Terminar una relación amorosa -y más si se tiene hijos en común- casi siempre deja a la persona desencantada y sin ganas de volver 'al ruedo del amor', al menos por un buen tiempo. Para otras el golpe es tan tremendo que se refugia en sus roles de madre, abuela o la 'Tía favorita' como excusa para dilatar la decisión de salir, o no, a buscar un nuevo romance.
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, opina que si en la juventud esta situación se presentaba como un desafío, después de los cuarenta suele costar el doble. Conocer gente en eventos, en el trabajo, en el boliche, ahora ya no es lo más frecuente.
Para después de los 40 los contactos por Internet (redes sociales) son acercamientos más racionales que emocionales. "La elección se basa en el perfil y no en el encuentro cara que cara que ayuda a chequear 'in situ' qué me produce el otro que tengo enfrente", así lo explica al portal Clarín de Argentina.
"Hay mujeres desencantadas con los hombres. Ya no quieren volver a confiar en una relación. Temen volver a sufrir, a no saber qué hacer en esta nueva etapa. Con hijos o sin ellos, no desean ceder espacios ganados, en lo real y en lo simbólico", dice Ghedin.
El experto señala que hay quienes buscan refugio en la ilusión, en ese "príncipe azul que debe estar en algún lugar", otras encuentran en sus hijos compañía, mientras que las más osadas salen a la palestra con ánimos juveniles, seduciendo a “diestra y siniestra”.
Cualquiera sea el caso, lo importante es valorarse a si misma sin importar si se está o no sola, puedes tomarlo como un tiempo para 'autoreconstruirte' y emprender o concluir proyectos dejados a la mitad. ¡El mundo es tuyo! si lo deseas y si tienes el valor para tomarlo. Solo debes confiar en ti.
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