lunes, 23 de marzo de 2015

“Ciber-Infidelidad”, ¿se puede engañar virtualmente?

TRAICIÓN | SEGÚN LOS EXPERTOS, LA INFIDELIDAD VIRTUAL HA VENIDO A REEMPLAZAR EN MUCHOS CASOS A LA FÍSICA, Y NO POR ELLO ES MENOS DOLOROSA.

Es posible ser infiel a través de la cybertecnología y aunque no haya contacto físico de por sí? ¿Puede considerarse una relación virtual amorosa con un tercero como un engaño? Los expertos dicen que sí, y que algunas veces puede ser aún más dolorosa que una infidelidad real, entre otros aspectos por el hecho de que el infiel idealiza a su otra pareja, menoscabando a la persona que sí comparte un espacio físico con él (o ella).

“Un infiel que usa la Internet para engañar a la pareja, estará al mismo nivel que uno real, y en este nivel de ciber infidelidad yo me preocuparía más. Porque, mientras que el segundo se concentra en el aspecto carnal-sexual, el primero, a través de las conversaciones dará más prioridad a los sentimientos, a hacer del amante su “paño de lágrimas” lo que puede desencadenar en un amor paralelo.”, dice la psicóloga mexicana Carla Lanza, que ha atendido a varias parejas por este problema.

“El engañador piensa que, porque todo quedó en el teclado y el monitor y no hubo encuentro real, no comete infidelidad, sin embargo la intencionalidad es la misma, la falsedad es la misma, y el daño generado en la pareja y en la familia puede ser el mismo.”



Cambio de límites

Y es que la llegada del Internet le ha dado un nuevo sentido a las relaciones humanas, de hecho ha cambiado la comunicación entre las personas y su modo de relacionarse sin importar cuál sea la intención. Los amigos, los amantes, los hermanos, todos han encontrado nuevas maneras de interactuar y cada uno tiene un código común, pero a la vez diferente. Hay quienes inician amistades virtuales mucho más profundas con personas a las que no conocen físicamente, hay quienes se llegan a enamorar y luego hacen real ese amor (para eso los sitios de citas, etc.)

Sin embargo la infidelidad tiene un toque extra, se han cambiado los límites de lo que configura un engaño en la pareja. Y este engaño, según los especialistas, implica el hecho de la posibilidad de un tercero dentro de la relación.

"Empieza cuando una tercera persona se convierte en objeto de deseo sexual o amoroso de uno de los miembros de la pareja -apunta la psicóloga Mónica Cruppi, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especialista en relaciones humanas-. La existencia de la pareja supone un contrato implícito de amor, fidelidad y exclusividad, tanto afectiva como sexual. La aparición de un tercero, aunque sólo sea la idea de ese tercero, ya pone en jaque ese contrato."



Causal de divorcio

Los mensajes de WhatsApp, SMS, Facebook y los DM en Twitter se han convertido, según el abogado Leandro González Frea, especialista argentino en tecnologías de la información, en el lenguaje de la infidelidad. Según apunta el 80% de los juicios de divorcio que llegan a tribunales y que él ha trabajado, se inician con pruebas informáticas como mensajes de texto, correos electrónicos, chats o comunicaciones mediante las redes sociales. "Las parejas que se separan son cada vez más jóvenes y, por esa razón, las redes sociales aparecen casi siempre como prueba del engaño. Ocurre que en estos casos, la parte engañada tiene una carga afectiva muy fuerte. Por eso, la necesidad de demostrar que el otro causó el fin del vínculo", explica el abogado.

El revisar los celulares o las computadoras en busca de algún signo de infidelidad, no es un gesto espontáneo, exceptuando que la pareja sea celoso/a de por sí, sino que comienza a hacerse a partir de la sospecha de una infidelidad, que implica largas horas frente al computador, mensajes misteriosos y conversaciones clandestinas.

En Bolivia, si bien no está tipificado dentro del código de familia, sí se acepta como prueba de infidelidad el uso de mensajes y otros, tomando en cuenta que recientemente se promulgó una nueva norma legal, que reemplaza a similar código vigente desde 1988.

Entre los varios acápites, uno de ellos se refiere a la agilización de los divorcios.

