel de goce.
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