jueves, 11 de octubre de 2012

Cazando al cazador: cómo enamorar a tu galán



Yo también creí que las historias eran como Disney me las contaba. Que un día llegaba el príncipe azul, mataba al dragón, te daba un beso y te llevaba en un caballo blanco a su castillo, con Tv digital, wifi y piscina y, que ahí, ambos eran felices por siempre.

Creo que las relaciones requieren de una estrategia similar a las que muestran en la Tv para cazar a un tigre de Bengala, donde éste cree que está de cacería y, cuando se da cuenta, es demasiado tarde y ya se convirtió en presa.

He aquí algunos tips para atraparlo en tus redes:

Mientras más difícil la presa, más interesante la cacería. Es decir, no te regales ni te muestres ilusionada, Sólo muéstrate lo suficientemente interesada como para que crea que tiene una oportunidad.

Las águilas no comen moscas... menos moscas muertas. El papel de la niñita inocente puede funcionar, pero para que te usen y te dejen. Muéstrate como una mujer segura, independiente y autosuficiente. Todo en ti debe decir: “Soy feliz sola, pero contigo la paso genial”. Para agarrar al pez es necesario tirar el anzuelo. No falta el vago que cuando te ve difícil, comienza a dar pasos atrás. Es ahí donde debes darle una “muestra gratis” para engancharlo.

Si no hay un millón, entonces no quiero un pájaro en mano. Balancea tu tiempo entre tu familia, tus amigos y tu galán. Que él note que tienes vida y un círculo social donde puedes conocer otros candidatos a novio, eso es importante para que sienta la necesidad de “asegurarte” formalizando la relación.

Únete a la manada. Los momentos entre dos son importantes, pero una pareja sin un círculo social que los fortalezca no es nada. Crea oportunidades para conocer a sus amigos y para que él conozca a los tuyos y gánate su confianza. No de una manera sumisa y lame suelas, no, no, no. Busca ser un amigo más, viendo un partido de fútbol, haciendo una parrillada juntos u organizando alguna actividad de fin de semana, que no debe ser necesariamente una noche de copas.

El que nace buey, muere buey. No intentes cambiarlo, porque aunque quizá lo logres, es muy difícil que el cambio sea sostenible a lo largo del tiempo y acabarás cansada y frustrada. Al contrario, analiza si puedes vivir con sus defectos y si no, pues mejor vuelas al sur.

Una fiera busca a otra fiera… pero en la cama. En el sexo, definitivamente, vale más la calidad que la cantidad. Si lo hacen todo el tiempo, probablemente caigan en una monótona rutina, donde el placer va disminuyendo, junto con la atracción. Sin embargo, si eligen mejor los momentos y los haces especiales, estoy seguro que lo tendrás pensando en cómo generar más de esos momentos.

Lo más importante de todo amiga mía: No dejes que te enamore fácilmente. Procura que él esté siempre más enganchado que tú. Cuando al fin caigas tú en sus redes, debe él ya estar bien envuelto en las tuyas.

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