El amor, al igual que cualquier otro sentimiento es engendrado en el corazón, nace, crece, se reproduce y desaparece, pero mientras vive en nosotros, éste invade todo nuestro ser, es por eso que las personas piensan y hacen lo que su corazón siente. Porque nuestros sentimientos moldean nuestros pensamientos, los cuales a su vez guían nuestras acciones, y por eso decimos que el amor se demuestra más con hechos que con dichos.
Pero, ¿por qué el amor nace y no sólo aparece como mucha gente cree? Porque el amor se engendra en nuestro corazón como fruto de un deseo ardiente por algo o por alguien, que llega a tener una importancia suprema en nuestra vida. Pero erróneamente siempre hemos creído que el amor llega a nosotros cuando conocemos a alguien, lo cual es completamente erróneo porque el amor no tiene forma humana, ni sexo, el amor no es ni hombre ni mujer, el amor es un sentimiento sublime que alcanza a cubrir a plenitud a la persona amada.
Hay una expresión generalizada en casi todas las personas cuando están buscando pareja, que dicen "estoy buscando al amor de mi vida", por eso es que siempre les va mal cuando supuestamente se enamoran del amor de su vida, ya que si salimos a buscar el amor en otros estamos perdidos, porque el amor tiene que nacer en nosotros, entonces lo habremos encontrado.
Si fuera cierto que al amor lo encontramos en el otro, ¿de qué serviría que alguien nos quiera?, si talvez ni nosotros nos queremos. ¿De qué serviría todo ese amor que nos den si no lo vamos aprovechar? Así nunca vamos a ser felices, porque la felicidad no está en las cosas que recibimos sino en todo lo que damos, tal como lo dijo Jesús, "más felicidad se siente al dar que al recibir", pero ¿por qué buscamos siempre a alguien del sexo opuesto para sentirnos felices? Porque el amor es una acción de dar, de compartir con el otro todo lo que tenemos, sólo podemos sentirnos grandes cuando nos damos cuenta que tenemos mucho para dar a quien no tiene nada, y por eso viene a nosotros para ser llenado con nuestro amor.
Pero también debes tener muy presente este conocido refrán que dice "cría cuervos y te sacarán los ojos", porque quien no tiene nada para dar tampoco tiene nada que perder y por eso se convierte en una persona tóxica y peligrosa para ti, son estos los que estarán al acecho para aprovecharse, ya que con seguridad su intención es sacarte lo más que pueda, sin importar cuan grande sea el vacío y el dolor que deje en tu vida.
El amor es el tesoro más valioso que Dios ha engendrado en nuestra vida, por eso debes cuidarlo y no desperdiciarlo regalándoselo a cualquier irresponsable que se cruce en tu camino, el cual no lo valorará. Comparte tu amor con quien también gustoso quiera compartir contigo el amor que tiene, porque la verdadera felicidad en la vida está en el equilibrio de nuestras emociones al amar y al sentirnos amados.
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