Una de las disfunciones sexuales que afecta a la mujer es el vaginismo, su origen se debe a diversas causas y consiste en la imposibilidad de cualquier penetración vaginal. Con la consiguiente dificultad de sostener el acto sexual en pareja o de realizarse exámenes ginecológicos, porque causan dolor intenso e insoportable.
“El vaginismo es una disfunción sexual femenina en la cual los músculos de la pelvis se contraen involuntariamente provocando que la vagina se cierre. Esto se produce generalmente durante el acto sexual y causa incomodidad o dolor. Además de interferir con una vida sexual saludable, también evita la práctica de los exámenes médicos como el Papanicolaou”, explicó la sexóloga Mariel Loayza.
La especialista afirmó que una vez diagnosticado el vaginismo mediante un examen ginecológico, se podrá determinar el grado de severidad, si es primario o secundario.
Primario.- Sucede cuando una mujer nunca ha sido capaz de tener relaciones sexuales o ha logrado cualquier tipo de penetración. Esto se descubre cuando la mujer intenta utilizar tampones, tener relaciones sexuales o cuando quiere practicarse una prueba de Papanicolau. Incluso muchas ignoran que tienen este problema hasta el momento del matrimonio.
“El vaginismo primario es cuando la mujer nunca ha podido tener una relación sexual y en el caso de parejas casadas se habla de matrimonios no consumados, que podrían haber estado por años con este problema sin haber recibido tratamiento alguno. En otros casos, es una de las causas de divorcio más frecuente”, dijo Loayza.
Secundario.- Ocurre cuando una mujer, previamente, ha sido capaz de lograr la penetración vaginal normal y de repente se siente incapaz de hacerlo. Esto puede ser debido a infecciones vaginales mal curadas, traumas durante el parto y secuelas de una cirugía ginecológica o causas psicológicas.
CAUSAS
El vaginismo es un problema sexual que tiene varias causas posibles, entre las que se incluyen: fobia a las relaciones sexuales, un trauma o abuso sexual pasado y factores psicológicos.
“Las causas del vaginismo son psicosociológicas, es decir, psicológicas y sociales. Debido a la educación castrativa que recibió la mujer, cuando el sexo era sucio, feo, fuente de miedo o temor. Lo que generó fobia al sexo, miedo a quedar embarazada, miedo a contraer enfermedades, estos mensajes dados en la niñez hacen que se creen barreras en el cerebro”, explicó la sexóloga.
Otras de las causas del vaginismo son agresiones sexuales que se produjeron en el pasado, como ser: violación, intento de violación y toques deshonestos, que se constituyen en vivencias sexuales destructivas en la niñez, adolescencia o edad adulta y esto puede provocar una fobia y temor a ser lastimada o dañada nuevamente.
“En el caso del vaginismo secundario sucede cuando la mujer tuvo una infección vaginal severa, que dejó como secuela una mala lubricación en la pared vaginal, inflamación, lo que causa mucho dolor durante el acto sexual. Con sólo imaginarse el dolor que producirá, la vagina se contrae de inmediato y no permite la penetración de su pareja”, afirmó Loayza.
TRATAMIENTO
Ambos grados de vaginismo, tanto el primario como el secundario pueden ser tratados y llegar a una buena resolución, en pareja o en forma individual.
“Esta disfunción es muy benigna con un alto porcentaje de resolución. El tratamiento debe estar hecho en un contexto de terapia sexual con un enfoque médico y psicológico, porque siempre queda grabado el miedo o temor. En el tratamiento se enseña la relajación para evitar que los músculos de la pelvis se contraigan involuntariamente hasta lograr que desaparezca mediante ejercicios de dilatación”, dijo Loayza.
La terapeuta sexual utiliza ciertas técnicas que le permiten a la pareja o persona sola relajarse y controlar su nivel de ansiedad. El proceso lleva unas 10 sesiones o más, dependiendo de cada caso.
“En otros casos el vaginismo no causa crisis. Cuando una mujer con este problema y un hombre con disfunción eréctil coinciden, no necesitan de una penetración vaginal y están así por muchos años. El problema surge cuando quieren tener bebés y no pueden hacerlo y recién acuden a terapia para solucionar el problema”, comentó Loayza.
Las edades de las mujeres que acudieron a consulta por este problema están entre los 24 a 32 años y afortunadamente en todos los casos se llegó a una buena resolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario