¿no tengo suerte en el amor? ¿Solo me atraen los hombres que no me convienen y mis relaciones me dejan cada vez más heridas, que no llegan a cerrar? ¿Por qué fracaso en el amor?
Según la psicóloga, sexóloga y psicoterapeuta, Clarisa Hernández (www.psicoclaramente.es) muchas mujeres brillantes, socialmente exitosas, independientes, fuertes y autosuficientes se plantean preguntas como estas al repasar su vida amorosa y comprobar que incluye una larga lista de fracasos, frustraciones y de relaciones poco satisfactorias.
Hernández, autora de “El libro del buen amar” ha identificado cuatro patrones sentimentales que llevan a muchas mujeres a perderse en el amor y explica cómo mirar en lo más profundo para comprender sus relaciones con los hombres y el amor, y la forma de encontrar una nueva y sana manera de amar y ser amadas.
Sobre la razón por la que muchas mujeres exitosas sufren fracasos en el amor, la experta comenta a Efe: “La fuerza para enfrentarse a retos y superarlos se dan en muchas áreas en las que las mujeres alcanzan el éxito gracias a sus capacidades académicas, científicas, artísticas, técnicas o políticas. Incluso pueden ser idealizadas y ser símbolos sociales o culturales de una época, como las denominadas ‘superwomen’ o ‘supermujeres’”.
“Sin embargo -prosigue la experta- ese éxito no sucede en la dimensión amorosa pues se pueden producir dificultades, conflictos personales e interpersonales que terminan en un bloqueo emocional y éste se perpetúa en el intento de establecer nuevos vínculos amorosos duraderos”.
Para la psicóloga, esos fracasos afectivos reiterados son incomprensibles para las personas que rodean a esas mujeres triunfadoras en otros ámbitos. “A veces familia, amigos y compañeros de trabajo no entienden la razón de que esas mujeres se embarquen en relaciones insatisfactorias y destructivas”.
Detrás de esta sucesiva elección de hombres que no le convienen, que puede convertirse en reiterativa, para la psicóloga “en muchas mujeres se encuentra la búsqueda de una manera de satisfacer una imperiosa necesidad de afecto que procede del pasado, en la mayoría de las ocasiones de su infancia”.
“La compulsión por repetir patrones o formas de comportamiento similares indica una forma distorsionada y forzada de dirigir una relación amorosa hacia un destino que no es espontáneo”, añade la autora de El libro del buen amar.
Estos patrones sentimentales son “una o varias ideas preconcebidas que una mujer maneja ante una situación que no necesariamente es un encuentro amoroso. Ella se encarga de recrear lo que debería ser esa relación, en un intento neurótico de forzar la realidad para que se logren esas “tozudas ideas suyas”, sostiene Hernández.
Destaca esta profesional que algunos autores han estudiado la relación entre los vínculos que establecieron los sujetos en su infancia con sus progenitores y las relaciones amorosas en su vida adulta, y han comprobado que el “código de la intimidad” que aprendieron los sujetos participantes en dichos estudios , es una experiencia que condiciona la forma de vivir el amor.
“Algunas personas quedan atrapadas intentando resolver lo que no pudo suceder en su infancia respecto del amor de sus padres y ese bloqueo sigue perpetuándose en su etapa adulta”, enfatiza.
La psicóloga Hernández ha identificado cuatro estilos personales de comportamiento que tienden a repetir algunas mujeres exitosas en la vida, aunque perdidas en el amor, y aporta consejos prácticos para salir de cada uno de esos patrones sentimentales inadecuados y cultivar, lo que denomina “el buen amar”.
ESTILO 1: La buscadora del príncipe azul
Según este modelo: El príncipe es un ser que aparece en el imaginario femenino como alguien atractivo, bueno y valiente. Es el buen chico que toda madre quiere para su hija. Pero la mujer se aburre con este hombre mítico y prefiere buscar un chico rebelde y desequilibrado con el que sentir la pasión y el peligro. Definitivamente está muy ocupada y el aburrimiento ha sido sustituido por los altibajos del amor-pasión y el sufrimiento.
