Comunicación en la pareja

Hacer un enfoque comunicacional entre las parejas, especialmente desde la sexualidad, se debe tomar como parámetro el comportamiento entre el hombre y la mujer. En la mayoría de los casos es la mujer la que recibe los mensajes y el hombre es el emisor en el quehacer de la información.

Generalmente nos muestran que el dueño del proceso comunicacional es el hombre, lo que convierte a la comunicación en vertical y opresiva donde el poder tiene que ver mucho en la construcción del diálogo. Por ese motivo, es necesario tener una comunicación asertiva que ayude en la relación de pareja, lo contrario significará la destrucción o inhibición colocándose en una deserción unidireccional donde el mensaje pertenece solo a uno.

Es bueno tomar en cuenta esos aspectos en el marco de la sexualidad, el cual debe ser equitativo, respetuoso y consensuado, expresando necesidades e intereses y los puntos de vista de ambos o su punto de vista diferentes, en un diálogo sincero, franco y abierto, donde no haya la intervención de otras personas. Las condiciones de pareja lograrán una comunicación que beneficie a ambos.

Algunas personas mantienen la pasividad dependiendo que otras intervengan por ellas y a veces esta situación es malinterpretada. Todos tenemos el derecho de expresar lo que sentimos, necesitamos, pensamos o creemos.

Al no expresar lo que siente una persona, puede llegar a crear un ambiente de ansiedad, frustración y generalmente se originan problemas en las relaciones interpersonales, sociales y familiares.

En una pareja se identifica lo que se siente, lo que se piensa, o lo que se quiere. Aceptar nuestros pensamientos, sentimientos y creencias no por capricho, sino sustentados en el sentir y el respeto.

También es positivo controlar los sentimientos que impidan la comunicación, provocando una ruptura en el hogar, quizá es mejor buscar el momento oportuno para decirse lo que uno quiere, será asertivo y lo otro puede ser irrelevante o agresivo.

Todas las formas de comunicación son de beneficio para ayudarse mutuamente, además de tomar una decisión correcta dentro del marco sexual, en beneficio familiar o de pareja.