Ochocientos mil españoles usuarios de Ashley Madison, la web de citas para casados, demuestran que nuestras relaciones se asientan sobre normas de convivencia frágiles ante el instinto, la rutina o el desamor. Probablemente esa cifra sea solo un esbozo de lo que las encuestas elevan a rango de normalidad. Sin embargo, solo describen la infidelidad como una transgresión sexual, sin considerar que las emociones puedan convertirse en otra forma de traición aunque no lleguen al dormitorio.
La escritora y periodista Rosa Montero aseguraba en su artículo Adúlteros pero leales: "No encuentro mucha diferencia entre que tu pareja tenga un amante casual y que no lo tenga pero haga el amor contigo soñando con otra persona. [...] A mí, en fin, me importa mucho más la lealtad que la fidelidad sexual". ¿Emoción o físico? ¿Qué infidelidad causa más dolor y cuál resulta más difícil de perdonar? Son las preguntas que hemos planteado a la periodista Rebeca Haro y a Helena López-Casares, coach especialista en parejas.
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