Cita de placer sincronÍa de sentidos
Las parejas tienen diferentes ritmos para encontrar el placer, a veces es rápido otros despacio; pero se llega a un momento en que todo sincroniza.
Para llegar al sexo satisfactorio, una de las cuestiones que deben cuidarse en la pareja es el ritmo sexual (salvaje, suave, rápido, despacio), el cual es mejor acordar mutuamente y que dará placer, mayores y mejores orgasmos.
Mabel Iam, psicoterapeuta y autora de “El amante perfecto”, indica que el hombre y la mujer tienen diferentes tiempos de respuesta sexual, y para lograr unan conexión más poderosa, se deben experimentar todos los ritmos.
Las mejores técnicas para potenciar el ritmo sexual se inspiran en las escuelas chinas de manejo del movimiento y la energía vital, como el chi kung y el tai chi. Buscan respetar, profundizar y estimular los ritmos naturales del cuerpo.
Mediante diferentes movimientos en estado de relajación se puede controlar y aumentar la vitalidad y, al mismo tiempo, evitar que se fatiguen los músculos.
Danzar y gozar, paso a paso
El hombre y la mujer tienen distintos tiempos de respuesta sexual.
Si deseas una máxima conexión con tu pareja, necesitas experimentar todos los ritmos: la gama que va de los eróticos salvajes a las cadencias más suaves y tiernas.
Busca compatibilizar tus sensaciones con las de tu amante, hasta alcanzar la plenitud sexual.
* Primer ritmo: es el impulso sexual, que está directamente relacionado con la atracción del uno hacia el otro. Está signado por la seducción que cada uno provoque en su acompañante.
* Segundo ritmo: es el de la excitación. Es espontáneo, se manifiesta más lentamente en la mujer y, por lo general, más rápido en el hombre.
Depende exclusivamente del juego erótico que se produzca en el primer ritmo. Personalizar la fogosidad es importante para motivar las zonas erógenas.
* Tercer ritmo: es el orgásmico, resultado de los anteriores. Como en una danza, los amantes conservan una energía erótica de coincidencias, tanto instintivas como afectivas.
En esta etapa se concentra el misterio del éxtasis del ritmo sexual y la sinfonía erótica desarrolla su rol protagónico.
* Cuarto ritmo: la consumación, es el efecto del máximo placer. En este nivel se logra una explosión que atraviesa los límites de la satisfacción física y ayuda a despertar sentimientos. Solo se llega al éxtasis con entrega mutua, siguiendo el ritmo amoroso.
Cuando cada amante se adapta a la respuesta sexual de su compañero, el acto no concluye con el orgasmo. Por el contrario, luego de la descarga puntual la técnica logra realimentar el placer.
El juego de espejos
Cuando la pareja no encuentra un ritmo placentero puede probar con el juego de espejos. Ayuda a pulir la percepción, para prestar mayor atención a las sensaciones y emanaciones químicas del otro.
¿Cómo se practica? hay que intercambiar los roles sexuales.
Cada uno imita los movimientos que realiza naturalmente su compañero durante el juego erótico.
Primero, uno actuará el papel activo y el otro lo imitará. Esta técnica de imitación en espejo es, justamente, la que se aplica para aprender cualquier técnica o ritmo de baile.
Durante la escena sexual se pueden adquirir diferentes experiencias, mientras la pareja se conecta con creatividad y placer. Realizando este ejercicio una vez por semana y, luego, una vez por mes, se logran buenos resultados.
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