El estudio Genome Biology, mediante el exhaustivo análisis de más de 13.000 parejas, acaba de revelar que son los genes los que dirigen tu atracción hacia las personas de una altura similar a la tuya. ¡No eran sus lindos ojos! ¡Era tu biología gritando ese/a es mío/a!
Y nosotros pensando que habíamos hallado al amor de nuestra vida por una mágica casualidad o porque ya habíamos estado juntos en otras vidas, o por cualquier otro avatar. Pues no, desengáñate. La ciencia se ha cargado el mito (que es más romántico) y nos desnuda la verdad: si te enamoraste de tu pareja es, entre otras cosas, porque tus genes te echaron en brazos de alguien de tu misma altura.
La cosa es que los responsables del estudio, que están en la Universidad de Edimburgo, afirman que este trabajo demuestra que elegimos pareja de más o menos nuestra altura por cuestiones puramente genéticas que desconocemos a nivel consciente. Al fin y al cabo, nuestros genes eligen por nosotros de quién enamorarnos desechando al resto… ¡pero nos lo hacen creer muy bien!
Ya lo venían diciendo con estudios anteriores, pero ahora es un hecho: “Nuestros genes dirigen nuestra atracción por parejas potenciales con una altura similar a la nuestra. Por ejemplo, las personas altas se emparejan con otras personas altas. Hemos observado que se comparte el 89% de la variación genética que afecta a las preferencias individuales de altura, lo que indica que hay una preferencia innata por parejas de talla similar”, dice Albert Tenesa, líder del estudio. Y sigue: “Los genes pueden servir para predecir la altura de la pareja, con una precisión del 13%. La similitud en altura está marcada, sobre todo, por la apariencia física de la pareja”.
¿Qué tal? Por eso debe ser que terminaste con esa persona mucho más alta o bajita que tú. ¿Será? Ahora ya puedes decir eso de: “No eres tú, es tu altura”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario