Si su pareja le dice que hoy no quiere tener relaciones sexuales, por algún motivo, no lo tome como una excusa, puede ser que sufra de "dispareunia", que es la presencia del dolor en el acto sexual. Según el ginecólogo Fernando Tejerina, del Centro de Salud "Papa Shenouda III", este trastorno se presenta tanto en hombres como en mujeres.
El especialista señala que puede ser anatómico y psicológico. "En los dos casos, son de riesgo, si no se trata puede llegar a cuadros más crónicos. Esta patología disminuye el deseo sexual, lo que puede significar una desventaja para la relación de pareja", alarma.
Causas. Cuando el trastorno se presenta, el profesional explica que existe una sensibilidad aguda en las partes genitales. Las causas son múltiples, pueden ser cuadros infecciosos a nivel genital, alteraciones en el himen, que son pequeños cortes, falta de las glándulas de lubricación, inflamación de la piel, entre otras.
"Existen también los factores externos que inciden para la aparición de este dolor, como el condón, las toallas higiénicas o la ropa interior", detalla el médico.
El trauma, otro motivo. También puede ocurrir que el dolor surja por traumas. "Si ya tuvo dolores alguna vez, es probable que la mujer se sienta tensa durante el sexo y que recordar el dolor le impida excitarse", dice el médico. "Si bien es una alteración que afecta más a las mujeres, en comparación a los hombres, ellos también la sufren", agrega. "Las causas pueden ser por traumas genitales, disfunción eréctil, próstata y diabetes", señala Tejerina. Asimismo, indica que la falta de información incorrecta sobre el sexo y acerca de las funciones del cuerpo de la mujer son factores que pueden estar asociados al dolor.
¿Qué hacer? El profesional indica que el tratamiento tiene que ser de acuerdo a la causa. Mientras tanto, la primera acción es evitar las relaciones sexuales de forma temporal. En caso de dolores intensos, aplicar cremas con efectos analgésicos. "Hacerse baños de manzanilla también es efectivo", dice le médico. Sin embargo, subraya que ante cualquier síntoma se debe acudir a consulta médica.
Puede también ser un problema de comunicación, advierte el profesional. Ante ello, la pareja debe hablar abiertamente sobre el tema. Recalca la importancia del apoyo y compresión del hombre (ya que la alteración se da más en la mujer). La ayuda profesional es imprescindible para identificar el origen de la alteración. "Una vez determinado el diagnóstico, la pareja tiene que seguir el tratamiento adecuado; de lo contrario, el cuadro puede empeorar", indica Tejerina.
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