Hoy el divorcio puede tramitarse ante notario en caso de la inexistencia de hijos o bienes gananciales, con la eliminación de causales y la sola exposición del motivo de la “afectación del proyecto de vida en común”.



Un problema que crece

En el mundo entero este fenómeno de la infidelidad virtual crece, pero no por ello deja de ser diferente en cada situación, y muy doloroso.

Un reciente estudio de la Universidad Tecnológica de Texas afirma que el engaño perpetrado "sólo" por redes sociales duele tanto como el que se concreta físicamente. La investigadora Jaclyn Cravens, especialista en Terapia de Matrimonio y Familia, usó datos del sitio Facebookcheating.com para analizar el impacto. Para eso entrevistó a más de 200 parejas y comprobó que el ciberengaño había sido origen de crisis y peleas entre ellos aun cuando no hubiera llegado a concretarse. "Y el impacto emocional para la persona que ha descubierto la infidelidad virtual no es menos grave que el de los actos cometidos físicamente", dijo Cravens.

Hace poco la CNN publicó una encuesta en su página de Facebook en la que les preguntaba a los lectores cuándo comenzaba la infidelidad. ¿Inicia al fantasear, coquetear, comunicarse en Internet, abrazarse, besarse o al tener relaciones sexuales?, se preguntó. Se obtuvieron más de 2000 respuestas. La conclusión de los entrevistados fue que uno puede engañar sin siquiera tener contacto físico. "Aquí se suma el problema de la infidelidad y el de la deslealtad. La infidelidad presume la existencia de un tercero. Pero, en realidad, empieza antes de que llegue ese otro. El campo se prepara antes. Deslealtad es, además, apartarse de un proyecto común sin avisar. Es estar ausente afectiva o emocionalmente", apunta Cravens.



Infidelidad a solas

La característica de este tiempo es la infidelidad solitaria. Antes, el engaño tenía la contrapartida, el encuentro con un otro. Hoy, ese encuentro puede no haber llegado nunca y en pos de esa relación virtual haberse dilapidado la relación real. Es el vaciamiento total del vínculo, dice el estudio de Cravens.

Según Diana M. Resnicoff, psicóloga clínica y sexóloga clínica, un comienzo de romance virtual, cuando existe una pareja real, podría servir como una señal de alerta para saber que se necesitan modificaciones en la propia pareja. “Este debería ser el foco de atención: hay que saber que, muchas veces, la pérdida que se experimenta cuando una relación virtual finaliza es en realidad la pérdida de una fantasía, y no de algo real, a diferencia de una pareja de años.”

(Con datos de La Nación, El Clarín, sexualidadsalud180).





PARA EVITAR LA INFIDELIDAD...

Virtual o no, estos consejos de la sexóloga Consuelo Fernández, pueden servir para vivir mejor en pareja.

1. Ser abiertos: La sinceridad es la clave para evitar aventuras.

2. Permanecer unidos: Construyan y mantengan la intimidad emocional y sexual en su relación. Cuanto más cercanos se sientan, más fuerte será su relación. Hagan de su vida un bastión invulnerable a la influencia de extraños. Esto no quiere decir convertirse en seres aislados del mundo, sino seguros y fortalecidos en su decisión de estar juntos.

3. Ser listos: No caigan en la complacencia o satisfacción personal. Todo el mundo es vulnerable a la tentación. Reflexionen juntos sobre los motivos por los cuáles se sintieron atraídos al comienzo de la relación y descubrirán que esos valores permanecen intactos con el paso del tiempo.

4. Estar alertas: Si notas que se siente atraído(a) por alguien, tome medidas para evitar acercarse más a esa persona.

5. Saber comportarse: Si se describe como una persona seductora a quien le gusta el flirteo, recuerde: no haga aquello que no le gustaría que le hicieran.

6. Procure mantenerse físicamente atractivo(a) para usted y su pareja.

7. Ofrezca a su pareja contención emocional y seguridad afectiva.

8. Hágale saber a su compañero(a) que la intimidad y el sexo son importantes.

9. Conserve la honestidad y el respeto: Sea cariñoso(a), cortés y respetuoso y obtendrá lo mismo.

10. Dedique tiempo para escuchar a la pareja. Comuníquense con sinceridad y afecto.

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