Se vuelve al camino del buen amar cuando: Se prefiere lo cotidiano, lo posible, la ternura, frente a la pasión, a lo extraordinario o a lo imposible. La mujer se tiene que dar cuenta de que el amor imposible es una de las trampas del amor-pasión, un sentimiento efímero que se basa en la dificultad y que su vida, de esta manera, irá a la deriva.
ESTILO 2: Besadora de sapos
Según este modelo de amor:
El hechizo maligno que ha aprisionado al sapo queda roto por el acto de amor de un beso femenino, que lo convierte en príncipe. La dinámica de este tipo de relación se basa en la obstinación de querer cambiar a la pareja y este objetivo se convierte en una obsesión. Es un reto que no depende de ella, pero la mujer cree que lo conseguirá con sus cualidades personales.
Se vuelve al camino correcto del buen amar cuando:
Se reconoce la gran dificultad que supone saber lo que necesitan los demás. Ella debe darse cuenta de que es erróneo creer que a un hombre se le puede proporcionar todo lo positivo sin que él mismo quiera participar e implicarse en el cambio.
ESTILO 3: Mujer patera
Este modelo amoroso consiste en: Esta pequeña embarcación simboliza a aquella mujer que ayuda a un hombre a cruzar de una orilla a la otra. Son mujeres que han sobrevivido a numerosas y difíciles experiencias amorosas, que intentan encontrar hombres desahuciados, a menudo con poca formación, jóvenes e inexpertos, que tienen que empezar de nuevo y que, ante los ojos de esos hombres, ellas son como dioses. La idea es que ese hombre infantil o necesitado de formación o dinero, terminará siendo un hombre de verdad gracias a ella.
Para volver a la senda correcta del buen amar:
La mujer se tiene que percatar de que ha dejado de lado sus aficiones o incluso sus amigos y ha apostado tanto por crear a ese hombre completo, que cuando éste decide continuar solo, ella volverá a estar perdida.
ESTILO 4: Mujer ONG
Según este modelo amoroso:
Es aquella mujer que al igual que una organización no gubernamental u ONG- cuida de los demás, la que se vuelca, la que no sabe decir no, la defensora de los pobres, la que siempre está dispuesta a saltarse los dictados de la razón, cuando cree que tiene ante sus ojos una buena causa. Ella necesita siempre a alguien a quien cuidar, como si fuera una enfermera con un paciente.
Se vuelve al camino del buen amar cuando: Ella empieza a pensar en sus propias carencias personales y a darse cuenta del modo en que intenta compensarlas o negarlas ocupándose de las necesidades de su pareja, en vez de las suyas propias.
¿Estoy perdida en el amor?
¿Cómo puede una mujer darse cuenta si está atrapada en alguno de los cuatro patrones sentimentales que la abocan a fracasar en el amor? Clarisa Hernández da algunas claves para averiguarlo:
“En general, seguir un patrón supone tener unas ideas preconcebidas de cómo hay que guiarse al relacionarse con otros. Si cada relación entre dos individuos que sienten impulsos afectivos o eróticos es diferente, porque las personas son únicas, la existencia de un patrón crea la falsa impresión de que son iguales”, asegura esta psicóloga.
De acuerdo a Hernández, “no es que las personas, en este caso los hombres, sean iguales, sino que las pautas de la relación con ellos se basan en una serie de ideas de la propia mujer que están condicionadas por sus experiencias anteriores, y de ese modo ella intenta evitar el fracaso y ser imprescindible a toda costa”.
“Para una mujer, seguir un guión o patrón amoroso también implica intentar ser diferente a como ella es, es decir, llevar una careta que le sirve, tanto para protegerse de los demás, como para crear una imagen más cercana a lo que esa mujer cree que las personas de su entorno esperan de ella”, señala esta experta.
“Por lo tanto, tener un patrón sentimental muy reiterativo nos da la pauta de que hay un modelo disfuncional de comportamiento”, precisa esta terapeuta y sexóloga.
Según Hernández “la mujer se acomoda en el código amoroso que más recompensas le ha dado, pudiendo convertirse en su prisionera. La imagen del personaje que quieren representar se apodera de ella y, por eso, los mitos del amor romántico y los cuentos de hadas le vienen como anillo al dedo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario