l sicoanalista Lacan decía: “Amar es dar lo que no se tiene”. Por ello, el hombre tiene que dar algo a cambio por los gestos de entrega de su mujer
“Como seres humanos sentimos igual y hasta con la misma intensidad, pero un hombre nunca sentirá igual que una mujer, por ello es que tampoco pueden amar de la misma manera ni con igual intensidad”, dice la sicóloga Susy Stratis. A tiempo de corregir, “que el amor es amor y no hay sicólogo que lo pueda explicar, solo quien ama”.
Hombres y mujeres están constantemente buscando el amor, pero lo viven de una forma totalmente diferente, lo que genera todo tipo de conflictos y malentendidos. Sin embargo, son justamente estas sutiles diferencias las que permiten que el amor pueda emerger entre los seres humanos.
Según los especialistas en conductas humanas, los hombres y las mujeres viven el amor y el romance de un modo distinto, al punto que mantienen entre ellos un malentendido que causa una innumerable cantidad de aprietos. Este malentendido se manifiesta porque los seres humanos, a diferencia de los animales, no poseen señales mediante los cuales la relación sexual se produzca instintivamente, sino que necesitan pedir, insinuar o hablar, lo cual denota la existencia de una comunicación, que como todo proceso de transmisión no está exento de ruido, porque el emisor y receptor tienen lenguajes distintos.
Diferencias conciliables
En esa disparidad de lenguajes los hombres y las mujeres encuentran el amor, que nunca es lo mismo para ella que para él una relación de noviazgo o la conformación de una familia, casi siempre estas diferencias fundan los deseos supremos de cada especie, como el sexo (en el hombre) y el amor (en la mujer), aspectos que permiten la satisfacción del uno por el otro.
El engañoso negocio de la autoayuda
Teniendo en cuenta estas particulares características, los profesionales se arriesgan a formular la hipótesis de que es imposible que los manuales de autoayuda puedan auxiliar en relación con los vínculos amorosos entre hombres y mujeres.
Es por esto que se dice que en cuestiones de amor no hay nada escrito y que es imposible concebir fórmulas que incidan sobre los mismos. Hombres y mujeres, hemos visto, viven el amor de manera diferente.
El hombre también sufre por amor. Y es cierto que el sexo ocupa un lugar más central, por eso es irrefutable que muchos hombres aman y desean a una determinada mujer por algo más que su atracción sexual.
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