¿Qué les gusta a los hombres? Aunque parece una pregunta fácil, es una eterna incógnita femenina. ¿Cuántas veces te preguntaste esto?
“Yo creo que se debe a una cosa y es a que los hombres somos muy fáciles de seducir pero difíciles de mantener”, afirma Rodrigo Taramona (@taramonication), bloguero y columnista de la revista Glamour. Y es que estamos equivocadas en muchas cosas.
“Todas creen saber que comemos con los ojos, pensamos con la otra cabeza y se nos conquista por el estómago; pero en un rinconcito recóndito (…) existe un músculo insignificante pero apasionado, emotivo y protector, que cuando encuentra lo que ama manda al cuerpo a parar balas, soltar puñetazos a montañas y hace que los ojos lloren sangre si se siente abandonado o malherido. Eso, aunque parezca increíble, es así. Hasta el macho más macho de los machos ha sentido, siente o algún día sentirá un flechazo hacer mella en su armadura. Y si no, peor para él”, asegura este escritor sobre relaciones.
¿Pero qué es aquello que los hace débiles? ¿Cuál es su kriptonita? Rodrigo nos ayuda a resolver esta incógnita femenina por excelencia.
Sentido del humor
Ríete. Si hay algo que les encanta es una chica que se ríe y les hace reír.
“Cuando una mujer no se toma a sí misma demasiado en serio, sabemos que estamos ante una mina de oro”, asegura el bloguero. “Alguien que te hace reír es alguien con quien queremos pasar la mañana después de haber pasado la noche”.
Investigaciones recientes demostraron que a mujeres y hombres les atrae un ‘buen sentido del humor’ en una pareja potencial, pero hay una diferencia: las mujeres prefieren hombres que las hagan reír, mientras que los hombres prefieren mujeres que se rían de sus chistes.
¿Por qué es sexy un buen sentido del humor? Las personas graciosas son inteligentes, y la inteligencia es sexy.
Los investigadores Gil Greengross y Geoffrey Miller estudiaron a 400 estudiantes personas y encontraron que las personas ‘con chispa’ y que te hagan reír, tienen más sexo.
Arréglate, pero no exageres
“Es verdad, somos culpables, el físico es lo primero que nos llama la atención. Una mujer buena es una mujer buena. Eso sí, una mujer buena queriendo ser buena todo el rato es como un 4X4 que no puedes llevar al campo por miedo a que se raye. Déjense en paz. Si me gustas de verdad me gustará tu cara de por las mañanas. Si, en cambio, una excursión se convierte en una pesadilla porque no puedes quitarte los tacones, o tengo que esperarte una hora y media cada vez que bajamos a comprar el pan para que no se te vea una ojera, empezaré a plantearme otra compañía para poder dejarte a solas con el espejo”, asegura Rodrigo.
Esta bien cuidarse chicas, pero no pretendan estar perfectas todo el tiempo. Sé natural, eso es lo que te hace atractiva.
Tendremos vidas propias
No les gusta ser el hijo de nadie, pero tampoco aguantan hacer el rol de padre.
“Creo que las personas dependemos solamente de uno mismo. El otro está ahí para que nos consultemos mutuamente, nos lamamos las heridas, pasar los buenos ratos y superar juntos los malos, pero, por favor, haz tus planes, deja que yo haga los míos y después, en el sofá con una manta, nos contamos qué hemos hecho”, aconseja el bloguero.
Y es que cuando una mujer tiene sus propias metas, su grupo de amigos, sus intereses (por más absurdos que parezcan)… ellos están felices, nosotras también, y la relación será saludable y más interesante.
Alguien a quien admirar
Así como nosotras queremos un hombre al que admiremos y que se nos infle el pecho cuando hablemos de él, ellos también quieren una mujer que admiren y que tenga una opinión propia.
“Me gusta que me pongan en apuros. Hace poco escuché decir a un conferenciante en un TED talk que a las personas nos gusta ganarnos la comida. Nos gusta resolver complicaciones porque eso es lo que hacemos día a día para sobrevivir. Alguien que me saque de mi zona de confort, que me lleve la contraria porque ha pensado más y mejor en lo que yo no había pensado lo suficiente hasta ese momento, alguien que no solo diga lo que piensa sino que lo haya pensado muy bien antes de decirlo y me quite la razón todos los días para que yo tenga que ganármela de vuelta”, dice Taramona.
Equilibrio entre razón y corazón
La intensidad, la pasión, el amor loco… son esenciales, al comienzo. Pero si un hombre quiere una mujer para pasar el resto de su vida, él buscará un amor estable y peleas que no impliquen arañazos ni platos rotos.
“Yo te quiero, tú me quieres, pero esto no es Disney-fucking-landia y nos queda mucha vida por delante. Por eso prefiero a las personas racionales que no me ‘amen demasiado’, que me amen (nada de celos, posesión, obsesión por montar peleas locas) y no detesten mi pellejo cuando me odien. Alguien que se mantenga en ese lugar equilibrado en el que, cuando le moleste algo de mí me lo diga, lo hablemos y acabemos follando como leones si a los dos nos apetece, pero teniendo solamente arañazos en la espalda y no en los brazos y en la cara”, afirma.
Adiós celos
Hay personas a las que le gusta tener una pareja celosa y que hacen hasta lo imposible para poner celosas a sus parejas. Por lo general, estas personas sienten que si no hacen sufrir a la otra persona, no se sienten queridas de verdad. En pocas palabras: personas inseguras. Pero lo cierto es que eso da flojera a los chicos (y a cualquier mujer razonable y segura de si misma).
“Si estoy contigo es porque me fío de tí, sí estás conmigo es porque tú te fías.
No me la juegas, no te la juego, no nos la jugamos. Juguemos toda la vida juntos.
Fin”, con esto resume Rodrigo que los celos son una perdida de tiempo y algo que no tiene sentido en el universo masculino (al menos en el de los hombres seguros de sí mismos).
Chicas con hobbies e intereses
¿No tienes vida si no estás con él? Entonces olvídate de enamorarlo. Una mujer con sus propios intereses y pasiones, es una mujer de verdad, que no necesita de él 24/7. Tiene su vida y su felicidad no depende él.
“Lo que provoca más interés en un hombre es saber que una mujer tiene sus propias metas y que su felicidad no depende de nadie”, afirma la motivadora y columnista María Marin.
“Esto es la vida: una mujer a la que le gusta montar en bici, salir a correr, los deportes de montaña o leer compulsivamente es la compañera perfecta. No necesita al otro para pasárselo bien, solo le sirve para pasárselo mejor, enseñarle cosas nuevas o, si el otro las conoce o las practica, practicarlas juntos. Chicas, tengan hobbies. Muchos. A ser posible que no tengan nada que ver con maquillarse y ponerse ropa combinando muy bien los colores”, aconseja Rodrigo.
Que no quiera gustar
Para finalizar, algo muy sencillo, pero difícil al mismo tiempo. No intentar agradar. En algún momento, todas lo hicimos, pero como dice Rodrigo: “gustar es algo que está fuera de nuestro control. O gustamos o no, no hay nada más que podamos hacer.
Por eso cuando una chica está haciendo todo lo que le dicen sus amigas, vecinas, madre, padre, revistas femeninas o blogs de adolescentes de 30 años para gustar más es pesado y se ve forzado. Como dice Samuel L. Jackson en Pulp Fiction, “personality goes a long way”. Sé tú misma y que sea lo que dios quiera”. /
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